Unos Juegos notables

Los Juegos de Atenas no se libraron del momento de demencia que suele producirse en los grandes acontecimientos deportivos. Un trastornado atac¨® al brasile?o Vanderlei Lima, l¨ªder del marat¨®n, cuando estaba a punto de decidirse el ganador de la prueba. Defendido por los espectadores y alg¨²n agente de seguridad, Lima regres¨® a la carrera con el gesto estupefacto y la seguridad de su derrota. No gan¨® el marat¨®n en Atenas, pero entr¨® tercero en la meta con el ¨¢nimo alegre de los brasile?os, sin compadecerse, ni caer en lamentaciones. Aunque el ganador oficial fue el italiano Baldini, el ganador sentimental no pod¨ªa ser otro que el valiente maratoniano brasile?o.

Con el marat¨®n se cerraron los Juegos, que comenzaron entre incertidumbres y esc¨¢ndalos. A los temores por la seguridad se a?adieron las dificultades para rematar las obras en los recintos deportivos. No ayud¨® tampoco el penoso incidente de Kostas Kenteris y Ekaterina Thanou, actores de una farsa infumable para evitar un control antidopaje. El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional reaccion¨® con rigor y el caso no alcanz¨® la gravedad prevista. Fue el primer triunfo de los Juegos, que han sido notables en muchos aspectos. No se concret¨® ninguno de los graves problemas previstos. Acaso falt¨® un poco de calor en muchos deportes, con gradas demasiado vac¨ªas. Pero, en general, los Juegos han estado por encima de las expectativas, tanto en el ¨¢mbito de la organizaci¨®n como en los resultados deportivos.

Han sido, por supuesto, los Juegos de Michael Phelps, que sale de Atenas sin las siete medallas de oro que pretend¨ªa pero con toda la estampa de un h¨¦roe. Gan¨® seis medallas de oro y dos de bronces. Y, sobre todo, se gan¨® la admiraci¨®n de la gente. Son tambi¨¦n los Juegos de la regeneraci¨®n del atletismo, en grave peligro tras el esc¨¢ndalo Balco, las acusaciones de dopaje contra Marion Jones y la comedia bufa protagonizada por Kenteris y Thanou. Un pu?ado de j¨®venes -Gatlin, Wariner, Liu Xiang, Allyson F¨¦lix, Borzakovski y Bekele- han triunfado con grandes marcas y mucha clase. Pero el atleta de los Juegos no ha sido un novato. Hicham El Guerruj se desquit¨® en Atenas de tanta mala fortuna con la victoria en 1.500 y 5.000 metros.

Los Juegos han visto la derrota de Estados Unidos en baloncesto. Argentina acab¨® en la pista con un mito. El baloncesto se globaliza. Basta ver a Pau Gasol, una de las sensaciones del equipo ol¨ªmpico espa?ol. Gasol devolvi¨® el baloncesto a sus mejores tiempos en Espa?a, donde hubo decepci¨®n en la primera semana con los resultados generales y especialmente con la nataci¨®n, de una mediocridad insuperable. El rumbo cambi¨® en la divisoria de los Juegos. La segunda semana fue notable. Con 19 medallas, Espa?a consigue su segunda mejor cosecha ol¨ªmpica, s¨®lo superada por las 22 obtenidas en Barcelona 92. Sin embargo, la nueva administraci¨®n tiene trabajo por delante. Al deporte espa?ol le conviene ventilarse y tomar un nuevo impulso. Llega el momento de declarar el combate firme al dopaje en un pa¨ªs que se hab¨ªa mostrado extra?amente tolerante. Tambi¨¦n es el momento de terminar con ciertas pr¨¢cticas federativas poco claras -caso de la federaci¨®n de f¨²tbol-, permitidas por un sistema que ofrece innumerables ventajas a muchos dirigentes que s¨®lo buscan perpetuarse en el cargo.