El c¨®ndor que planea sobre Pinochet

Los abogados querellantes del ex dictador Augusto Pinochet, desaforado el jueves pasado por la Corte Suprema de Chile, ir¨¢n al despacho del juez Juan Guzm¨¢n ma?ana, cuando termine su baja por gripe, a pedir que lo interrogue de inmediato por los cr¨ªmenes de la Operaci¨®n C¨®ndor. Eduardo Contreras, uno de estos juristas, sostiene que la primera pregunta que deber¨ªa hacer el magistrado a Pinochet es: "?Cu¨¢l fue su participaci¨®n en la reuni¨®n en Santiago, en noviembre de 1975, donde se formaliz¨® esta operaci¨®n para reprimir a los opositores de las dictaduras suramericanas?".

A la Primera Reuni¨®n Interamericana de Inteligencia Nacional, estableci¨® la justicia chilena, acudieron los directores o representantes de los aparatos de seguridad de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Per¨² y Uruguay y el anfitri¨®n fue la DINA (la polic¨ªa pol¨ªtica de la dictadura de Pinochet). Las pruebas abundan: cartas de invitaci¨®n, el env¨ªo de una copia del acta de clausura a la canciller¨ªa chilena para que agentes de la DINA queden destacados en las embajadas, testimonios... Para los jueces, Pinochet no puede alegar desconocimiento. Sostienen que "es imposible" que se efectuara esta reuni¨®n en plena dictadura sin que el entonces jefe del Ej¨¦rcito y gobernante "se hubiese enterado ni dado su aprobaci¨®n". Esta coordinaci¨®n tuvo el apoyo, o al menos la aceptaci¨®n de Estados Unidos. Fue el comienzo formal de esta internacional del terror que arrest¨®, secuestr¨®, tortur¨® y asesin¨® a m¨¢s de 200 opositores de la dictadura en los a?os setenta y ochenta, traslad¨¢ndolos en secreto de un pa¨ªs a otro, muchos de los cuales est¨¢n detenidos-desaparecidos. Primero la Corte de Apelaciones de Santiago, por 14 votos contra nueve, y despu¨¦s la Corte Suprema, por nueve votos contra ocho, privaron de inmunidad al ex dictador por sus fundadas sospechas de que particip¨® en los cr¨ªmenes de 19 de estas personas. Desprovisto de fuero, Pinochet no podr¨¢ oponerse a ser interrogado ni a someterse a nuevos ex¨¢menes mentales, seg¨²n el orden que decrete Guzm¨¢n. A tres meses de cumplir 89 a?os, en su crep¨²sculo, el ex dictador est¨¢ en la situaci¨®n m¨¢s vulnerable desde que en 2000 volvi¨® de su arresto en Londres: desaforado, sin apoyos, con su imagen desmoronada entre sus partidarios despu¨¦s de que se descubrieran sus cuentas secretas con entre cuatro y ocho millones de d¨®lares en el banco Riggs y sin subordinados dispuestos a sacrificarse por ¨¦l. Para eludir la justicia, s¨®lo le queda el camino de intentar demostrar demencia senil. Ya lo hizo una vez antes, escapando de las manos de Guzm¨¢n, que hab¨ªa conseguido desaforarlo por la llamada caravana de la muerte, una comitiva militar enviada por ¨¦l que recorri¨® el pa¨ªs asesinando a 75 prisioneros pol¨ªticos poco despu¨¦s del golpe en 1973 contra el presidente Salvador Allende.

La acusaci¨®n pedir¨¢ al juez que Pinochet sea interrogado de inmediato

Sobrese¨ªdo por su supuesta locura y despu¨¦s de que los tribunales rechazaran desaforarlo en otras dos querellas criminales, Pinochet concedi¨® entrevistas, se pase¨®, fue de compras, a comer a restaurantes y se comport¨® como un intocable. El peso de los antecedentes inculpatorios en la Operaci¨®n C¨®ndor y su actitud llevaron a jueces de tribunales que se han ido renovando a cambiar de criterio y lo desaforaron de nuevo. El ex jefe de la DINA, general Manuel Contreras, uno de los seis procesados por la Operaci¨®n C¨®ndor, advirti¨® a Pinochet el viernes, en una entrevista a un noticiario de televisi¨®n, de que no est¨¢ dispuesto a cargar con todo el fardo: "Yo respondo por lo que hice y todo lo que mi gente hizo. Mis superiores tambi¨¦n deben responder por lo que se orden¨® y lo que se hizo". Su superior, seg¨²n el expediente, era Pinochet, con quien desayunaba a diario para darle cuenta de los actos de la DINA. "Cualquier misi¨®n a cumplir tendr¨ªa que haber venido, como siempre vino, del presidente de la Rep¨²blica", declara. La colaboraci¨®n de los aparatos represivos fue previa a la primera reuni¨®n. Los asesinatos en Buenos Aires, en 1974, del ex jefe del Ej¨¦rcito chileno Carlos Prats y de su esposa fueron los primeros ejemplos. Pero los querellantes escogieron para acusar al ex dictador por la Operaci¨®n C¨®ndor por aquellos casos en que estaba m¨¢s avanzada la investigaci¨®n. Uno de los casos m¨¢s documentados en los 12 tomos y dos cuadernos reservados de este proceso contra Pinochet es el de Jorge Fuentes, un militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria al que dec¨ªan Trosko. Arrestado y fichado por la polic¨ªa paraguaya en 1975, fue interrogado por agentes de la DINA que viajaron hasta ese pa¨ªs y despu¨¦s lo trajeron al pa¨ªs. Decenas de prisioneros en Villa Grimaldi, un recinto de torturas de la DINA, recuerdan que Trosko lleg¨® desde Paraguay con sarna y sin cabello. Cuando no lo estaban torturando, lo dejaban amarrado a una casucha de perro, donde los guardias se re¨ªan de ¨¦l, lo hac¨ªan ladrar y le dec¨ªan "bicho". Su rastro se pierde cuando lo "trasladan". En otro caso, Jacobo Stoulman y Matilde Pessa, su esposa, fueron sacados en el aeropuerto de Ezeiza (Buenos Aires) del avi¨®n donde ven¨ªan desde Santiago y frente a todos los pasajeros detenidos por agentes de la DINA y argentinos, y desde entonces est¨¢n desaparecidos.