La convenci¨®n de Nueva York se abre con el recuerdo de los ataques del 11-S
Bush logra el apoyo p¨²blico de los l¨ªderes republicanos moderados m¨¢s populares
A dos meses de las elecciones presidenciales y con un empate en los sondeos entre George W. Bush y el senador John Kerry, la convenci¨®n republicana se abri¨® ayer en Nueva York con el apoyo p¨²blico al presidente de dos de los l¨ªderes m¨¢s populares del partido: el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani y el senador por Arizona John McCain, en una jornada dedicada a recordar los atentados del 11-S y a realzar el papel del presidente: "Ha sido puesto a prueba y ha estado a la altura del mayor desaf¨ªo de nuestra era", asegur¨® McCain, que intervino en el momento de mayor audiencia.
El ex alcalde de Nueva York no se qued¨® atr¨¢s: "Bush supo ver la maldad que encierra el terrorismo y no vacilar¨¢ en el objetivo de derrotarlo y de hacer que este pa¨ªs sea m¨¢s seguro". Giuliani, uno de los pol¨ªticos estadounidenses con mayor nivel de popularidad y que m¨¢s simpat¨ªas despierta, compar¨® a Bush con Winston Churchill y Ronald Reagan, como dos l¨ªderes que adoptaron decisiones impopulares en la lucha contra el nazismo y el comunismo.
John McCain, que fue prisionero en Vietnam durante cinco a?os y cuyo predicamento es casi mayor en las filas dem¨®cratas e independientes que en las republicanas, pidi¨® en su discurso el apoyo de todo el pa¨ªs en la construcci¨®n de una coalici¨®n internacional capaz de ganar la batalla contra el terrorismo y en defensa de la libertad: "Lo que nuestros enemigos intentaron destruir est¨¢ fuera de su alcance: no pueden arrebat¨¢rnoslo, excepto si nos rendimos".
Giuliani y McCain est¨¢n muy alejados de las posiciones del presidente Bush y del n¨²cleo duro del Gobierno. McCain fue rival del presidente en las primarias de 2000; aunque apoy¨® la guerra y la l¨ªnea dura en pol¨ªtica exterior, discrepa de todo lo dem¨¢s, es amigo de Kerry -coquete¨® con la idea de ser vicepresidente con los dem¨®cratas- y pasa por ser uno de los pol¨ªticos m¨¢s valorados por los votantes independientes.
El de Giuliani es un caso semejante: h¨¦roe nacional por su respuesta a los atentados de las Torres Gemelas, tambi¨¦n comparte con el Gobierno la pol¨ªtica de seguridad y defensa, pero en lo dem¨¢s -desde su defensa de los derechos de los homosexuales hasta el control de armas, pasando por el derecho al aborto- no puede estar m¨¢s distante.
Conexi¨®n con los veteranos
?Por qu¨¦ McCain y Giuliani dan legitimidad a Bush en dos asuntos esenciales -la conexi¨®n con el 11-S y con los veteranos- y le ayudan en el sector del electorado que m¨¢s necesita el presidente, los independientes que no saben a¨²n a qui¨¦n dar su voto y los republicanos moderados enfadados con la pol¨ªtica radical del Gobierno? ?Por qu¨¦ Giuliani echa una mano decisiva a la convenci¨®n de Nueva York, rechazada en las calles de la ciudad, y por qu¨¦ McCain estar¨¢ hoy con el presidente en la convenci¨®n de la Legi¨®n Americana en Tennessee, cuando hace cuatro a?os sufri¨® todo el juego sucio del mundo por parte del equipo de Bush? La respuesta es sencilla: porque ambos abrigan ambiciones presidenciales para el 2008, tanto si Bush gana en noviembre como si pierde.
Y tambi¨¦n es una manera adecuada para Giuliani y McCain de estar en la l¨ªnea de salida, de ganarse el favor de la maquinaria del partido y de reconciliarse con los republicanos ultras, que echan pestes de ellos, es la de ayudar a construir la imagen que el presidente necesita desesperadamente, la imagen de l¨ªder capaz de unir al pa¨ªs y garantizar la seguridad en tiempos dif¨ªciles.
En la estrategia de reconstruir el mensaje de moderaci¨®n con el que Bush se estren¨® en el a?o 2000 y que salt¨® por los aires con la pol¨ªtica nacional e internacional de los dos ¨²ltimos a?os, la convenci¨®n cont¨® ayer con el ex alcalde dem¨®crata de Nueva York entre 1978 y 1989, Ed Koch -que ha organizado la red de voluntarios, para extra?eza y disgusto de sus compa?eros de partido-, y del actual alcalde, Michael Bloomberg, que perteneci¨® al Partido Dem¨®crata hasta poco antes de ser elegido, en 2002, para sustituir a Rudy Giuliani.
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