La deuda sigue en aumento

Buenos Aires

La deuda p¨²blica argentina aument¨® 34.368 millones de d¨®lares (28.214 millones de euros) desde el fin de la convertibilidad entre el peso y el d¨®lar, en enero de 2002, hasta el 31 de diciembre de 2003, con lo que el saldo de la deuda nacional ascendi¨® en dicha fecha a 157.927 millones de d¨®lares (129.650 millones de euros), seg¨²n datos difundidos ayer por el Ministerio de Econom¨ªa.

La explicaci¨®n oficial atribuye este incremento de la deuda en suspensi¨®n de pagos a la emisi¨®n de una gama de bonos para paliar los efectos de la crisis. Concretamente, los Boden 2012, entregados tras el primer canje de dep¨®sitos a los afectados por el corralito (congelaci¨®n de fondos); los bonos para compensar a los bancos por la pesificaci¨®n asim¨¦trica; el rescate de las seudomonedas emitidas por diversos gobiernos provinciales; los bonos para saldar deudas de la Seguridad Social o con proveedores del Estado y el Bono Garantizado Nacional, que se emiti¨® por las deudas de las provincias.

Desde que el ministro de Econom¨ªa, Roberto Lavagna, present¨® en junio pasado en clave de ultim¨¢tum la ¨²ltima propuesta para renegociar la deuda argentina con los acreedores privados pocas cosas han cambiado. Como gran novedad, respecto de anteriores propuestas, el Gobierno acept¨® incorporar los intereses vencidos hasta diciembre de 2003, con lo que la deuda a renegociar subir¨ªa a unos 99.400 millones.

Ofreci¨® a los acreedores tres bonos que ser¨ªan canjeados por los m¨¢s de 150 t¨ªtulos en ocho monedas distintas que est¨¢n en suspensi¨®n de pagos. Se trata de los bonos a la par (sin quita), cuasi par (pesificado y con un peque?o descuento) y descuento (con un 75% de quita de capital). Argentina se comprometi¨® a lograr un super¨¢vit fiscal del 2,7% hasta 2010, m¨¢s alto que el 2,4% comprometido este a?o con el FMI.

La oferta naci¨® condicionada a ¨ªndices tan imprevisibles como la aceptaci¨®n del plan o el crecimiento econ¨®mico, de los que depender¨¢ el rendimiento de los nuevos bonos de deuda que el Gobierno pretende poner en el mercado. Los acreedores han recibido con enorme recelo o rechazo la propuesta, que tiene que negociarse entre septiembre y diciembre.

En junio, el ministro de Econom¨ªa confiaba en convencer al 60% de los acreedores para lanzar las campanas al vuelo. Hoy, las cuentas de sus asesores pronostican que, cuando concluya el verano austral, la mitad de los tenedores de bonos argentinos habr¨¢ aceptado las nuevas condiciones de Buenos Aires.