Rossini, en gira

Anteayer en San Sebasti¨¢n, pr¨®xima parada en Pamplona, hace un par de meses en La Coru?a. Y siempre con La donna del lago. Rossini est¨¢ en gira con este melodrama inspirado en una novela de Walter Scott. En Pesaro se estren¨® en 2001 una versi¨®n esc¨¦nica muy interesante dirigida por Luca Ronconi. Ha quedado aparcada. Cuesti¨®n de gastos, supongo. De comodidad tambi¨¦n. Incluso de consideraci¨®n hacia la obra. Fueron los cantantes los que potenciaron el ¨¦xito de Pesaro. Dos de ellos, especialmente. Los dos permanecen en la gira. Gracias a ellos se sigue manteniendo el espect¨¢culo

Son, claro, Juan Diego Fl¨®rez y Daniela Barcellona. Unos d¨ªas est¨¢ mejor ¨¦l, otros, ella. Es secundario. En San Sebasti¨¢n fue m¨¢s completa la actuaci¨®n de ella. M¨¢s humana en la construcci¨®n de su personaje. Daniela Barcellona ha pasado por una crisis vocal, pero, seg¨²n las ¨²ltimas actuaciones que he podido presenciar -en Salzburgo, con Bellini, en San Sebastian, con Rossini-, la ha superado completamente. Tiene car¨¢cter la cantante italiana. Y personalidad. Y una generosa entrega. Juan Diego Fl¨®rez cant¨® con la facilidad que le distingue y un quinto sentido deslumbrante en el registro agudo. El aria La llama suave la llev¨® con cierta melosidad, pero con el toque de distinci¨®n que ¨¦l imprime siempre a su canto. Con escena, en cualquier caso, su arte luce mucho m¨¢s, y no solamente porque es un buen actor, sino porque se mete m¨¢s en la piel de los personajes.

Los dem¨¢s cantantes est¨¢n varios escalones por debajo. En particular, Gregory Kunde sorte¨® con muchas dificultades algunos escollos vocales de la obra. Darina Takova est¨¢ sustancialmente mejor, es una buena cantante que no acaba de desprenderse de cierta afectaci¨®n, y Sim¨®n Orfila contin¨²a su l¨ªnea ascendente con una impoluta correcci¨®n a un paso de la brillantez.

La donna de lago es una ¨®pera de voces y requiere un maestro concertador. Lo tuvo en Riccardo Frizza, que, adem¨¢s, sac¨® un partido m¨¢s que notable de la Orquesta Pablo Sarasate de Pamplona, especialmente de unas secciones de cuerda que siguieron con habilidad los crescendos y dem¨¢s travesuras rossinianas. Al coro le falt¨® desprenderse de un punto de rigidez, pero se desenvolvi¨® con precisi¨®n en las exigencias r¨ªtmicas. En conjunto, la tarde result¨® entretenida. Con mucho ¨¦xito, eso s¨ª. Pero, ya se sabe, San Sebasti¨¢n es muy rossiniana y estaban dos monstruos en el escenario. Verdaderamente, qu¨¦ pareja de cantantes Fl¨®rez y Barcellona.