Invasi¨®n de ultracuerpos
Volvemos de las vacaciones. A¨²n no abandonada del todo la cola de la autopista o el tumulto del aeropuerto, ya nos damos de bruces con una noticia sorprendente. A traici¨®n, sin darnos tiempo a reponernos de tanto caos, el F¨®rum ha conseguido aumentar su n¨²mero de visitantes. A d¨ªa de hoy, cautivo y desarmado el ej¨¦rcito de agoreros que vaticinaban un fracaso absoluto, ya pueden verse multitudes vagando sin rumbo por el recinto. ?Aleluya, Aleluya! ?Hosanna, ey, ey!
Confundidos por tan extra?os rumores, decidimos desplazarnos al lugar de los hechos. Y efectivamente, a los grupos de estudiantes que pululaban confusos, se les han unido los jubilados. Se ven familias que buscan mimetizarse con el tropel de curiosos que dan vueltas y m¨¢s vueltas, sin saber muy bien qu¨¦ buscan. Una masa humana que se sorprende y se entusiasma con las dimensiones del recinto, los colorines de la macroplaza o los precios de los puestos de comida r¨¢pida. Es decir, nada ha cambiado. Pero la sola idea de que falta menos de un mes para su clausura ha levantado al personal de la hamaca y le ha conducido -cual flautista de Hamel¨ªn municipal- hasta aqu¨ª. Eso s¨ª, como aclaran en todos los informativos, los turistas siguen sin acudir. Al parecer, entre los miles de guiris que nos visitan, el F¨®rum no ha despertado mucho inter¨¦s. Seg¨²n la organizaci¨®n, apenas 8 de cada 100 visitantes son extranjeros. As¨ª pues, se vuelve a poner de manifiesto que este foro internacional de las culturas s¨®lo ha interesado a los barceloneses. Por motivos que poco o nada tienen que ver con el di¨¢logo. Mezcla de parque de atracciones, cine al aire libre y obra fara¨®nica, a la vecina del tercero s¨®lo le interesa saber c¨®mo quedar¨¢ urbanizada la zona una vez terminada la cosa.
Los portavoces nos cuentan que la bajada de las temperaturas ha causado esta avalancha humana, culpando sutilmente al sol del fracaso de p¨²blico. Cuando se organice en Laponia va a ser un exitazo. Los portavoces dejan de mirarse el ombligo moment¨¢neamente para mirar a los astros, buscando respuestas que expliquen el incomprensible desinter¨¦s popular por la cosa esta universal. Volvemos a mirar a los astros, se?al inequ¨ªvoca de que ya no sabemos d¨®nde mirar. Ya s¨®lo nos falta silbar distra¨ªdamente y encogernos de hombros para evitar reconocer el fracaso y la decepci¨®n. La autocr¨ªtica ya no se lleva, no vaya a ser que tengamos un disgusto al pensar que hemos hecho algo mal y nuestra autoestima quede da?ada.
S¨ª, los aparcamientos se llenaron, y tres de cada cuatro visitantes parece que est¨¢n satisfechos con la oferta y otorgan un notable de nota. Llegados a este punto echamos mano de Campoamor, ya saben, nada es verdad ni es mentira, todo es seg¨²n del color del cristal con que se mira. Nosotros pensamos que si se llenan los aparcamientos es porque el visitante del F¨®rum se gana bien la vida y se puede pagar un veh¨ªculo, que para algo se hizo la Revoluci¨®n Francesa. En cuanto a la satisfacci¨®n por la oferta puede ser que, efectivamente, valga la pena. Tambi¨¦n pudiera darse el caso de que el nivel de exigencia del visitante sea m¨¢s bien bajo -dicho sea con todos los respetos- y que se conforme con haber pasado una bonita tarde de domingo de picnic cultural, l¨²dica, entretenida. Pero para ese viaje no hac¨ªan falta alforjas. No tenemos la respuesta verdadera. En las riberas del Bes¨°s hemos visto unos sospechosos huertos de vainas vegetales, ?habr¨¢ sido el ciudadano abducido y programado para invadir el F¨®rum en estos d¨ªas tormentosos? Este consistorio es capaz de cualquier cosa. Y es que Barcelona y yo somos as¨ª, se?ora.
Accidents Polipo¨¨tics son Xavier Theros y Rafael Metlikovez.
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