Siete pistas capitales sobre un placentero viaje desde el canto gregoriano a Gy?rgy Ligeti
Obras maestras de Bach, Mozart, Vivaldi, Beethoven, Wagner, Alb¨¦niz y Falla, entre otros
Siete pistas ayudar¨¢n a conocer este viaje por la m¨²sica.
Primera. La colecci¨®n CL?SICA-EL PA?S consta de 50 vol¨²menes. Cada uno de ellos contiene un disco dedicado a un compositor emblem¨¢tico de la historia de la m¨²sica y un libro de acompa?amiento con un ensayo y un fondo de documentaci¨®n sobre el mismo. Los diferentes vol¨²menes no aparecen en orden cronol¨®gico sino por criterios l¨²dico-editoriales y se extienden en el tiempo desde el canto gregoriano sobre manuscritos de los siglos X y XI hasta un autor vivo, Gy?rgy Ligeti, cuyo R¨¦quiem traspas¨® las fronteras de la m¨²sica cl¨¢sica gracias a su utilizaci¨®n como banda sonora en la pel¨ªcula 2001, una odisea del espacio, de Stanley Kubrick. Los disco-libros aparecen los lunes, martes y mi¨¦rcoles y se venden a un precio unitario de 2,95 euros al adquirir el diario.
La elecci¨®n de los int¨¦rpretes juega un papel central en la colecci¨®n
Escuchen los discos cuando el cuerpo se lo pida y en el orden que les venga en gana
Segunda. Con el ejemplar del pr¨®ximo domingo, 12 de septiembre, EL PA?S regalar¨¢ el primer n¨²mero de la colecci¨®n. Est¨¢ dedicado a la m¨²sica de Johann Sebastian Bach, con varios de sus conciertos m¨¢s populares -Tercero de Brandeburgo, concierto para dos violines en re menor, concierto para oboe y viol¨ªn en do menor- y una suite de danzas. La interpretaci¨®n corre a cargo del grupo Caf¨¦ Zimmermann, que envuelve las diferentes obras con una m¨¢s que considerable dosis de energ¨ªa y frescura. Bach volver¨¢ m¨¢s adelante a la colecci¨®n con alguna de sus cantatas interpretadas por el Bach Collegium Japan bajo la direcci¨®n de Masaaki Suzuki. Bach es un s¨ªmbolo desde el que la m¨²sica se proyecta en todas las direcciones. Por ese car¨¢cter referencial se inaugura con ¨¦l la serie.
Tercera. Tom¨¢s Luis de Victoria o Monteverdi antes de Bach; Haydn y Beethoven despu¨¦s. La lista de compositores es s¨®lida: Vivaldi, H?ndel, Mozart, Brahms, Schubert, Strauss, Mahler, Debussy, Wagner, Chaikovski, Falla, Bartok. Y tambi¨¦n los Biber, Marais, Pergolesi o Grieg. De cada uno de ellos se atiende a sus obras m¨¢s representativas y, en alg¨²n caso, a las m¨¢s bellas aunque no sean las m¨¢s conocidas. El abanico de formas musicales es extenso: madrigales en Monteverdi, cuartetos en Haydn o Beethoven, lieder en Schubert o Schumann, sinfon¨ªas en Brahms o Mahler, obras para piano en Alb¨¦niz o Chopin. La variedad es una de las bases de la colecci¨®n. ?nicamente se ha dejado fuera la ¨®pera, aunque se han mantenido por su importancia orquestal algunas oberturas y escenas de Wagner de la mano de Hans Knappertsbuch. Su valor hist¨®rico justifica que el sonido de este disco sea un poco inferior a cualquier otro de la colecci¨®n.
Cuarta. La elecci¨®n de los int¨¦rpretes juega un papel central en la colecci¨®n CL?SICA-EL PA?S. A grandes rasgos, se ha recurrido a las grandes figuras hist¨®ricas indiscutibles del gran repertorio sinf¨®nico rom¨¢ntico y a las ¨²ltimas tendencias, especialmente en el periodo barroco. As¨ª, Furtw?ngler dirige a Beethoven, Clemens Krauss a Richard Strauss, Karl Ancerl a Bartok, Kubelik a Dvor¨¢k o Brahms, Neumann a Mahler o Maag a Mendelssohn (con la Sinf¨®nica de Madrid, por cierto), con lo que el nuevo aficionado tendr¨¢ unas lecturas de referencia y el m¨¢s iniciado podr¨¢ comparar con lo que se est¨¢ haciendo hoy en d¨ªa. Por otra parte, la colecci¨®n no pasa por alto las consecuencias de la revoluci¨®n historicista en la visi¨®n del barroco, vista a trav¨¦s de los grupos m¨¢s j¨®venes. Para las archipopulares Cuatro estaciones, de Vivaldi, la elecci¨®n interpretativa ha reca¨ªdo en la Accademia Bizantina de Ottavio Dantone (tras una encendida discusi¨®n frente a la versi¨®n de Fabio Biondi, todo hay que decirlo), para las ¨²ltimas sinfon¨ªas de Mozart se ha optado por Anima Eterna y Jos Van Immerseel, y para las piezas para viola de gamba de Marin Marais es Paolo Pandolfo el elegido.
Quinta. La colecci¨®n se apoya en sellos discogr¨¢ficos de m¨¢s de media Europa, desde los archivos del Festival de Salzburgo hasta casas checas, suecas, francesas, alemanas o finlandesas, pero no olvida la m¨²sica espa?ola ni a sus int¨¦rpretes destacados. De esta manera, Tom¨¢s Luis de Victoria se contempla por el grupo M¨²sica Ficta dirigido por Ra¨²l Mallavibarrena; Alb¨¦niz por el inmenso pianista Esteban S¨¢nchez; Arriaga por Jes¨²s L¨®pez Cobos y Falla por Edmon Colomer al frente de la Joven Orquesta Nacional de Espa?a con el pianista Rafael Orozco en las Noches en los jardines de Espa?a.
Sexta. Los libros de apoyo pueden ser una ayuda sustancial para acercarse al entorno del compositor y, en definitiva, comprender mejor las circunstancias de sus creaciones. En la introducci¨®n colaboran firmas familiares para el lector habitual de EL PA?S, no solamente del campo musical sino tambi¨¦n de la literatura o el pensamiento. Pero tambi¨¦n se ha invitado a especialistas de otros diarios o revistas especializadas y a profesores de diversas universidades. Pr¨¢cticamente la totalidad de los trabajos son in¨¦ditos. En algunos casos las elecciones son obvias. ?Qui¨¦n mejor que Juan Carlos Asensio para hablar de gregoriano, y m¨¢s a¨²n despu¨¦s de su monumental libro publicado recientemente en Alianza sobre este tema? ?O qui¨¦n ofrece m¨¢s garant¨ªas que Jos¨¦ Luis T¨¦llez para adentrarse en Haydn? En otros casos, puede ser m¨¢s sorprendente. No muchos conocen, por poner un ejemplo, que detr¨¢s del catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de Deusto Xavier Elzo se esconde un apasionado bruckneriano. Pues bien, ah¨ª le tenemos con la Cuarta sinfon¨ªa del compositor austriaco. Las introducciones vienen complementadas por una documentaci¨®n b¨¢sica en la que se perfilan los datos biogr¨¢ficos del compositor, las caracter¨ªsticas principales de las obras del disco y sus int¨¦rpretes y, en alg¨²n caso, hasta las del sello discogr¨¢fico.
S¨¦ptima. Un ramillete de joyas: G¨¦rard Souzay (recientemente fallecido) cantando a Schumann o Dietrich Fischer-Dieskau a Schubert; Patrick Cohen o Freddy Kempf interpretando al piano a Satie o Chopin, respectivamente; el Stabat mater, de Pergolesi, con Le Po¨¨me Harmonique; los quintetos con guitarra, de Boccherini, con Jos¨¦ Miguel Moreno, Emilio Moreno y La Real C¨¢mara; en fin, las m¨²sicas sacras de Vivaldi o H?ndel. Y un consejo final: escuche los discos cuando el cuerpo se lo pida, sin prisas consumistas, en el orden que le venga en gana. La vida es larga y la m¨²sica, la gran m¨²sica, tiene infinitos placeres por descubrir pero requiere un tiempo y un estado de ¨¢nimo favorables.
Babelia
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