"El mismo Bush ha criticado lo de Irak"

Esta entrevista fue realizada tras la asistencia de Moratinos a la reuni¨®n de ministros de Exteriores de la UE, celebrada el viernes y s¨¢bado pasados en Maastricht.

Pregunta. Parece ya seguro que el refer¨¦ndum de ratificaci¨®n de la Constituci¨®n europea se celebrar¨¢ en Espa?a el 27 de febrero. ?No hubiera sido m¨¢s razonable esperar a que, como sigue promoviendo el Parlamento Europeo, se acuerde una fecha com¨²n para todos los pa¨ªses comunitarios?

Respuesta. Queremos que sea a finales de febrero, pero todav¨ªa no hay una fecha definitiva. Lo de la fecha com¨²n ya se abord¨® en la primera reuni¨®n de la presidencia holandesa, y nosotros no nos opon¨ªamos a ello, pero, desgraciadamente, cada pa¨ªs decidi¨® ir por su v¨ªa.

"Yo creo que ha llegado el momento de retomar el di¨¢logo con Londres y buscar mecanismos para canalizar la negociaci¨®n sobre Gibraltar"

"El pr¨®ximo d¨ªa 13 har¨¦ a la UE una propuesta para un mayor reconocimiento del catal¨¢n, el euskera y el gallego"

"No hay posici¨®n del Gobierno sobre la supresi¨®n del veto o el aumento del n¨²mero de miembros del Consejo de Seguridad de la ONU"

"Turqu¨ªa ha hecho esfuerzos muy importantes, que todo el mundo reconoce, y esperamos que el informe de la Comisi¨®n sea positivo"

P. ?Le cabe alguna duda sobre el resultado de la consulta en Espa?a?

R. No, ninguna. Yo creo que los ciudadanos espa?oles son europe¨ªstas.

P. Los partidos nacionalistas exigen que el Gobierno reclame el reconocimiento del gallego, el catal¨¢n y el euskera como lenguas oficiales de la UE.

R. Yo creo que la Constituci¨®n abre la puerta a un mayor reconocimiento y utilizaci¨®n de las otras lenguas oficiales espa?olas y, desde luego, el Gobierno va a hacer todo lo que est¨¦ en su mano para obtenerlo. En el pr¨®ximo Consejo de Asuntos Generales, que se celebrar¨¢ el d¨ªa 13, ya voy a hacer una propuesta en ese sentido.

P. Si cinco pa¨ªses o alguno de los pa¨ªses esenciales para la construcci¨®n europea, dijera "no" a la Constituci¨®n, ?se ir¨¢ a una Europa a dos velocidades?

R. Todas las opciones estar¨ªan abiertas y, si ¨¦se es el caso, Espa?a ser¨¢ de aquellos pa¨ªses que busquen seguir avanzando. Yo no lo llamar¨ªa dos velocidades, pero s¨ª quiz¨¢s una Europa avanzada, de mayor vocaci¨®n europe¨ªsta.

P. La cumbre del pr¨®ximo lunes, en Madrid, del presidente Zapatero con los l¨ªderes de Francia, Jacques Chirac, y Alemania, Gerhardt Schr?der, ?significa la ampliaci¨®n a Madrid del eje Par¨ªs-Berl¨ªn?

R. No nos gusta el t¨¦rmino "eje". Creo que es un t¨¦rmino que los europeos tendr¨ªamos que erradicar. S¨ª nos gusta estar junto a aquellos que quieren construir Europa y tienen la capacidad de hacerlo. La reuni¨®n del lunes es muy importante para visualizar lo que es la nueva posici¨®n de Espa?a.

P. ?Pero Espa?a se plantea ser miembro permanente de esas reuniones entre Par¨ªs y Berl¨ªn, o s¨®lo un invitado ocasional, como lo ha sido el Reino Unido, o incluso Polonia y Rusia?

R. Bueno, lo que pasa es que Europa la estamos construyendo todos los d¨ªas, y este tipo de reuniones, habr¨¢ que ver... Lo que s¨ª habr¨¢ es vocaci¨®n de seguimiento. ?sta no es una reuni¨®n ¨²nica, es el comienzo de una buena amistad, como se dec¨ªa en Casablanca.

P. Algunas de las principales dificultades que tiene Espa?a en la UE son problemas con estos socios, digamos, privilegiados. Por ejemplo, sobre la financiaci¨®n futura de la UE.

R. Estoy seguro de que esto se va a abordar el lunes. Es verdad que hay posiciones alejadas, pero tambi¨¦n es verdad que estando cerca, teniendo la capacidad de di¨¢logo y de expresar las dificultades, se puede llegar a un punto de encuentro de manera constructiva.

P. Otro tema candente europeo es el ingreso, o no, de Turqu¨ªa. ?Se ha enfriado con Zapatero el entusiasmo que Aznar demostr¨® por esa ampliaci¨®n?

R. Yo creo que no. Nuestra entrevista en Estambul con el primer ministro Erdog¨¢n demostr¨® el apoyo espa?ol al ingreso de Turqu¨ªa. L¨®gicamente, tendr¨¢ que acometer una serie de reformas econ¨®micas e institucionales, y va a ser una negociaci¨®n muy larga. En el Consejo Europeo hay todav¨ªa mucha incertidumbre por parte de algunos pa¨ªses.

P. Pero su impresi¨®n es que Turqu¨ªa est¨¢ cumpliendo las condiciones que se le piden.

R. Turqu¨ªa ha hecho unos esfuerzos muy importantes, que todo el mundo reconoce, y nosotros esperamos que el informe de la Comisi¨®n

[previsto para el 6 de octubre] sea positivo.

P. Un tema bilateral que envenena relaciones espa?olas es Gibraltar. Usted habl¨® recientemente de "provocaciones" brit¨¢nicas.

R. No. Lo que nosotros dijimos es que la serie de gestos que llevaron a aumentar el tono de nuestra reacci¨®n era poco comprensible entre dos socios y amigos, como el Reino Unido y Espa?a. Dicho esto, yo creo que ha llegado el momento de retomar el di¨¢logo y de volver a buscar mecanismos para canalizar lo que es la futura negociaci¨®n de Gibraltar. Eso es lo que hemos decidido que haremos a partir de la pr¨®xima reuni¨®n que mantenga con Straw en Madrid, aunque tampoco quiero crear falsas expectativas.

P. ?Hay alguna posibilidad de volver a negociar una soberan¨ªa compartida?

R. No s¨®lo lo creo, sino que tenemos que conseguirlo. ?sa es la responsabilidad de todo el Gobierno espa?ol. Veremos cu¨¢ndo y c¨®mo.

P. Hablemos de Estados Unidos. El presidente del Gobierno va el 19 de septiembre e Nueva York, donde coincidir¨¢ con Bush. Usted tambi¨¦n coincidir¨¢ con Powell. ?Cabe esperar alg¨²n gesto de deshielo en esos d¨ªas?

R. No lo creo, porque el presidente va a Naciones Unidas, no a una visita bilateral a EE UU. No hay ninguna petici¨®n de encuentro, ni nada en la agenda. Pero tampoco hay hielo. Yo, con Powell, me ver¨¦ en Nueva York. Hablo con ¨¦l normalmente por tel¨¦fono, al menos cada quince d¨ªas...

P. El hecho es que, desde que usted comunic¨® oficialmente en Washington la retirada de las tropas espa?olas de Irak, no ha habido ning¨²n encuentro formal entre Espa?a y EE UU.

R. Es verdad, pero tambi¨¦n hay contemplar que los dirigentes estadounidenses est¨¢n en campa?a electoral, y ya no est¨¢n para visitas. Si recorremos la agenda bilateral del presidente Bush y de Powell, no es que no entre Espa?a, es que no han ido a ning¨²n otro pa¨ªs.

P. ?Cree que la pol¨ªtica de Washington en Irak se est¨¢ aproximando de alguna manera a la buena v¨ªa?

R. Creo que s¨ª hicieron un esfuerzo en Naciones Unidas, donde aceptaron muchas de las sugerencias que distintos pa¨ªses del Consejo de Seguridad les hicimos. El propio presidente [George W. Bush] ha declarado que no esperaba que la posguerra ser¨ªa tan complicada, de modo que est¨¢ haciendo algo de an¨¢lisis cr¨ªtico de lo que fue la estrategia de intervenci¨®n en Irak.

P. El caso es que la actividad terrorista no remite. ?Qu¨¦ falla en la estrategia?

R. Como dijo el presidente del Gobierno [espa?ol] en Estambul, hace falta una estrategia pol¨ªtica diferente. No podemos seguir con la misma actitud reactiva. Lo que Italia y Espa?a hemos planteado en el Consejo de Ministros de la UE es esta necesidad de revisar la estrategia europea.

P. ?Est¨¢ m¨¢s cerca el consenso?

R. Todav¨ªa no ha habido el debate serio que pedimos. Tampoco creo que nadie posea la varita m¨¢gica para resolverlo, pero s¨ª reivindicamos que haya una reflexi¨®n honesta, sincera, cr¨ªtica, de lo que han sido los logros y los fallos de la actual estrategia de la lucha contra el terrorismo. De lo contrario, crearemos esa fortaleza europea u occidental, podremos detener quiz¨¢s a 500 miembros de Al Qaeda, pero no sabemos si Al Qaeda entretanto puede reclutar a 3.000.

P. ?Cree que ese consenso ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil si la Administraci¨®n de EE UU cambiara?

R. Yo ah¨ª no me voy a meter. Creo que sea quien sea el inquilino de la Casa Blanca tendr¨¢ que asumir este debate y tendr¨¢ que reaccionar.

P. En Oriente Pr¨®ximo, el punto muerto parece total.

R. Por primera vez hay una clara voluntad de los ministros comunitarios de que la Un¨®n Europea tiene que tomar la iniciativa, involucrarse m¨¢s. La mayor¨ªa de ellos sostiene que Arafat gustar¨¢ o no gustar¨¢, pero sigue siendo el interlocutor insoslayable. La pol¨ªtica de aislar a Yasir Arafat no ha dado resultado.

P. En toda esta situaci¨®n, la ONU es un instrumento insustituible. ?No es contradictorio que precisamente el Gobierno socialista rebaje el impulso reformador, al no oponerse al derecho de veto y al limitarse a pedir que aumente el n¨²mero de miembros no permanentes del Consejo de Seguridad?

R. Todo lo contrario. Si hay impulso reformador ahora es porque hemos colocado el multilateralismo como uno de los ejes prioritarios de nuestra acci¨®n exterior. Lo que estamos haciendo por primera vez es aportar ideas, reflexionando y participando en los grupos formales que existen dentro de la familia de Naciones Unidas para impulsar la reforma. No hay posici¨®n del Gobierno sobre si vamos a pedir la supresi¨®n del derecho de veto o no, ni sobre si queremos aumentar el n¨²mero de miembros no permanentes.

P. ?Hay alguna posibilidad de que fuerzas espa?olas vuelvan a Irak, al margen de la coalici¨®n, precisamente para proteger a la misi¨®n de Naciones Unidas?

R. No. Hemos dicho en muchas ocasiones que las tropas espa?olas no volver¨¢n a Irak. Hemos discutido a nivel europeo la posibilidad de que la UE contribuya financieramente a la fuerza de protecci¨®n de Naciones Unidas, pero hemos dejado claro que, en temas de seguridad, en temas militares, Espa?a no enviar¨¢ tropas ni polic¨ªas a Irak.

P. Si Francia o Alemania dieran en ese paso, ?no existe un riesgo de ser el ¨²ltimo de la fila?

R. No creo que lo hagan, y, si lo hacen, como dijo el presidente del Gobierno, nosotros respetamos la actitud de unos y de otros, y pedimos que nos respeten la nuestra.

P. En el Consejo de Seguridad, Espa?a va a tener que lidiar tambi¨¦n con el problema del S¨¢hara. Tras cuatro meses en el Gobierno, ?ve alg¨²n avance hacia el acuerdo entre las partes que promueve Espa?a?

R. Yo creo que se ha roto la din¨¢mica de que volv¨ªamos de nuevo al fracaso. Tras los enormes esfuerzos positivos de [James] Baker [enviado especial de Annan], parec¨ªa como si se tirase la toalla, que no hubiera ya ninguna posibilidad de resolver el problema. Lo que se ha hecho en estos tres meses no es solamente volver a recuperar el inter¨¦s por el tema, sino que se ha sacudido, entre comillas, a las partes para que hagan un esfuerzo en la b¨²squeda de una soluci¨®n definitiva.

P. Pero las reacciones expl¨ªcitas tanto del Frente Polisario como de Argelia resultan bastante negativas para la iniciativa espa?ola.

R. No lo creo. Est¨¢n publicadas incluso manifestaciones de l¨ªderes importantes del Polisario que han aplaudido la posici¨®n espa?ola, y desde luego tanto el secretario general [del Frente Polisario], Abdelaziz, como el propio presidente [de Argelia] Buteflika y otros l¨ªderes argelinos nos han dado su, digamos, luz verde, para que Espa?a siga trabajando.

P. Otro inter¨¦s destacado espa?ol en ?frica es Guinea Ecuatorial. Parece claro que esta vez s¨ª ha habido un intento de golpe de Estado.

R. Las informaciones que llegan parecen confirmar ese supuesto, aunque nosotros no tenemos todos los datos, de momento, porque eso ocurri¨® bajo el anterior Gobierno.

P. ?Se ha hecho usted una idea cabal de cu¨¢l era la misi¨®n del buque de guerra que el anterior Gobierno quiso enviar a Guinea poco antes del golpe?

R. Bueno, la verdad es que no sabemos cu¨¢l era la misi¨®n precisa.

P. Pero habr¨¢n quedado papeles en el Ministerio...

R. No, yo no he visto papeles sobre ese tema en el Ministerio.

P. ?Y no sabe tampoco cu¨¢nto sab¨ªa el anterior Gobierno sobre el proyecto de golpe de Estado?

R. Hubo el rumor [de golpe de Estado], pero creo que el anterior Gobierno no lo consider¨® veraz.

P. ?Usted no ha pedido que se investigue el asunto?

R. Hemos pedido al CNI que nos den la informaci¨®n que tengan, pero lo importante es se?alar que este Gobierno no va a permitir que se utilice el territorio espa?ol para ning¨²n acto de desestabilizaci¨®n de otro Gobierno.

P. En Am¨¦rica Latina, Cuba es otra herencia de malas relaciones. Usted dijo recientemente que Espa?a podr¨ªa promover una revisi¨®n de la dura posici¨®n europea hacia el r¨¦gimen de Castro.

R. Estamos reflexionando. Hemos tomado nota de que las autoridades cubanas han liberado a algunos disidentes, pero consideramos que el esfuerzo a¨²n tiene que ser mayor. Queremos no tensar la relaci¨®n, ir gradualmente creando las condiciones de comprensi¨®n y respeto mutuo.

P. Hace una semana la familia de Ra¨²l Rivero denunciaba malos tratos en la c¨¢rcel. ?Es posible que haya una visita suya a Cuba en los pr¨®ximos meses?

R. No, yo por el momento no voy a ir a Cuba. Estamos fuertemente interesados en la situaci¨®n de Rivero y de otros disidentes encarcelados. La liberaci¨®n de Rivero ser¨ªa una muy buena se?al por parte de las autoridades cubanas.

P. Y a Venezuela, ?podr¨ªa ir en breve?

R. Por lo que se refiere a Venezuela, tenemos que expresar nuestra satisfacci¨®n y agradecimiento por la manera en que se desarroll¨® el refer¨¦ndum, una victoria de la democracia. A partir de ah¨ª, se trata de consolidar, de recuperar la estabilidad pol¨ªtica de Venezuela y de que todas las partes, en lugar de demonizarse, busquen el beneficio del pueblo venezolano, consolidando las instituciones democr¨¢ticas y reforzando el Estado de derecho.

P. Donde s¨ª va esta semana es a Argentina. ?Cree usted que el FMI deber¨ªa flexibilizar la renegociaci¨®n del acuerdo, como est¨¢ pidiendo Kichner?

R. Creo que tiene que haber un di¨¢logo constructivo, como creo que ha sido la reuni¨®n que ha mantenido Rato con el presidente Kirchner. Vamos a exigir a Kirchner que mantenga el di¨¢logo y su relaci¨®n con el Fondo Monetario, que exponga sus problemas e inquietudes dentro de lo que es la modernidad econ¨®mica y financiera de Argentina. Comprendemos y conocemos los retos de Argentina, que son enormes, y queremos animarla y apoyarla. Voy con un mensaje de apoyo a los esfuerzos de Kirchner, pero tambi¨¦n de apoyo para que se pueda obtener con el FMI un acuerdo que sea satisfactorio para todas las partes.

P. Usted se ha comprometido a reformar la diplomacia espa?ola. En dos palabras, ?de qu¨¦ se trata?

R. Tiene que ser una reforma de Estado, no coyuntural, que proyecte a la diplomacia espa?ola en el siglo XXI. Para ello, la diplomacia tiene que salir de su torre de marfil, el Ministerio de Asuntos Exteriores tiene que abrirse a la sociedad y tiene que adaptarse, no solamente a los desaf¨ªos y retos internacionales, sino tambi¨¦n a los instrumentos. Hoy la diplomacia no se puede hacer mandando correos del zar. ?se es el gran reto y, desde luego, vincular m¨¢s al Ministerio con la ciudadan¨ªa y a los ciudadanos con el Ministerio.