El lugar donde nacen los sue?os
Una mujer con un infarto cerebral da la clave del mal que impide so?ar
No todo el mundo sue?a. Algunos est¨¢n f¨ªsicamente incapacitados para hacerlo, pero no se sabe por qu¨¦. La soluci¨®n la han dado una mujer de 73 a?os y los m¨¦dicos del Hospital Universitario de Z¨²rich (Suiza) que llevan 12 meses vel¨¢ndola. La investigaci¨®n comenz¨® por accidente. La paciente -de la que no se ha facilitado el nombre- sufri¨® un peque?o infarto cerebral hace algo m¨¢s de un a?o. El resultado fue que perdi¨® algunas facultades sensoriales y motoras. Entre ellas, la visi¨®n.
Pero no s¨®lo dej¨® de ver lo que hab¨ªa a su alrededor. Tambi¨¦n dej¨® de percibir las otras im¨¢genes, las que se creaban en su cerebro mientras dorm¨ªa. "Antes del accidente la mujer recordaba sus sue?os tres o cuatro veces por semana. Despu¨¦s, no volvi¨® a tener sue?os", ha explicado el doctor Claudio Bassetti, del departamento de Neurolog¨ªa del hospital de Z¨²rich.
En cuanto conoci¨® el caso, Bassetti, que entonces estaba en la universidad de Berna, vio la oportunidad de resolver el enigma de por qu¨¦ hab¨ªa personas sanas que no pod¨ªan so?ar. El primer paso fue localizar la zona del cerebro que se hab¨ªa quedado sin riego. Utilizando t¨¦cnicas de imagen por resonancia magn¨¦tica, fue f¨¢cil: la mujer hab¨ªa sufrido un infarto (estrechamiento) bilateral de la arteria occipital. La lesi¨®n afectaba a una peque?a zona del l¨®bulo occipital medial (el lingual gyrus). Esta localizaci¨®n del infarto explicaba por qu¨¦ la mujer ten¨ªa problemas de visi¨®n. Hace a?os que se sabe que esa regi¨®n del cerebro es la que se activa cuando se reciben im¨¢genes (ver gr¨¢fico).
La mujer tard¨® tres meses en recuperarse. Al cabo de ese tiempo, ya ve¨ªa, aunque con dificultades, seg¨²n relatan los m¨¦dicos en la edici¨®n digital de ayer de la revista Annals of Neurology. Pero los sue?os tardaron m¨¢s tiempo en aparecer.
Durante m¨¢s de un a?o los cient¨ªficos estudiaron la actividad del cerebro de la mujer mientras dorm¨ªa. No detectaron ninguna anomal¨ªa. Se centraron sobre todo en la llamada fase REM del sue?o, que es cuando aparecen las experiencias on¨ªricas. Todos los datos eran normales, menos el hecho de que a la ma?ana siguiente, cuando le preguntaban, la mujer insist¨ªa en que hab¨ªa pasado la noche sin so?ar.
Por si se trataba de un problema de memoria -que el infarto hubiera da?ado la capacidad de la mujer para recordar lo que hab¨ªa vivido por la noche-, los investigadores despertaron a la mujer a mitad de la fase REM. En ese momento todas las personas, hasta quienes presumen de no recordar nunca sus sue?os, los tienen tan recientes -est¨¢n en mitad de ellos- que se acuerdan. La mujer, no.
Un a?o despu¨¦s la paciente ya ve casi con normalidad. La lesi¨®n se ha reducido, y sue?a, aunque con menos claridad, una vez a la semana. La conclusi¨®n cient¨ªfica es que se ha encontrado el origen del s¨ªndrome de Charcot-Wilbrand (el nombre dado a la enfermedad de no poder so?ar aunque no se tenga una lesi¨®n cerebral, que los neur¨®logos Jean-Martin Charcot y Hermann Wilbrand describieron ya en los a?os ochenta del siglo XIX). Lo que no se sabe todav¨ªa es c¨®mo manipular el cerebro para evitar que se tengan pesadillas.
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