Benvinguts

Con este afortunado t¨ªtulo, Bromera edita sus manuales para que los escolares inmigrados aprendan valenciano. En un curso en que (?albricias!) parece que la vuelta al cole no se est¨¢ viendo empa?ada por tantos problemas organizativos como en anteriores, en que las cosas y las personas amanecen m¨¢s o menos preparadas y en su lugar. Pero tambi¨¦n en que se acrecienta una nueva preocupaci¨®n de ense?antes y de padres y madres: la integraci¨®n escolar de los hijos de familias reci¨¦n llegadas. ?ngela Alcover arm¨® un excelente reportaje, emitido el jueves por TVE, sobre el primer d¨ªa de clase en un colegio p¨²blico de la valenciana calle Alboraya. El San Fernando no es un centro "normal" si consideramos la procedencia del alumnado: nada menos que un 90% de peque?os nacidos en veinte naciones diferentes de Centroeuropa, ?frica, Asia o Am¨¦rica. En muchos casos no hay barreras con la lengua (castellana), que suelen manejar con bastante m¨¢s soltura y propiedad que los abor¨ªgenes. Pero la reportera presenci¨® los intentos infructuosos de la profesora explicando a una familia china a qu¨¦ hora deb¨ªan recoger a la ni?a, la cual tampoco entend¨ªa nada de nada.

Es s¨®lo un ejemplo, quiz¨¢ extremo. Pero lo cierto es que el grueso del alumnado m¨¢s desfavorecido (incluyendo los no inmigrantes) se concentra pr¨¢cticamente en la red p¨²blica, y m¨¢s de la mitad de las casi 60.000 matr¨ªculas formalizadas corresponden a la provincia de Alicante. Poco m¨¢s de 300 docentes para educaci¨®n compensatoria es una cifra irrisoria cuando lo importante es redistribuir, evitado as¨ª guetos y bolsas de marginaci¨®n. Para esto, obviamente, habr¨¢ que revisar los criterios de admisi¨®n e introducir correcciones de modo que todos los centros est¨¦n preparados para recibir un cupo razonable de nuevos valencianos, facilit¨¢ndoles desplazamientos y plazas de comedor. Este esfuerzo integrador no es s¨®lo una cuesti¨®n de generosidad, ni siquiera de respeto a los derechos humanos. Tambi¨¦n de ego¨ªsmo. Necesitamos que los extranjeros sean verdaderamente bienvenidos a las aulas. Y a nuestros consentidos reto?os no les vendr¨¢ nada mal esta transfusi¨®n de savia nueva que deber¨ªa hacerse en las mejores condiciones.