?Qui¨¦n ha sido, se?or¨ªas?
EL TEMOR de los grupos parlamentarios minoritarios al cierre en falso de la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre el atentado del 11-M por obra de un tacto de codos c¨®mplice entre PSOE y PP qued¨® disipado el pasado martes -al menos de momento- gracias al acuerdo un¨¢nime de sus miembros para proseguir la encuesta por tiempo indefinido. Seg¨²n versiones maliciosas o simplemente fidedignas, el proyectado carpetazo no se produjo por el fracaso conjunto de socialistas y populares a la hora de enga?arse mutuamente -negociando de pillo a pillo- para lograr que el precio de sepultar la comisi¨®n lo pagase ¨ªntegramente el otro.
Poco antes de la reuni¨®n, altos dirigentes del PP y del PSOE hab¨ªan declarado que la comparecencia de Aznar ante la comisi¨®n resultaba innecesaria. Se entiende el recelo de la direcci¨®n del Partido Popular para asumir ese riesgo en v¨ªsperas de su XV Congreso: la tronitronante aparici¨®n jupiterina del futuro presidente de honor del PP -una figura reci¨¦n creada por la ponencia de estatutos- ante la comisi¨®n parlamentaria debilitar¨ªa todav¨ªa m¨¢s la autoridad de Rajoy. El PP pone como condici¨®n sine qua non para votar la citaci¨®n a declarar de Aznar -exigida por varios grupos minoritarios- que el PSOE se moje en el asunto y tambi¨¦n la pida. Pero los socialistas sospechan que la comparecencia del ex presidente del Gobierno ante la comisi¨®n ser¨ªa rentabilizada por el PP para hacer victimismo: el v¨ªa crucis parlamentario de Aznar ser¨ªa presentado como un vengativo ajuste de cuentas por la persecuci¨®n pol¨ªtico-judicial de Felipe Gonz¨¢lez durante los mandatos del PP.
La fecha de conclusi¨®n de los trabajos, la lista de las nuevas citaciones y la eventual comparecencia de Aznar dividen a los comisionados y constituyen las principales inc¨®gnitas pendientes
Por lo dem¨¢s, las diez extenuantes horas dedicadas por Acebes -el pasado 28 de julio en el Congreso- a negar las clamorosas evidencias disponibles acerca de la estrategia desinformadora del PP sobre el atentado desde la tarde del 11-M ense?aron las orejas del lobo disfrazado de cordero. La berroque?a combinaci¨®n de fanatismo, autocontrol y malicia desplegada por el m¨¢rtir y ap¨®stol ministerial del aznarismo y sus estereotipadas contestaciones a las reiterativas preguntas de los comisionados ser¨ªan tan s¨®lo un p¨¢lido anuncio del esperable comportamiento de su pastor y maestro ante el sanedr¨ªn parlamentario.
Los comisionados populares se disponen a seguir utilizando la comisi¨®n como la pista de un circo, con Mart¨ªnez Pujalte en el papel de clown y la troupe de delincuentes y confidentes policiales -procesados por el juez Del Olmo y apadrinados por el director del diario El Mundo- actuando de saltimbanquis. Acebes comenz¨® su declaraci¨®n ante la comisi¨®n con una pregunta ret¨®rica sobre el autor intelectual del 11-M: "?Qui¨¦n ha sido, se?or¨ªas? No me refiero, claro es, a los autores materiales". A juicio del PP y de su portavoz medi¨¢tico Pedro J. Ram¨ªrez, el objetivo de la comisi¨®n deber¨ªa ser el desenmascaramiento del misterioso deus ex machina que "decidi¨® la fecha, determin¨® intervenir en las elecciones, program¨® al detalle los acontecimientos y planific¨® la secuencia de pistas" -Acebes dixit- de la matanza perpetrada por "unos delincuentes comunes" encarcelados o suicidados incapaces de "dise?ar y ejecutar el mayor atentado de la historia de Europa".
La interrogante cuasi metaf¨ªsica sobre la autor¨ªa intelectual del 11-M es una maniobra diversionista para ocultar la estrategia manipuladora del Gobierno del PP durante los d¨ªas previos a las elecciones. Si los procesados por el juez Del Olmo son simples t¨ªteres movidos por hilos a¨²n invisibles, responsables a lo sumo del sanguinario trabajo sucio del atentado, todo el mundo es sospechoso y nadie est¨¢ salvo. Los masones, los jud¨ªos y los comunistas hubiesen sido anta?o los candidatos ideales para el papel de siniestro titiritero; s¨®lo los lectores de novelas de ciencia-ficci¨®n y de esp¨ªas se atrever¨ªan a incluir en ese listado a los marcianos y a James Bond. Inasequible al desaliento, Acebes record¨®, en cambio, a la comisi¨®n que "el alcance real de la sombra de ETA" todav¨ªa "planea" sobre la matanza de Atocha.
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