Hacia una base europea del impuesto de sociedades

La receptividad del Ecofin a la propuesta de la Comisi¨®n Europea de establecer la misma base imponible para los impuestos de sociedades se tradujo ayer en el acuerdo de analizar seriamente su viabilidad. Es una propuesta que el Reino Unido recibe como anatema por una cuesti¨®n de principios. "La competencia fiscal es la mejor forma para avanzar", dijo el brit¨¢nico Gordon Brown. Irlanda tambi¨¦n lo rechaza; tiene el impuesto de sociedades m¨¢s bajo de la Uni¨®n (ver gr¨¢fico). En Estonia ni siquiera existe. S¨®lo aplica un impuesto del 26% sobre los beneficios repatriados por las empresas a sus pa¨ªses de origen.

El espa?ol Pedro Solbes se mostr¨® en principio a favor de la propuesta, aunque mantiene una prudente distancia. "Hay buenos argumentos a favor, como la reducci¨®n de las cargas administrativas o la mayor transparencia, pero tambi¨¦n hay problemas t¨¦cnicos", explic¨® Solbes. "Una armonizaci¨®n de la base imponible podr¨ªa conducir tambi¨¦n a una armonizaci¨®n del impuesto y no estamos a favor de ello".

Tanto los ministros como la Comisi¨®n Europea destacaron ayer que tras este debate no hay tanto un intento de armonizaci¨®n fiscal como de mejorar la competitividad de las empresas europeas. Una base igual para todas aliviar¨ªa costes a las compa?¨ªas establecidas en varios pa¨ªses de la Uni¨®n Europea a la hora de pagar sus impuestos. Como ventajas se destacan tambi¨¦n una mayor transparencia y una menor evasi¨®n fiscal.

Avanzar en competitividad

Holanda explic¨® a este respecto a sus socios europeos su paquete nacional para reducir cargas administrativas a sus empresas. Las cargas administrativas suponen el 3,6% de su PIB y la mitad de ellas vienen impuestas por la legislaci¨®n europea. Extrapolando los datos holandeses a la UE, eso significar¨ªa que el coste del papeleo de las empresas europeas asciende a 340.000 millones de euros anuales.

"El problema en Europa es que ni siquiera tenemos un an¨¢lisis serio sobre cu¨¢les son las cargas administrativas que soportan nuestras empresas", dijo el holand¨¦s Gerrit Zalm. "Lo que es evidente", dice una fuente de la Comisi¨®n, "es que las cargas de nuestras compa?¨ªas son mayores que las de las norteamericanas, por ejemplo, lo que les resta competitividad. Pero los gobiernos europeos deben tener en cuenta que son ellos los que suelen imponer con sus pol¨ªticas nacionales unas cargas tan elevadas".

Ante la imperiosa necesidad europea de mejorar la competitividad de la zona, el Ecofin evoc¨® la idoneidad de adoptar una armonizaci¨®n de la base del impuesto de sociedades en una cooperaci¨®n reforzada, es decir, llegar a un acuerdo entre un cierto n¨²mero de pa¨ªses aunque algunos decidan quedarse fuera, como ya ocurre con el euro o el espacio Schengen. "Este asunto de la base del impuesto de sociedades", afirm¨® Solbes, "va a ser muy importante en los pr¨®ximos meses y en los pr¨®ximos a?os".

La propuesta del franc¨¦s Nicolas Sarkozy de castigar con menos fondos europeos a los pa¨ªses que, como el grueso de los diez nuevos socios, gravan a sus empresas con un impuesto de sociedades menor que la media qued¨® pr¨¢cticamente aparcada. Sarkozy insisti¨® ante la prensa en sus ideas. "Es dif¨ªcil explicar a nuestros ciudadanos que hay pa¨ªses que son lo suficientemente ricos como para reducir sus impuestos y, al mismo tiempo, suficientemente pobres como para recibir ayudas europeas", repiti¨® una y otra vez el ministro galo rodeado de c¨¢maras y magnetofones. Polonia, Eslovaquia y Rep¨²blica Checa hab¨ªan encajado como una declaraci¨®n de guerra esta propuesta que Sarkozy ya hab¨ªa anunciado p¨²blicamente el lunes pasado.

Ayer, cuando lleg¨® el momento de debatirla entre los socios europeos, Sarkozy no s¨®lo fue menos expl¨ªcito, como destac¨® despu¨¦s su hom¨®logo portugu¨¦s Ant¨®nio Bagao F¨¦lix, sino que ni siquiera se qued¨® hasta el final del debate, como desvel¨® el belga Didier Reynders. Previamente, Sarkozy se hab¨ªa reunido con el brit¨¢nico Gordon Brown y con el italiano Domenico Siniscalco. Los dos coincidieron con el alem¨¢n Hans Eichel en manifestar lac¨®nicamente que hay que buscar una soluci¨®n a la deslocalizaci¨®n de las empresas.

Pero la propuesta de Sarkozy tuvo la virtud de generar dentro del Ecofin informal que se ha celebrado el viernes y ayer en La Haya un debate m¨¢s profundo sobre el problemas de la fuga de las empresas. Los ministros coincidieron en se?alar que ¨¦stas no se trasladan a otros pa¨ªses s¨®lo en raz¨®n del impuesto de sociedades. El precio de la mano de obra (que en Eslovaquia, por ejemplo, es cinco veces m¨¢s barata que en Espa?a) o las infraestructuras nacionales son otros factores que cuentan. "Se ha hablado del caso irland¨¦s", explic¨® Solbes. "All¨ª la fiscalidad es menor, pero tambi¨¦n ha contado la mano de obra joven y preparada, con dominio del ingl¨¦s. Lo importante es mejorar la productividad europea para mejorar el empleo y los salarios".

Los fondos estructurales protagonizaron el primer y muy preliminar debate sobre el presupuesto europeo para el septenio 2007-2013. La Comisi¨®n record¨® que si el reparto de fondos para regiones Objetivo 1 (con renta per c¨¢pita menor al 75% de la media comunitaria) se hace para 27 pa¨ªses (con Rumania y Bulgaria), en vez de para 25 como contemplaban los anteriores esquemas de Bruselas, habr¨¢ a¨²n menos dinero para todos. Espa?a, que ya prev¨¦ perder el 30% de los fondos que percibe ahora (alrededor de 8.000 millones de euros al a?o), seg¨²n las primeras cuentas, a¨²n perder¨ªa m¨¢s (unos mil millones anuales) de incorporar ya al pastel a Rumania y Bulgaria.

Revisi¨®n al alza del PIB

El debate sobre la coyuntura econ¨®mica se revisti¨® de un cierto optimismo. El comisario europeo de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, Joaqu¨ªn Almunia, present¨® al Ecofin sus previsiones revisando al alza el ritmo de crecimiento europeo. "Dado el avance mayor de lo esperado durante la primera mitad de este a?o es posible que el crecimiento de 2004 en su conjunto pueda situarse en torno al 2% y el de 2005, por encima del 2%". La anterior previsi¨®n de Bruselas de crecimiento del PIB para este a?o se situaba en torno al 1,8%.

El Ecofin estima positiva la situaci¨®n econ¨®mica europea tras un largo periodo de d¨¦bil crecimiento y en medio de un alza considerable del precio del petr¨®leo. "La industria europea utiliza menos energ¨ªa y por tanto es menos vulnerable que en la crisis anterior de los a?os 70", dijo el holand¨¦s Zalm. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, se manifest¨® en la misma l¨ªnea. "Los precios del petr¨®leo tienen sin duda un impacto en la econom¨ªa europea, pero nuestra menor dependencia lo ha hecho menos dram¨¢tico que en el pasado. Europa mantiene su credibilidad con una inflaci¨®n baja que beneficia a la generaci¨®n de empleo".