"Ahora bailo con otra rabia"
Acaba de cumplir 22 a?os, pero Juan Manuel Fern¨¢ndez Montoya, Farruquito, habla como si tuviera 60. No es raro: mientras asombraba al mundo con su enorme talento, se iba haciendo adulto a base de tragedias. Primero, en 1997, muri¨® su abuelo y maestro, Farruco. Despu¨¦s, tras una actuaci¨®n en Buenos Aires, su padre. falleci¨® en sus brazos. Y hace un a?o, el 30 de septiembre de 2003, Farruquito atropell¨® a un peat¨®n, Benjam¨ªn Olalla, en la avenida de la Sole¨¢ de Sevilla. El bailaor era entonces el m¨¢ximo responsable de su larga familia, pasaba su mejor ¨¦poca profesional y preparaba su boda. Todo eso se fue al garete. No llevaba ni carn¨¦ de conducir ni seguro. Mal aconsejado por el amigo que iba con ¨¦l, se dio a la fuga tras el accidente. Meses despu¨¦s, tras la falsa inculpaci¨®n de su hermano menor, la polic¨ªa lo llev¨® ante el juez. Farruquito confes¨® y la justicia empez¨® a trabajar. Algunos medios tambi¨¦n: se abri¨® un juicio paralelo, el fiscal pidi¨® sin ¨¦xito su ingreso en prisi¨®n, la Bienal lo expuls¨® del cartel, muchos programadores cancelaron los contratos firmados...
Ahora, "ya m¨¢s tranquilo" y tambi¨¦n m¨¢s sabio, m¨¢s flaco y m¨¢s esc¨¦ptico (y todav¨ªa soltero), Farruquito trata de salir adelante haciendo lo que sabe, bailar. Su gran reto llega el jueves: un mes en el teatro Calder¨®n de Madrid, hasta el 17 de octubre, con Farruquito y familia, el espect¨¢culo que deslumbr¨® en Nueva York y al que se reincorpora su madre, Rosario Montoya, La Farruca, despu¨¦s de un largo luto. Antes, el d¨ªa 14, bailar¨¢ en Las Ventas con Alejandro Sanz.
Pregunta. ?C¨®mo est¨¢?
Respuesta. Luchando... Ahora s¨¦ que lo que te pasa en la vida te pasa como tiene que pasar. Y estoy lo mejor que puedo, tirando palante.
P. Y bailando m¨¢s negro que nunca, dicen.
R. Cuando salgo a las tablas intento olvidarme de lo que pas¨®. Pero no puedo. Siempre ha sido as¨ª: bueno o malo, siempre he reflejado en mi baile lo que me pasa fuera, desde lo primero que me pas¨®. Y ahora bailo con otra rabia.
P. ?Se ha sentido perseguido?
R. No quiero pensar eso. Prefiero pensar que me ha tocado, que lo que han dicho de m¨ª me lo merezco. Y si no me lo merezco, el que ha hablado de m¨¢s se arrepentir¨¢ de lo que ha dicho. Pero tambi¨¦n lo entiendo. Si me tocase a m¨ª juzgar a alguien a quien le hubiera pasado lo que a m¨ª, no s¨¦ qu¨¦ dir¨ªa. Lo que s¨¦ es d¨®nde est¨¢n los amigos El que haya estado conmigo, gracias de por vida. Y el que no, no hay rencores.
P. Parece que el destino de su familia sea el baile y la muerte.
R. El baile nos ayuda mucho. Es un desahogo que ayuda a flagelarte un poquito menos.
P. ?Se pega muy duro?
R. Por una parte creo que no lo he hecho tan mal en esta vida como para que me tengan que pasar cosas as¨ª... Pero a la vez pienso en la gente que se muere de hambre y creo que no tengo derecho a quejarme. Si tengo salud...
P. ?Ha notado diferencia en el trato del p¨²blico?
R. No, eso no ha cambiado. La gente viene a vernos muy entregada, las ni?as esperan al Farru [su hermano] en la puerta, muchos nos dan apoyo. Son personas que nos siguen. Los que no te siguen no van al teatro.
P. ?Qu¨¦ pas¨® con la Bienal?
R. Es muy sencillo. Com¨ª con Manuel Copete, el director, y me dijo que cerraba la Bienal dos d¨ªas. Al pasar todo esto me enter¨¦ de que ya no cerraba porque cerraban con un homenaje a Valderrama. Pens¨¦ que a lo mejor no cerraba, pero que ir¨ªa otro d¨ªa. Pero todav¨ªa estoy esperando la llamada...
P. ?Fue una decisi¨®n pol¨ªtica?
R. S¨ª, ?si no por qu¨¦?. No me han dado ninguna explicaci¨®n, es una falta de respeto. Por lo menos Copete podr¨ªa haber cogido el tel¨¦fono. Yo le hubiese comprendido. Como artista, le hubiese entendido.
P. ?Qu¨¦ ha aprendido en este tiempo?
R. Muchas cosas, y muy pocas buenas. Pero si las saco de dentro ya no son m¨ªas. No cre¨ªa que hiciera falta una desgracia tan grande para que la vida te ense?e... Pero quiz¨¢ s¨ª, quiz¨¢ hac¨ªa falta que me pasara esto para pensar en lo que me puede pasar. Ahora, al decidir, lo pienso todo mucho m¨¢s. El futuro es una cosa con la que no hay que contar. El futuro es el presente, y ten cuidado c¨®mo lo tratas. Cambia en un segundo. Hay que vivir el momento y teniendo cuidado.
P. ?Ha tenido ganas de desaparecer?
R. Soy siempre as¨ª. Cuando estoy en lo m¨ªo, aunque haya gente delante, de repente estoy en otro sitio. Desaparezco. Si no he dejado de bailar es porque ¨¦se es el mundo donde soy yo de verdad. Pienso "esto es una batalla, una plaza, un toro dif¨ªcil, voy a disfrutar". Es mentira, pero...
P. Su madre, La Farruca, ha vuelto a bailar...
R. Y est¨¢ bailando muy bien. Si ensaya m¨¢s va a acabar con todas. Tiene m¨¢s fuerza que yo.
P. ?Eso es lo mejor que le ha pasado ¨²ltimamente?
R. Lo mejor que me ha pasado es conocer a Alejandro Sanz. Es un pedazo de persona y un pedazo de artista. No s¨¦ por qu¨¦ la vida me lo ha puesto en el medio del camimo. Pero por algo ser¨¢.
P. ?Le da miedo la c¨¢rcel?
R. No. Si est¨¢ escrito en mi historia... La libertad est¨¢ siempre dentro de uno mismo...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.