Vivos
Mientras m¨¢s miremos a la muerte, m¨¢s vivos nos debemos sentir, dice Amen¨¢bar refiri¨¦ndose a Mar adentro. Y eso debe ser lo que pretende deslizando en su pel¨ªcula el drama a borbotones intermitentes para que, tanto en los momentos amargos como en los de humor y risa, el espectador se sienta vivo de sentimientos. Y no cabe duda de que lo consigue: le hace sentir vivo en los vuelos del sue?o hasta casi sentir v¨¦rtigo, vivo de dolor bajo el agua y en las historias de amor, en la angustia, en la poderosa voz y las miradas de Bardem, en la ansiedad, en la fuerza y la solemnidad de Wagner o en una leve sonrisa.
Vivo y tranquilo se puede uno sentir en la austera habitaci¨®n que la cama blanca y la biblioteca pre?an de intimidad y de tibieza, desde donde se oyen ruidos y pisadas con las que Ram¨®n puede medir su soledad. Vivo y tambi¨¦n embobado se ven entrar y salir de all¨ª a personajes tan humanos como coherentes y rotundos; incluso los m¨¢s resumidos, aquellos atrapados en una peque?a expresi¨®n, es tan rica la informaci¨®n recibida que cobran calidad de una manera de ser y de un car¨¢cter.
A pesar de saber que el relato est¨¢ basado en la realidad, de conocer los nombres y de ver los asombrosos parecidos f¨ªsicos, es tanta la maestr¨ªa de Amen¨¢bar como director que consigue que el espectador se olvide de esa historia y -con la salvedad del cura tetrapl¨¦jico cuya extrema torpeza le resta credibilidad- del autor que la trajo al cine para meterse dentro de los personajes y vivir la narraci¨®n sin memoria y desde otra realidad, desde la vida de quienes aparecen en las im¨¢genes. Algo parecido a lo que le ocurri¨® a Mia Farrow en La rosa p¨²rpura de El Cairo.
Sabemos tambi¨¦n que Alejandro Amen¨¢bar le ha sumado a la historia real la ficci¨®n que le pareci¨® oportuna y que toda obra de arte necesita, pero siempre sorprende que alguien sepa precisar la que conviene para conseguir un gui¨®n tan dif¨ªcil y tan bueno. Tan sorpresivo es que ha conseguido traerse el Le¨®n de Plata a este pa¨ªs, Javier Bardem una Copa Volpi. De acuerdo o no con el argumento de la pel¨ªcula y con el tratamiento del tema, que yo veo m¨¢s cerca del suicidio que de la eutanasia, las cr¨ªticas coinciden en el magn¨ªfico nivel art¨ªstico y profesional de Mar adentro.
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