El Bobote y El El¨¦ctrico, una pareja con el comp¨¢s en la sangre, estar¨¢n en 10 montajes

A Rafael Garc¨ªa Serrano El El¨¦ctrico, 43 a?os, y a Jos¨¦ Jim¨¦nez Santiago El Bobote, 42 a?os, no les hace falta ni mirarse cuando est¨¢n en el escenario. Se intuyen. Llevan toda la vida juntos, los dos se criaron en el barrio sevillano de Triana, y d¨®nde va uno all¨ª est¨¢ el otro como si fueran mellizos, iguales pero diferentes.

El Bobote y El El¨¦ctrico son los palmeros m¨¢s cotizados del mundo del flamenco y este a?o participan en nada menos que en diez espect¨¢culos de la Bienal de Sevilla. "Somos poligoneros, nos hemos criado juntos. Ya con ocho a?os formamos el grupo Los Gitanillos con los Amador; con Raimundo, Rafaelillo, Juan Jos¨¦ ... ?ramos ocho o nueve y todos cant¨¢bamos y bail¨¢bamos. Aunque nosotros profesionalmente hemos sido antes bailaores y ahora, que ya estamos m¨¢s viejos, hacemos palmas y comp¨¢s", explica El Bobote, quien ha creado el grupo Las Tres Mil y una escuela de percusi¨®n en el conflictivo barrio sevillano del mismo nombre.

El Bobote se saca del bolsillo una chuleta y enumera los ensayos a los que tienen que acudir en los pr¨®ximos dos d¨ªas; mientras que su compa?ero del alma le recuerda que ¨¦l tiene que saltarse el ensayo del s¨¢bado porque no puede faltar a la boda de su prima hermana. "Mi familia me va a matar", asegura El El¨¦ctrico. Pero las familias de estos reyes del comp¨¢s deben de estar acostumbradas a sus continuas ausencias.

En esta edici¨®n de la Bienal han pasado ya por Tierra de nadie, con Segundo Falc¨®n; De la galera al arco, en homenaje a Pansequito; y Festival, que reuni¨® el pasado domingo a Chocolate y Bernarda de Utrera, entre otros. Por delante les queda Arena, de la Compa?¨ªa de Israel Galv¨¢n, y Bailaora, con Pepa Montes, entre otros. Hasta compartir¨¢n escenario con Mar¨ªa Jim¨¦nez, dentro del ciclo Con-fusi¨®n que podr¨¢ verse en Palenque el 25 de septiembre.

"Mu malos no seremos haciendo comp¨¢s cuando nos llaman tanto, salimos del paso. Nos llaman tanta gente que no podemos con todo, incluso algunos coinciden el d¨ªa del espect¨¢culo", comenta El El¨¦ctrico, quien se gan¨® su alias porque cuando empez¨® con Raimundo y Rafael, que met¨ªan las guitarras el¨¦ctricas, en el grupo y lo bautizaron as¨ª porque era muy r¨¢pido bailando.

A El Bobote, sin embargo, el apodo le viene de m¨¢s lejos. "Mi padre era tratante de bestias y cuando yo era muy chiquitillo me sub¨ªa a una tapia y saltaba para poder montar los caballos. As¨ª que en la maniobra me part¨ªa todos los pantalones y siempre iba con los huevecillos al aire. Empezaron a decirme huev¨®n, bob¨®n y, al final, me qued¨¦ con Bobote", recuerda el artista, quien adem¨¢s imparte un taller flamenco de ritmo y comp¨¢s en las Tres Mil Viviendas que organiza el Ayuntamiento.

"Nosotros no somos de pi?¨®n fijo. Arriesgamos mucho en el directo, cosas que nadie se atreve, por eso nos llaman. La ¨²nica regla es estar concentrado y no irse de tiempo", asegura El El¨¦ctrico.

El mayor reto al que se enfrentar¨¢ en la Bienal esta pareja de hecho art¨ªstica ser¨¢ su colaboraci¨®n con el core¨®grafo y bailaor Israel Galv¨¢n. "De todos los artistas con los que trabajamos, Israel es el que m¨¢s se atreve a jugar con los tiempos. Nadie lo comprende, vuelve loco a todo el mundo. La mayor¨ªa de los compa?eros no se atreven a trabajar con ¨¦l porque no le cogen las cosas; pero ¨¦l es un verdadero creador, un bicho", dice Bobote, tan orgulloso del talento de Galv¨¢n que parece su padre. "Artistas as¨ª se agradecen, porque ahora en la Bienal muchos parecen marionetas", sentencia.