"He invitado a los muertos a pasear por las p¨¢ginas de mi novela"

Amos Oz (Jerusal¨¦n, 1939) recorre en su ¨²ltima novela, Una historia de amor y oscuridad (Siruela), su historia y la de su familia para mostrar su particular visi¨®n de la sociedad en la que ha vivido inmerso. Oz decidi¨® escribir esta autobiograf¨ªa novelada en el momento en que pudo superar la ira y recordar y recrear a sus antepasados con humor, pasi¨®n, curiosidad y ternura. El escritor participa ma?ana en el ciclo Guerra y paz, uno de los encuentros que celebra Kosm¨®polis durante esta semana en Barcelona.

Pregunta. La historia de su familia se asemeja a la historia vivida por los jud¨ªos en los dos ¨²ltimos siglos.

Respuesta. En esta novela hay una saga hist¨®rica que tiene que ver con el pueblo jud¨ªo en Europa, gente que la amaba y la ayudaba a crecer, y que eran europeos mucho antes que los dem¨¢s. Eran europeos cuando todos los dem¨¢s eran patriotas alemanes o espa?oles. Fueron expulsados de Europa en los a?os treinta del pasado siglo de forma violenta, lo que fue una gran suerte para ellos. De no haber sido echados entonces habr¨ªan sido asesinados en los a?os cuarenta. Una vez expulsados de Europa no ten¨ªan ad¨®nde ir. Tuvieron que ir a Jerusal¨¦n, crearon Israel como un barco de salvaci¨®n. Quer¨ªan que llegara a ser el pa¨ªs m¨¢s maravilloso del mundo y fue una desilusi¨®n. La ¨²nica manera de mantener vivos los sue?os es no llegar nunca a realizarlos. Da igual si estamos construyendo un pa¨ªs, imaginando una fantas¨ªa sexual o escribiendo una novela. Israel existe y no es maravilloso ni perfecto.

"El conflicto entre jud¨ªos y ¨¢rabes es un enfrentamiento entre dos v¨ªctimas de Europa"

"La ¨²nica manera de mantener vivos los sue?os es no llegar nunca a realizarlos"

P. ?Qu¨¦ ha tenido que pasar para que pudiera saldar cuentas con su pasado?

R. Tiempo. El momento lleg¨® una vez que hice las paces conmigo mismo, con mis padres y con el mundo en el que me he criado. Ya no siento ira, ya puedo ver a mis antepasados, a mis ancestros, con humor, con pasi¨®n, con curiosidad y con ternura. Necesitaba hablar con ellos. No por razones reivindicativas. Necesitaba hablar acerca de mi pa¨ªs y de mi pueblo, pero no de una forma agresiva, sino de forma humana.

P. ?C¨®mo le ha influido en su vida un hecho tan terrible como el suicidio de su madre?

R. De ni?o no pod¨ªa aguantarlo. Cuando mi madre muri¨® tuve que agacharme, cogerla, meterla dentro m¨ª e ir andando como si estuviese embarazado. No hablo en t¨¦rminos espaciales. Cada uno de nosotros estamos embarazados con sus propios padres muertos. De mayor no te queda otro remedio que asimilar la muerte. Cuando escrib¨ª este libro lo hice no para castigar a los muertos ni para crucificar a mis progenitores, sino todo lo contrario. He invitado a mi madre, a mi padre, a todos mis familiares muertos, a mis vecinos del barrio de mi infancia a venir a mi casa porque necesitaba hablar, ten¨ªamos mucho de que hablar. Cuando estaban vivos no me contaron nada y yo tampoco a ellos. ?ste es el esp¨ªritu de la novela. He invitado a los muertos a pasear por las p¨¢ginas del libro.

P. En su novela transmite el amor que siente por los libros y por la literatura.

R. Yo no me cri¨¦ en el parque o en los campos, sino en un s¨®tano como si fuese un submarino lleno de libros. El paisaje de mi infancia son cuatro paredes repletas de libros en lenguas que no pude leer. El mundo de los libros para m¨ª fue m¨¢s real y m¨¢s sensual que el mundo exterior.

P. Muchos de los hombres y mujeres que terminaron su viaje en Israel se han sentido frustrados.

R. Mi familia no tuvo ad¨®nde ir en los a?os treinta porque cada puerta del mundo se les cerraba en sus narices. La mayor¨ªa de mis familiares est¨¢n muertos, o quemados, en Europa, eso significa que Israel, en t¨¦rminos relativos, era un para¨ªso. Para¨ªso e infierno, depende del lugar del que se procede. En 100 a?os de guerra con los ¨¢rabes el n¨²mero de jud¨ªos muertos es de 22.000. En un d¨ªa en el pueblo de mi madre, en Ucrania, los alemanes mataron a 25.000 jud¨ªos. Eso no quiere decir que yo acepte la situaci¨®n actual. Durante los ¨²ltimos 30 a?os he luchado a favor de la paz y la comprensi¨®n, pero nunca voy a decir que Israel haya sido un error.

P. ?Qu¨¦ reprocha a los europeos?

R. Si fuera ciudadano de Europa tendr¨ªa mucho cuidado en no se?alar a nadie con el dedo, ni a los israel¨ªes ni a los ¨¢rabes. No ayuda al proceso de paz y hace que los de ambos lados sean m¨¢s intransigentes y m¨¢s paranoicos. Europa tiene que ser cautelosa con los ¨¢rabes y los jud¨ªos porque ambos han sido v¨ªctimas de Europa. Los ¨¢rabes a trav¨¦s del imperialismo, el colonialismo, la explotaci¨®n. Los jud¨ªos a trav¨¦s de la discriminaci¨®n, la persecuci¨®n, la expulsi¨®n y, finalmente, de una masacre masiva de una escala sin precedentes. Vale la pena tener en cuenta que el conflicto entre jud¨ªos y ¨¢rabes es, de verdad, un enfrentamiento entre dos v¨ªctimas de Europa.

P. ?Por d¨®nde cree que pasa la soluci¨®n entre esos dos pueblos?

R. Hay un pa¨ªs m¨¢s peque?o que Catalu?a que es la ¨²nica patria de 5,5 millones de jud¨ªos, y al mismo tiempo es la misma patria de 4,5 millones de palestinos. Hay que dividir la casa en dos apartamentos m¨¢s peque?os y llegar a una cohabitaci¨®n como dos Estados vecinos. Es posible que no vaya a ser una cohabitaci¨®n de amor, pero s¨ª debe de ser sin violencia.