?Qu¨¦ pacto de Estado sobre inmigraci¨®n?
Lo que hasta ahora se ha dicho sobre el pacto de Estado sobre inmigraci¨®n nos permite discernir entre dos modelos de pacto. El primero ser¨ªa el que tiene como principal objetivo limitar al m¨¢ximo el debate pol¨ªtico sobre este tema, objetivo fundamentado en el hecho de que la inmigraci¨®n se presta f¨¢cilmente a una demagogia extremadamente peligrosa. ?ste no puede ser el modelo id¨®neo porque la inmigraci¨®n es un tema de gesti¨®n p¨²blica y, como tal, debe estar sometido al debate pol¨ªtico sobre la calidad y el acierto de la misma.
El otro modelo de pacto es el que sienta los principios b¨¢sicos de la gesti¨®n de la inmigraci¨®n por parte del Estado, y lo hace de tal forma que sit¨²a el debate pol¨ªtico en un terreno en el que se minimiza el espacio para la demagogia. Dicho de otra forma, m¨¢s que evitar el debate pol¨ªtico, lo que se pretender¨ªa con esta segunda opci¨®n es que la inmigraci¨®n sea un tema de tal forma asumido, con tal claridad y extensi¨®n que resista el debate pol¨ªtico sin los enormes riesgos que ahora tiene. Para desarrollar este modelo de pacto deber¨ªan quedar bien asentados algunos principios como los que a continuaci¨®n enumero.
Es importante ampliar las competencias de las comunidades aut¨®nomas
La integraci¨®n es el objetivo que debe presidir la pol¨ªtica de inmigraci¨®n
1. Asumir la idea de que Espa?a es ya y en el futuro pa¨ªs de inmigraci¨®n. Aceptar claramente que la inmigraci¨®n es un componente estructural de nuestro desarrollo demogr¨¢fico, econ¨®mico y cultural. Que la necesitamos, y que los asuntos p¨²blicos deben gestionarse sabiendo que la llegada de gente de otros lugares del mundo ser¨¢ continuada y constituir¨¢ un componente b¨¢sico de nuestro crecimiento.
2. Dedicar a este tema los presupuestos o recursos que requiere su buena gesti¨®n. Si para algo importante puede servir el pacto de Estado es para que se asuma que la gesti¨®n de la inmigraci¨®n requiere multiplicar los recursos econ¨®micos que hasta ahora se le est¨¢n dedicando. Sin esto no hay ninguna posibilidad de racionalizar dicha gesti¨®n. Recursos, ?para qu¨¦? Se ver¨¢ enseguida con los puntos que siguen a continuaci¨®n.
3. Gestionar el flujo de entrada de inmigrantes centrando los esfuerzos en organizarlo, m¨¢s que en reprimirlo. Se trata de invertir la tendencia seg¨²n la cual la v¨ªa ordinaria de entrada de nuestra inmigraci¨®n es la irregular, algo que tiene bastante que ver con la carencia de medios organizativos y con la estrechez de las v¨ªas legales. Para cambiar esa tendencia ha de asumirse que el flujo inmigratorio es muy superior al definido legalmente en los ¨²ltimos a?os (a trav¨¦s de los contingentes), y que su canalizaci¨®n por v¨ªas legales requiere instrumentos (aqu¨ª y en los pa¨ªses de origen de la inmigraci¨®n) que no hab¨ªan sido puestos en marcha: instrumentos para atender bien a las personas en los pa¨ªses de origen (oficinas de inmigraci¨®n en los consulados); para casar las ofertas con las demandas en el terreno laboral; para documentar a los inmigrantes con la rapidez adecuada; etc¨¦tera.
4. Combatir la inmigraci¨®n irregular atacando su principal causa: nuestra econom¨ªa sumergida. El complemento indispensable a la apertura de v¨ªas legales de entrada m¨¢s accesibles es la lucha contra el principal factor atrayente de la inmigraci¨®n irregular: la econom¨ªa sumergida. Hay que asumir el principio sobradamente demostrado de que los inmigrantes no vendr¨ªan por v¨ªas irregulares si no supiesen que van a encontrar trabajo f¨¢cilmente en la econom¨ªa sumergida.
5. Dar un fuerte impulso al desarrollo estatal, auton¨®mico y local de planes para la integraci¨®n de la poblaci¨®n inmigrada. La integraci¨®n ciudadana es el objetivo que debe presidir la pol¨ªtica de inmigraci¨®n y ello requiere que todos los niveles de la Administraci¨®n se impliquen con planes espec¨ªficos y con recursos econ¨®micos suficientes. Los recursos vuelven a tener aqu¨ª el protagonismo central, porque, hasta el momento, podr¨ªa darse el aprobado a muchos de los planes que distintas administraciones (sobre todo locales y auton¨®micas) han realizado, pero no as¨ª a los recursos que les est¨¢n dedicando.
6. Redefinir las competencias de las distintas administraciones p¨²blicas. Es importante ampliar las competencias de las comunidades aut¨®nomas (CC AA), porque con ello la gesti¨®n de la inmigraci¨®n se integrar¨¢ mejor con el resto de temas de la gesti¨®n p¨²blica en los que las CC AA son competentes. Por otra parte, debe mejorarse sustancialmente la coordinaci¨®n, tanto entre los distintos niveles de la Administraci¨®n, como entre ¨¦sta y los agentes sociales.
7. Apostar por la equiparaci¨®n de derechos y el acceso a la ciudadan¨ªa. El pacto de Estado ha de dibujar una perspectiva clara de integraci¨®n ciudadana y, como m¨ªnimo, anunciar las reformas legislativas necesarias en esta direcci¨®n. Lo m¨¢s emblem¨¢tico es el derecho de voto de las personas inmigradas con residencia legal en nuestro pa¨ªs (al menos en las elecciones municipales); pero adem¨¢s debe incluirse la potenciaci¨®n de la participaci¨®n ciudadana por todos los cauces disponibles en nuestra sociedad.
No ha habido, en los siete puntos planteados, ning¨²n ¨¢nimo de exhaustividad. Pero lo dicho creo que sirve para dejar sentada una idea b¨¢sica, que el pacto de Estado sobre inmigraci¨®n debe formularse de tal manera que logremos superar la estrechez y la negatividad con la que anteriormente se ha gestionado este tema. Ello servir¨¢ tambi¨¦n para que nuestra sociedad madure en relaci¨®n con este asunto y que el debate pol¨ªtico sobre el mismo pueda desarrollarse sin los peligros que ahora entra?a, de forma que la demagogia antiinmigraci¨®n (que siempre habr¨¢ partidos tentados de hacerla) no logre efectos importantes, ni en el terreno social ni en el electoral.
Miguel Pajares es responsable de Inmigraci¨®n del CERES (centro de estudios de CC OO de Catalu?a) y experto del Comit¨¦ Econ¨®mico y Social Europeo en temas de inmigraci¨®n y asilo.
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