La batuta de Pek¨ªn
La batalla de Hong Kong, o lo que es lo mismo, las elecciones legislativas del pasado domingo en la regi¨®n aut¨®noma china, que tantas expectativas despertaban en la oposici¨®n local, se salda con un buen r¨¦dito para el Gobierno de Pek¨ªn, que t¨¢ctica y estrat¨¦gicamente ha sabido jugar las cartas y aprovechar la divisi¨®n de los grupos pol¨ªticos democr¨¢ticos, y sobre todo aprovecharse del arbitrario sistema electoral que rige desde antes de la devoluci¨®n del enclave, de casi 7 millones, por el Reino Unido en 1997.
En esta ocasi¨®n, y por vez primera vez desde hace cuatro a?os, la mitad de los miembros del llamado Consejo Legislativo han sido elegidos directamente; el resto, asignado como siempre por sufragio indirecto, procede de varios gremios (abogados, m¨¦dicos, empresarios, etc¨¦tera), que tradicionalmente se alinean con el poder central. Sin embargo, pese a un r¨¦cord de participaci¨®n del 55,6%, la oposici¨®n dem¨®crata gana s¨®lo tres esca?os, por debajo de sus previsiones. Suma 25 de los 60 diputados del Parlamento.
El Gobierno de Pek¨ªn ha sabido controlar en las ¨²ltimas semanas la marea de protestas con una pol¨ªtica de palo y zanahoria, con incentivos econ¨®micos y actos patri¨®ticos, como, por ejemplo, el desfile de los medallistas ol¨ªmpicos. Hace m¨¢s de un a?o, medio mill¨®n de hongkoneses salieron a la calle para exigir mayores libertades y elecciones directas ante el pavor del jefe del Ejecutivo aut¨®nomo, Tung Chee Hwa, un empresario naval multimillonario, que Pek¨ªn coloc¨® en 1997 para dirigir el enclave. El poder central se niega a que en 2007 se elija por sufragio directo al jefe del Ejecutivo y, al a?o siguiente, al Parlamento.
Hong Kong es un term¨®metro del compromiso de Pek¨ªn para la plena libertad de la poblaci¨®n hongkonesa, el futuro de Taiwan y finalmente la democratizaci¨®n del gigante asi¨¢tico. China va a estar en la mirada de todos durante los pr¨®ximos a?os al ser organizador de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2008. Su espectacular crecimiento econ¨®mico asombra al mundo libre, tanto como irritan y preocupan sus escasos avances de la democracia.
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