Adi¨®s a un renacentista

El fallecimiento del escritor y pintor granadino Francisco Izquierdo el pasado 3 de septiembre tras una larga enfermedad no ha dejado indiferente a ning¨²n sector de la cultura granadina. Al duelo de sus amigos y lectores se ha sumado el del Ayuntamiento de Granada que ha decidido condecorar al escritor y pintor con la medalla de la ciudad a t¨ªtulo p¨®stumo.

Nacido en Granada en 1927, Izquierdo fue presidente de la Academia de Bellas Artes de la ciudad y miembro fundador de la reci¨¦n constituida Academia de Buenas Letras. Cultivador de las letras y las artes, fue ensayista, narrador, escribi¨® importantes gu¨ªas tur¨ªsticas.

En una primera etapa Francisco Izquierdo decidi¨® dedicarse a la pintura instalando un estudio en la torre de la Iglesia de San Crist¨®bal. En 1953 se anim¨® a emprender la aventura de vivir en Madrid con un contrato como redactor gr¨¢fico en la revista Ecclesia. Fue en la capital en donde se desarrollaron sus inquietudes literarias con mayor precisi¨®n. All¨ª tuvo la oportunidad de entablar amistad con el poeta Manuel Alc¨¢ntara o el cineasta Jos¨¦ Luis Garci. En 1954, con Orbegozo, P¨¦rez Lozano, Javirre y Montero funda la editorial PPC, en la que desarrolla gran parte de su actividad art¨ªstica y literaria. En visitas espor¨¢dicas a Granada asiste a las reuniones del grupo Versos al aire libre, que se celebraban en la Casa de Am¨¦rica.

Su inter¨¦s por el cine le llev¨® a fundar en 1960 la productora EFA (Experimental Film Animation), en la que rod¨® diversos cortos y largometrajes. Tambi¨¦n trabaj¨® para Televisi¨®n Espa?ola en la filmaci¨®n de diferentes documentales y para la productora norteamericana Hanna y Barbera.

Pero habr¨¢ que esperar hasta 1962 para encontrarnos con la publicaci¨®n de su primer libro, Leyendas ¨¦picas espa?olas, al que seguir¨¢n La misi¨®n del hielo (1963) y El lince y la trampa (1965). En 1969 concluye su obra m¨¢s importante, El ap¨®crifo de la Alpujarra alta. Al a?o siguiente fue este libro Premio Nacional de Literatura por unas horas. Despu¨¦s de concedido y comunicado al autor, se declar¨® desierto por la denuncia de uno de los miembros del jurado, Pedro de Lorenzo (premiado el a?o anterior). El argumento de Lorenzo para la impugnaci¨®n fue que se "atacaba al Ej¨¦rcito, instituci¨®n intocable, como el Gobierno y la Iglesia, seg¨²n se establec¨ªa en las bases del concurso". Hubo pol¨¦mica sobre el asunto, especialmente en el peri¨®dico Pueblo, en Revista de Occidente y en el semanario Vida Nueva.

Como afirma Rafael Guill¨¦n en su minucioso trabajo sobre Izquierdo, entre las opiniones cr¨ªticas de la ¨¦poca destac¨® la de D¨¢maso Santos, que afirm¨® que Francisco Izquierdo era "una de las primeras respuestas conscientes de la joven literatura espa?ola a la estupenda invasi¨®n hispanoamericana".

A pesar de aquella pol¨¦mica, su labor narrativa le hizo merecedor de diversos galardones entre los que destacan el Premio Nacional de Periodismo Gonz¨¢lez Ruiz, el Ateneo de Sevilla de novela, el Garc¨ªa Pav¨®n y el Aljarafe. Entre sus novelas cabe tambi¨¦n destacar t¨ªtulos como Las bestias y otros ejemplares.

Autor de m¨¢s de 60 vol¨²menes, Francisco Izquierdo destac¨® tambi¨¦n de manera significativa en el arte del grabado. M¨¢s de 40 dibujos y carpetas que formaron parte de m¨¢s de 40 exposiciones, 24 de ellas individuales, y que pueden observarse en 15 museos. La figura de Francisco Izquierdo es, como se?al¨® en su d¨ªa Francisco Umbral, "una suerte de juanpalomismo cultural del que la gente sabe bien poco. Dibuja, escribe, pinta, diagrama, edita. Todo lo hace bien, muy bien, con sensibilidad, talento y buen gusto. Es un genio solitario...".

Rafael Guill¨¦n, Premio Nacional de Poes¨ªa e ¨ªntimo amigo de Izquierdo, ten¨ªa preparado un peque?o homenaje al escritor ante el anunciado fatal desenlace de su enfermedad. Se trataba de su discurso de recepci¨®n p¨²blica como miembro de la Academia de Buenas Letras, que hab¨ªa dedicado a la figura del autor fallecido. Para Guill¨¦n, Francisco Izquierdo, "a trav¨¦s de su vida, ha transformado su experiencia en conciencia; y en esto, seg¨²n Malraux, estriba ser hombre. Es conocida su rectitud, su hombr¨ªa de bien, su generosidad, su fidelidad en la amistad, su perenne sentido del humor, su jovialidad, su sencillez, sus inigualables dotes de conversador".

Para Arcadio Ortega, presidente de la Academia de Buenas Letras de Granada, se trat¨® de "un renacentista que naci¨® en mala ¨¦poca, creci¨® en ¨¦poca dif¨ªcil y precaria, se desarroll¨® cuando el desarrollismo, con todas las limitaciones y trabas del momento, y se jubil¨®, ya entrada Espa?a en j¨²bilo".

Francisco Izquierdo ten¨ªa previsto despedirse de sus lectores en su columna de los martes a la que siempre fue fiel en las p¨¢ginas del diario Ideal, seg¨²n responsables de este peri¨®dico. Ya era consciente de su destino, de lo irreversible de una enfermedad que en ning¨²n caso termin¨® con su ¨¢nimo. "En ning¨²n caso dej¨® de bromear, mantuvo firme ese sentido del humor que le caracterizaba y las ganas por vivir, por seguir trabajando. En sus ¨²ltimos d¨ªas prosigui¨® con su labor de columnista, cuando no ten¨ªa la fuerza suficiente para escribirlas a mano, las dictaba".

Al fin no fue posible que Izquierdo se despidiera de sus lectores, la muerte le agarr¨® antes de tiempo a pesar de estar sobre aviso.