El Villarreal impone su ritmo en Suecia

Despu¨¦s de su brillante debut de la temporada pasada, el Villarreal volvi¨® a la UEFA con el recuerdo todav¨ªa fresco de la semifinal que jug¨® hace cuatro meses ante el Valencia. Claro que ayer el rival, el Hammarby sueco, era todo lo contrario, un grupo m¨¢s bien desordenado que se mov¨ªa a impulsos y a balonazos. A los 25 minutos se sumaban casi tantos goles, tres, como faltas, cuatro, se?al de que el partido estaba loco y sin due?o. Se jugaba sin freno, de un ¨¢rea a otra y sin apenas peaje por el centro del campo. La mayor ventaja fue para el Villarreal, que por algo dispone de mayor pegada y que al final supo imponer su ritmo. Ocasiones hubo para los dos equipos; el acierto fue cosa del conjunto espa?ol.

Guayre, c¨®modo ante el desorden, aprovech¨® su velocidad para protagonizar el ataque del Villarreal. Marc¨® el primer gol y dio el segundo a Gonzalo Rodr¨ªguez... un central. Rodr¨ªguez tiene 20 a?os, ha sido dos veces internacional con Argentina y apunta grandes maneras de buen defensor. Tambi¨¦n de interesante llegador. Su tanto otorg¨® al Villarreal una renta tan c¨®moda como ef¨ªmera. Runstrom acort¨® el marcador al minuto siguiente en la t¨ªpica jugada sueca: bal¨®n por los aires, un control tosco y buen remate ante Reina. No entiende el Hammarby otro estilo de f¨²tbol que ese enloquecido, con llegadas a la carrera a las bandas y centros a la cabeza m¨¢s alta. Tan pronto recuperan el bal¨®n, las piezas se mueven de manera mecanizada para acabar en el pase al delantero centro.

El otro estilo, el m¨¢s pausado y combinativo, lo rescat¨® el Villarreal a la media hora para serenar el partido. Necesitaba la pausa, es decir, a Riquelme y a Battaglia. Cuando ambos comenzaron a tocar, el Hammarby qued¨® descolocado y recurri¨® al juego brusco y a la presi¨®n para hacerse notar. El Villarreal contuvo a su rival pero qued¨® expuesto, tambi¨¦n durante la segunda parte, a las llegadas en tromba del conjunto sueco y a sus propios fallos defensivos, provocados por la falta de concentraci¨®n. La entrada de Senna le concedi¨® m¨¢s control en el centro del campo, aunque las ocasiones se suced¨ªan. Suerte que las limitaciones del Hammarby se extienden a todas sus l¨ªneas. Igual que cometi¨® errores de marcaje junto a su porter¨ªa desaprovech¨® las pocas balas que tuvo en ataque. Tambi¨¦n el Villarreal tir¨® a la basura sus ¨²ltimas llegadas, el punto final a un partido loco.