Un rosario de calamidades
El Madrid protagoniz¨® uno de sus partidos m¨¢s accidentados, y cuantos s¨ªntomas ofreci¨® resultaron preocupantes para su salud. La alineaci¨®n dio mucho que hablar, y a menudo para mal: lesionados Zidane y Figo, tampoco jugaron de inicio Ra¨²l y Beckham, Morientes calent¨® igualmente banquillo y, puestos a aplicar una terapia de choque contra los artistas, el entrenador prescindi¨® de Guti. Tampoco el arbitraje estuvo de su parte, sobre todo por el penalti pitado y, evidentemente, por haberlo mandado repetir. Las expulsiones de Samuel y Salgado, as¨ª como el error de Ronaldo desde los once metros, expresaron por lo dem¨¢s el desquiciamiento del equipo, incapaz para remontar y sobreponerse al rosario de calamidades que le depar¨® la noche. Los cambios, en la direcci¨®n opuesta al once titular- Guti, Beckham y Morientes acabaron saliendo a la cancha- tampoco cambiaron el perfil del Madrid, que al descanso se encontr¨® con los dos porteros lesionados -Casillas en el calentamiento y C¨¦sar a la media hora-, signo de la fatalidad que le embarga cuando pisa Montju?c desde que el 17 de marzo perdi¨® la Copa y empez¨® su v¨ªacrucis. Por mas vueltas que le dio, no encontr¨® la manera decambiar el signo de un partido que reincidi¨® en los vicios denunciados en tramo final del curso pasado.
Hab¨ªa vivido el Madrid del 1-0 a favor y al tercer partido se venci¨® por un 1-0 en contra, marcador preocupante para un plantel al que se supon¨ªa con flojera defensiva y, por contra, poderoso en ataque. Pero m¨¢s que cualquier otro defecto en un encuentro que le result¨® castastr¨®fico, al Madrid le perdi¨® su empe?o por entregarse a la derrota, espantado como acudi¨® a la cita, falto de un plan futbol¨ªstico y tambi¨¦n de ¨¢nimo competitivo, como si la ca¨ªda fuera irremediable, un castigo merecido al abandono del que el t¨¦cnico habla a diario. Ocurre que Camacho no da con la tecla, y las rotaciones desnaturalizan al equipo. O reacciona o el Madrid ser¨¢ presa de una crisis de identidad. Partido por la mitad, de momento le ha dado un ataque de flojera.
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