M¨¢s sobre la globalizaci¨®n
Si anteayer en Zabaltegi / Perlas de Otros Festivales, un impresionante documental, Darwin's nightmare, advert¨ªa sobre los riesgos de la globalizaci¨®n para quienes la padecen de manera m¨¢s inmediata (los ciudadanos del Tercer Mundo, en este caso africanos), ayer una modesta, esforzada y hasta simp¨¢tica pel¨ªcula argentina, Pr¨®xima salida, de Nicol¨¢s Tuozzo, incluida a concurso en Zabaltegi / Nuevos Realizadores, presentaba una m¨¢s de las facetas a que el nuevo capitalismo somete al castigado argentino de a pie.
No es dif¨ªcil ver sobre el filme, aunque algo edulcorada, la alargada sombra de otros referentes del cine social contempor¨¢neo como Ken Loach o Robert Gu¨¦diguian, por no hablar ya de nuestro Fernando Le¨®n, en esta historia de un grupo de ferroviarios que, por necesidades de rentabilidad de su reci¨¦n privatizada empresa, se ven de patitas en la calle despu¨¦s de muchos a?os de trabajo... y, como en Los lunes al sol, sin mayores posibilidades de abrirse paso en una realidad laboral que han dejado de comprender hace mucho.
Derrotas
Con un elenco en el que se mezclan nombres poco conocidos con actores del peso de Dar¨ªo Grandinetti, Mercedes Mor¨¢n o Ulises Dumont, el filme desarrolla, con considerable, incluso excesivo amor por sus personajes, una historia de derrotas y recuperaci¨®n de la dignidad, de denuncia de una situaci¨®n injusta y de la p¨¦rdida de la cultura del trabajo (que es mucho m¨¢s que perder un lugar en el que trabajar) que, a pesar de su tono melodram¨¢tico, se permite incluso proponer algunas soluciones de futuro que pasan por el compromiso social y por la solidaridad, un loable punto de vista que, no obstante y es de temer, se da algunos golpes contra la propia realidad de fuera de la pantalla.
Tampoco faltan elementos dram¨¢ticos en Dag or nat (D¨ªa y noche), segundo largometraje de un dan¨¦s, Simon Staho, y segunda propuesta de ayer de la selecci¨®n de Nuevos Realizadores. Relato del ¨²ltimo d¨ªa en la vida de un arquitecto prestigioso que, lo advierte una voz en off al comienzo, se va a suicidar, el filme recorre en largos viajes en coche que, por lo dem¨¢s, mantienen una unidad espacial f¨¦rrea y claustrof¨®bica.
Tiene la pel¨ªcula un tono seco, cortante, ag¨®nico y brutalmente desesperanzado. Es como un Ingmar Bergman pasado de vueltas, que no deja resquicio a la menor esperanza. La malograda existencia del protagonista se va descubriendo en peque?as dosis de amarga epifan¨ªa, hasta dar de ¨¦l todos los matices que explican su dram¨¢tica decisi¨®n. Se agradece en el filme, que por lo dem¨¢s resulta de muy dif¨ªcil digesti¨®n, la f¨¦rrea coherencia que Staho mantiene sobre el punto de vista narrativo, sobre sus nulas concesiones a la sentimentalidad, sobre su inflexible voluntad de hacer de su protagonista cualquier cosa menos un tipo decente. Es, desde ya, la primera candidata seria a alzarse con el jugoso premio reservado al mejor director debutante.
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