"Los astilleros est¨¢n al borde de la quiebra"
El Gobierno socialista afronta la en¨¦sima reconversi¨®n de la industria naval y es Enrique Mart¨ªnez Robles el encargado de llevarla a cabo. No ve otra soluci¨®n que volver a separar los astilleros civiles de los militares, ahora integrados en Izar, y luego proceder a su venta. La decisi¨®n ha originado virulentas protestas de los 10.800 trabajadores de las 10 plantas, de los que cree que no hacen planteamientos realistas, mientras acusa al PP de irresponsable y de dejar la empresa al borde la quiebra.
"Segregar y dar entrada al capital privado es justamente preservar el futuro del sector"
"Aun sin tener que devolver las ayudas p¨²blicas, la empresa ir¨ªa a la quiebra"
Enrique Mart¨ªnez Robles (Linares, Ja¨¦n, 1944) lleg¨® a la presidencia de la Sociedad Espa?ola de Participaciones Industriales (SEPI) llamado por el ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, con el que fue secretario de Estado de Hacienda en el anterior Gobierno socialista y del que goza la m¨¢xima confianza. Como si fuera una premonici¨®n, se encontr¨® un despacho repleto de cuadros sobre barcos. Sab¨ªa este inspector de Hacienda que las cosas en el grupo industrial, mermado de efectivos tras la venta de las principales empresas p¨²blicas, no estaban nada f¨¢ciles: astilleros, miner¨ªa, RTVE..., y que la crisis naval hab¨ªa que abordarla inmediatamente. Una herencia envenenada que ¨¦l no duda en calificar de mala gesti¨®n y de irresponsabilidad por parte del PP. Tiene el gran reto de resolver el problema y la convicci¨®n de que no hay otra salida que segregar astilleros militares de civiles (como estaban antes) y de vender estos ¨²ltimos. Si no, la quiebra, porque, entre otras cosas, la empresa debe devolver ayudas recibidas durante los Gobiernos del PP de casi 1.200 millones de euros, cuando los recursos propios que tiene son de 270 millones.
Pregunta. ?Sab¨ªa que el calado del problema de Izar era tan profundo al llegar a la SEPI?
Respuesta. Sab¨ªa que la situaci¨®n era complicada, pero no el grado de intensidad del problema.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le sorprendi¨® de la situaci¨®n?
R. La dejadez de los responsables anteriores de la compa?¨ªa y, sobre todo, el escaso margen que dejaron para buscar soluciones para el futuro.
P. ?Considera que la fusi¨®n realizada en 2000 entre los astilleros militares (Baz¨¢n) y los civiles (Aesa) fue un error?
R. S¨ª, lo fue. Estamos analizando la situaci¨®n cuatro a?os despu¨¦s, pero los datos son claros. La fusi¨®n con los astilleros militares no consigui¨® ninguna mejora para los civiles, como se pretend¨ªa. La complementariedad no se ha producido y los militares no han podido suplir el d¨¦ficit de los civiles. Se part¨ªa de unos presupuestos falsos y se ha ampliado el problema tambi¨¦n a la construcci¨®n militar.
P. Entonces, ?qu¨¦ pretensiones cree que ten¨ªan los anteriores gestores con esa integraci¨®n?
R. Me parece que la finalidad que persegu¨ªan era aportar recursos a los astilleros civiles burlando el marco comunitario. Creo que ¨¦se era el objetivo perseguido.
P. ?Qu¨¦ piensa cuando oye ahora a los representantes del PP criticarles sobre la crisis de Izar, incluido el ex ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato?
R. La posici¨®n del PP sobre Izar es absolutamente irresponsable, aunque es muy congruente con la que ten¨ªan cuando estuvieron a su frente. Hicieron una gesti¨®n empresarial y pol¨ªtica irresponsable, no afrontaron el problema de viabilidad, utilizaron mecanismos ilegales al autorizar ayudas p¨²blicas y, ahora, siguen siendo irresponsables al demandar soluciones que ellos saben que no son posibles desde la legalidad comunitaria.
P. ?C¨®mo se sinti¨® cuando oy¨® decir a Rodr¨ªguez Zapatero que ning¨²n trabajador de astilleros quedar¨ªa sin trabajo? ?No era contradictorio con sus propuestas?
R. No es contradictorio. Yo desde el principio expliqu¨¦ que el objetivo del plan es salvar el futuro de los astilleros. El hecho de segregar y dar entrada a la iniciativa privada, justamente es preservar el futuro del sector, como opina el presidente del Gobierno. Y es que nosotros creemos m¨¢s en el futuro del sector que la oposici¨®n. El PP considera que los astilleros civiles no pueden ser rentables y que, por eso, deben permanecer integrados con los militares.
P. ?Qu¨¦ excedente de empleo hay en estos momentos en Izar?
R. Tenemos estudios sobre la evoluci¨®n de la plantilla, pero creo que en estos momentos no es oportuno concretar datos antes de ponerlos sobre la mesa de negociaci¨®n. Parece claro que la empresa tiene excedente de plantilla. En todo caso, cualquier decisi¨®n ser¨¢ negociada y ning¨²n trabajador de la empresa va a quedar abandonado a su suerte.
P. Pero el plan que ustedes proponen es pol¨ªticamente duro de mantener.
R. Desde que llegamos, en mayo pasado, estudiamos las posibles salidas, que no eran muchas, y siempre dentro de la legalidad comunitaria. No podemos seguir buscando salidas en falso. El PP, desde 1998, ten¨ªa tiempo de buscar soluciones econ¨®micas y no lo ha hecho. Por eso, la empresa se ha descapitalizado y se encuentra en la actual situaci¨®n, al borde de la quiebra.
P. ?Tan grave es la situaci¨®n para que sea tan urgente tomar medidas y no se pueda buscar otras v¨ªas de soluci¨®n?
R. La situaci¨®n es muy grave y nuestra obligaci¨®n es ser responsables y exponerla tal cual es para que las partes implicadas sean conscientes de lo que nos jugamos. La crisis es tan grave que, en cuanto la Comisi¨®n Europea nos notifique fehacientemente la primera resoluci¨®n sobre ayudas ilegales por 376 millones de euros, hay que comenzar los tr¨¢mites para disolver la empresa. Pero es que, adem¨¢s, aunque no se tuvieran que devolver esas ayudas p¨²blicas, la capacidad econ¨®mica de la empresa no puede evitar su quiebra.
P. ?Cree que los sindicatos son conscientes de esa gravedad? ?C¨®mo valora su reacci¨®n actual?
R. Estoy seguro de que los sindicatos son conscientes de la gravedad de la crisis. Sobre su reacci¨®n, no me corresponde a m¨ª valorarla. Creo que sus planteamientos no son realistas, les falta rigor. En las reuniones que hemos mantenido, ellos quieren que la empresa siga como est¨¢. Que siga de forma global en manos p¨²blicas, y eso no puede ser porque ser¨ªa volver a enga?arnos. No podemos permanecer sin hacer nada.
P. ?Ve factible que se logre un acuerdo con los sindicatos, tal y como ha sucedido en otros procesos de reconversi¨®n anteriores?
R. Estoy seguro de que vamos a alcanzar un acuerdo con los sindicatos. Ellos mantienen su estrategia, pero creo que las posturas ir¨¢n acerc¨¢ndose con el paso de las reuniones.
P. Pero parece que no van a variar un ¨¢pice su rechazo a la segregaci¨®n y a dar mayor¨ªa al capital privado.
R. Es una propuesta a negociar. Yo estoy dispuesto a aceptar cualquier otra propuesta que, dentro del marco legal de la Uni¨®n Europea, resuelva al futuro de la empresa. De hecho, en la ¨²ltima reuni¨®n ha surgido una v¨ªa interesante, que es la de aglutinar todos los astilleros civiles en una sola empresa y dar entrada en ella al capital privado. Esto demuestra que de la negociaci¨®n pueden salir soluciones que tienen encaje en el planteamiento de las dos partes.
P. ?No le parece complicado que el capital privado entre en un negocio que no gana dinero? ?Habr¨¢ que abordar antes un ajuste?
R. No es tanto un ajuste como dise?ar planes industriales que les hagan compatibles con los mercados en los que operan, ya que en los ¨²ltimos ocho a?os han perdido el pulso de los mercados y, por ello, hay que dotarse de planes industriales que les devuelvan la competitividad.
P. Se ha hablado de posibles ofertas por algunos centros.
R. Hemos recibido varias propuestas de compra. Estas ventas, cuando se aborden en su d¨ªa, deben hacerse con los requisitos con los que se han privatizado las empresas de la SEPI, es decir, con los criterios de transparencia, publicidad y concurrencia.
P. ?Y eso es lo que van a explicar a los sindicatos el d¨ªa 23?
R. Se trata de ir estudiando centro por centro y marcar sus objetivos de mercados, de ventas, de gesti¨®n comercial, de compras, de investigaci¨®n y desarrollo para dar sentido comercial y de viabilidad a cada astillero.
P. Los sindicatos aducen que no han sido duros ante Bruselas y se?alan el caso de Alstom para demostrar que se puede negociar.
R. Eso no es cierto. Hemos negociado y seguiremos negociando. La situaci¨®n en la que est¨¢ Alstom ahora es la que tuvo Izar en 1997. Pero el Gobierno del PP no hizo caso de las condiciones que le impuso la UE. A la empresa francesa se le han impuesto unas condiciones ahora, y dentro de unos a?os veremos si las han cumplido. Adem¨¢s, los sindicatos dicen que era mejor recurrir las ayudas. Tengo que decir que eso no evita que el expediente siga adelante y, al ser ejecutivo, habr¨ªa que presentar igualmente la quiebra en cuanto se comunique.
P. ?No cree que Bruselas ha sido poco exigente a la hora de denunciar ante la OMC las pr¨¢cticas ilegales de fabricaci¨®n de barcos con ayudas p¨²blicas en Corea?
R. La Uni¨®n Europea ha denunciado a Corea ante la OMC. Pero, a su vez, Corea ha planteado una queja ante el mismo organismo por la posible existencia de ayudas p¨²blicas a la construcci¨®n naval sobre la base del c¨®digo compartido. En todo caso, esto no nos arregla el problema urgente que tenemos en Espa?a con Izar en estos momentos.
P. La crisis de los astilleros oculta otro gran problema que tiene usted: sanear RTVE. ?C¨®mo piensa abordarlo?
R. En este asunto estamos pendientes del dictamen que elabora actualmente el comit¨¦ de sabios. Cuando se disponga de ese informe, que marcar¨¢ el modelo de televisi¨®n futura, podremos a?adir m¨¢s datos. Para el a?o que viene se ha aprobado un presupuesto continuista, como no pod¨ªa ser de otra manera.
P. ?Y Hunosa?, ?c¨®mo va la petici¨®n de informaci¨®n por parte de la UE?
R. Su futuro est¨¢ en funci¨®n de las explotaciones que sean consideradas reservas estrat¨¦gicas de carb¨®n y que ser¨¢n las que permanezcan m¨¢s all¨¢ del 2007. Sobre esta cuesti¨®n, Hunosa tendr¨¢ que elaborar un plan que presentar¨¢ a las autoridades espa?olas y luego a las autoridades comunitarias. El nuevo Gobierno se encontr¨® con un requerimiento de la Comisi¨®n para conocer si el plan 2002-2005 se ajustaba o no al Reglamento de la UE, que se est¨¢ negociando con la Comisi¨®n Europea, y que esperamos se resuelva positivamente en breve.
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