El testimonio urgente de los ¨²ltimos supervivientes
Decenas de j¨®venes graban los recuerdos del terror de los ancianos antes de que mueran
Todo lo que tiene que ver con la memoria hist¨®rica es urgente. El motivo es simple: han pasado 68 a?os desde que comenz¨® la represi¨®n y los protagonistas se est¨¢n muriendo. Por eso, entre las m¨²ltiples iniciativas de las asociaciones que tratan de recuperar la memoria, casi siempre impulsadas por los nietos de los fusilados o por interesados por la tragedia olvidada de la represi¨®n, hay una especialmente emotiva. Se trata de acudir a los pueblos, a los lugares de la tragedia, para grabar los testimonios de los protagonistas y crear un archivo de la memoria oral. Hay distintos grupos que, de forma voluntaria y sin apenas subvenciones, se dedican a ello en distintos lugares de Espa?a. Y piden la ayuda del Gobierno para esta tarea.
?ngel del R¨ªo, un antrop¨®logo que dedica su tiempo a la Asociaci¨®n por la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, expresa la satisfacci¨®n que ha encontrado realizando este trabajo. "Cada entrevista supone una catarsis. Es su verdadera transici¨®n. Han callado muchos a?os el horror y se sienten relajados consigo mismos al poder contarlo. Entienden que pueden estar orgullosos de su lucha. Todos tienen un s¨®lo objetivo: que se sepa lo que pas¨®. Y terminan la entrevista con una frase terrible: ya me puedo morir tranquilo".
Algunos testimonios han llegado a los libros. El propio Del R¨ªo ha escrito con otros El Canal de los Presos (Cr¨ªtica), en el que se narra la historia de una obra monumental, el Canal del Guadalquivir, en el que trabajaron durante 20 a?os miles de presos pol¨ªticos. All¨ª se narra la vida de las mujeres e hijas de los presos, como Mar¨ªa Izquierdo, que cuenta: "Las mujeres sufrieron doblemente, porque se quedaron solas. La Guardia Civil buscaba a los maridos, y las castigaba peg¨¢ndolas. Y tambi¨¦n la humillaci¨®n de las se?oras donde serv¨ªamos. La nuestra ten¨ªa las despensas cerradas con llave, para que no pudi¨¦ramos comer".
Otra historia de mujer es la de Francisca del R¨ªo, que con m¨¢s de 100 a?os es viuda de uno de los 37 marineros republicanos que murieron en el submarino C-3, hundido por el U-34 alem¨¢n en la bah¨ªa de M¨¢laga. Un grupo liderado por el abogado Antonio Checa trat¨® de rescatarlo, pero Defensa neg¨® la autorizaci¨®n en 2003. Ahora, con el Gobierno socialista, se reactiva esa petici¨®n. "Jos¨¦ Sastre fue el amor de mi vida. Mi deseo es enterrarlo en sitio a donde pueda llevarle flores", dice Francisca en Las Fosas de Franco.
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