La ¨²ltima cuenta pendiente de la democracia
Asociaciones de v¨ªctimas reclaman que se anulen las sentencias dictadas por los tribunales fascistas
"Es necesario que se entienda que la justicia es lo contrario de la venganza". ?sta es la base de todas las exigencias que plantean las asociaciones de familiares de represaliados del franquismo y exiliados. Tras ocho a?os de Gobierno del PP, en el que casi todas las peticiones de recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica fueron rechazadas, en este mundo, ya muy conectado por internet, ha corrido con esperanza una noticia. El Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, nieto de un oficial republicano fusilado por el franquismo, ha decidido crear una Comisi¨®n Interministerial para la "rehabilitaci¨®n moral y jur¨ªdica" de los represaliados.
Casi 30 a?os despu¨¦s de la muerte del dictador, las asociaciones denuncian que, por culpa de un mal entendido concepto de la reconciliaci¨®n instaurado en la transici¨®n, han quedado muchas cosas sin resolver. Y por eso, despu¨¦s de esperar tanto, ahora van a por todas y han elaborado un listado de exigencias que presentar¨¢n al Gobierno cuando sean citadas, en las pr¨®ximas semanas. ?ste es un extracto de las reclamaciones del Equipo Nizkor, un grupo de derechos humanos que ha elaborado un documento, La Cuesti¨®n de la Impunidad en Espa?a y los cr¨ªmenes franquistas, suscrito por 15 organizaciones, y de la Asociaci¨®n por la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica (ARMH), que en los ¨²ltimos tres a?os, y sin ning¨²n tipo de ayuda oficial, ha reabierto fosas por toda Espa?a hasta recuperar m¨¢s de 300 cuerpos de paseados.
Se calcula que hay 30.000 personas enterradas en cunetas de media Espa?a
"Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs de Europa que no ha anulado las leyes de un r¨¦gimen fascista"
Ni el estado ni ning¨²n Gobierno ha hecho homenaje alguno a las v¨ªctimas del franquismo
- Anular la justicia de la dictadura. "Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs de Europa que no ha anulado las leyes de un r¨¦gimen del Eje fascista de los a?os 40", se?ala Gregorio Dionis, director del equipo Nizkor. Esas leyes, seg¨²n recuerdan los tribunales espa?oles a quienes acuden a ellos, no han sido revisadas, sino sustituidas por otras. Pero cualquier consejo de guerra o juicio sumar¨ªsimo del franquismo se considera, a todos los efectos, legal. En los archivos militares figuran unas 500.000 personas que sufrieron prisi¨®n y otras 150.000 que murieron fusiladas, seg¨²n datos aportados por el PSOE en una proposici¨®n no de ley presentada hace un a?o y rechazada por el PP. Todos ellos cometieron el delito de "auxilio a la rebeli¨®n". Un sarcasmo del franquismo que consisti¨® en acusar de sedici¨®n a quienes hab¨ªan defendido el orden constitucional sancionado por unas elecciones democr¨¢ticas.
Bas¨¢ndose en una resoluci¨®n de la ONU de 1946, el equipo Nizkor concluye que Naciones Unidas declar¨® el "car¨¢cter criminal" del r¨¦gimen franquista. Una resoluci¨®n posterior, de 1950, no anul¨® esta consideraci¨®n. Por tanto el equipo Nizkor exige "declarar la nulidad de todos juicios penales y militares por arbitrarios e ilegales" y todas las leyes franquistas.
Cada uno de los miles de casos tiene una familia detr¨¢s, unos hijos que, en su mayor¨ªa, a¨²n viven. Como Teresa Forjas, hija de dos fusilados en Madrid un 28 de diciembre de 1939, d¨ªa de los Santos Inocentes. En el libro La Memoria de los Olvidados (?mbito), cuenta c¨®mo los encontr¨®: "Nos llamaron para darnos los papeles de la tumba de cada uno. Con 16 a?os, fui a sacar los cad¨¢veres. El de mi padre me hizo sensaci¨®n, pero m¨¢s el de mi madre, porque no hab¨ªa calavera, sino un trozo de huesos con pelo. Mi madre no muri¨® del tiro y le machacaron la cabeza a culatazos. Yo lo siento mucho en el alma, pero ni olvido, ni perdono". Estos dos fusilamientos, como todos lo dem¨¢s, son considerados legales por el orden jur¨ªdico espa?ol. S¨®lo una ley espec¨ªfica puede anularlos.
- El Estado debe ocuparse de reabrir las fosas. Hasta ahora, con el ¨²nico apoyo de las familias y algunos ayuntamientos voluntariosos -siempre gobernados por la izquierda- la ARMH y el Foro por la Memoria, vinculado al PCE, han reabierto fosas por toda Espa?a. Algunas v¨ªctimas las han identificado con el m¨¦todo del ADN. Se han sacado m¨¢s de 300 cuerpos. Pero s¨®lo la ARMH tiene m¨¢s de 2.000 peticiones sin atender, y se estima que hay 30.000 personas sepultadas en cunetas de media Espa?a. Es un asunto que supera por completo las posibilidades de las asociaciones. Por eso exigen al Ejecutivo que "elabore una ley de exhumaciones y fije los procedimientos acordes con el derecho internacional de derechos humanos". Adem¨¢s se insta al Gobierno a "poner a disposici¨®n de las familias de desaparecidos laboratorios gen¨¦ticos en los que se puedan practicar las pruebas de identificaci¨®n por ADN". Y, sobre todo, que se haga cargo de este problema con los medios de la Administraci¨®n.
El libro Las Fosas de Franco (Temas de hoy) est¨¢ repleto de historias de personas, algunas muy mayores, cuya ¨²ltima voluntad consiste en sacar a sus seres queridos de una fosa com¨²n para honrar su memoria y enterrarlos donde desea la familia. ?ngel Garrido y Domingo P¨¦rez fueron sepultados en una fosa com¨²n con otras 420 personas en el cementerio de Talavera de la Reina (Toledo) tras un consejo de guerra. La familia nunca lo supo. Los hijos pudieron descubrirlo y colocar una placa hace poco. Pero las dos viudas murieron antes, una en 2001. Sesenta a?os buscando sin saber que sus maridos estaban a 25 kil¨®metros de su pueblo, porque nadie les ayud¨®, ni siquiera en democracia.
Esther Domingo ten¨ªa seis meses cuando desapareci¨® su padre en Lleida. Supo la verdad al cumplir los 13. Cuenta su ilusi¨®n y su miedo: "Quiero que se reconozca la lucha que ha llevado toda esa gente en silencio. Si ¨¦l hubiese sido un h¨¦roe nacional y no estuviera como un perro tirado por ah¨ª, yo hubiera tenido la posibilidad de estudiar una carrera y muchas cosas m¨¢s. Para nosotros esto supone mucho, despu¨¦s de 60 a?os, y nos ilusiona la idea de poder recuperar su cuerpo alg¨²n d¨ªa, como creo que a tanta gente, pero seguro que hay alguien que intentar¨¢ que esto no llegue a salir a la luz".
No hay legislaci¨®n sobre esto. Tanto que en una reciente exhumaci¨®n de tres mujeres asesinadas en una saca en Candeleda (?vila), la alcaldesa de su pueblo, Poyales del Hoyo, puso problemas para enterrarlas porque en el registro civil no constaban esas defunciones y se neg¨® a buscar un lugar especial en el cementerio porque las consideraba como unas muertas m¨¢s.
La obsesi¨®n del franquismo por borrar todo vestigio del pasado y humillar todo lo posible a los vencidos le llev¨® no s¨®lo a enterrarlos en fosas comunes inmundas, sino a esconderlas. En la Sima de Jin¨¢mar, en Gran Canaria, eran lanzados multitud de fusilados. Despu¨¦s de sellarla, la dinamitaron para borrar todos los vestigios. Y luego la utilizaron como vertedero municipal. Los cad¨¢veres que ahora buscan los familiares est¨¢n debajo de toneladas de escombros, como sucede en otros muchos lugares de Espa?a.
A¨²n hoy, por ejemplo en Cartagena, la tierra del anterior responsable de Defensa, Federico Trillo, este ministerio niega la reclamaci¨®n de la familia de uno de los 51 militares republicanos enterrados en la llamada Zona X, una fosa com¨²n dentro del cementerio de la localidad. El anterior responsable de Defensa lleg¨® incluso a negar la existencia de esa fosa, de la que hay constancia documental.
- Retirada de todos los s¨ªmbolos franquistas. Es, sin duda, el asunto que levanta mayor pol¨¦mica. De hecho, el Gobierno ni siquiera lo ha citado al anunciar la creaci¨®n de una comisi¨®n interministerial. Y sin embargo todas las reclamaciones exigen la retirada de los s¨ªmbolos de la dictadura. No s¨®lo del callejero de miles de ciudades y pueblos en toda Espa?a, que sigue honrando a generales sublevados y torturadores. La semana pasada, el diputado socialista Alfonso Guerra, presidente de la Fundaci¨®n Pablo Iglesias, admit¨ªa en los pasillos del Congreso la dificultad de convencer a muchos gobiernos locales -el alcalde de A Coru?a, el socialista Francisco V¨¢zquez, rechaz¨® recientemente una proposici¨®n del BNG en este sentido-. "En Alemania o Francia esto ni se plantea, pero ¨¦ste es un pa¨ªs muy complicado, hay que ir con cuidado y poco a poco", comentaba Guerra.
Adem¨¢s de las calles, el dictador tiene todav¨ªa casi una decena de estatuas a la vista del p¨²blico, algo implanteable en Francia, Italia o Alemania. El profesor de la Uned Jes¨²s de Andr¨¦s se ha dedicado a catalogarlas y estudiarlas. Hay una muy conocida en Madrid, frente a Nuevos Ministerios, otra en la Capitan¨ªa General de Valencia, otra en la Plaza del Ayuntamiento de Santander, otra en una plaza de Guadalajara, Melilla, Academia Militar de Zaragoza.
- Valle de los Ca¨ªdos. Pero el monumento que m¨¢s discordia siembra es el Valle de los Ca¨ªdos. Veinte a?os cost¨® construir la que acabar¨ªa siendo la descomunal tumba de Jos¨¦ Antonio y el propio Franco, que all¨ª descansa. Pocos espa?oles lo visitan, aunque se ve desde casi toda la sierra madrile?a. M¨¢s bien son extranjeros que llegan a un monumento ¨²nico: un pa¨ªs democr¨¢tico honra a su ¨²ltimo dictador con un costos¨ªsimo mausoleo mantenido por Patrimonio del Estado.
M¨¢s de 1.200 presos pol¨ªticos sudaron para construir ese monumento que les recordaba cada d¨ªa, y para siempre, su derrota. Nadie pide que se derribe. La ARMH reclama sencillamente que una placa y una exposici¨®n en la nave central recuerde a esos 1.200 presos que perdieron entre esas piedras su juventud y su salud. Nada recuerda ahora mismo que ese monumento a los "ca¨ªdos por Dios y por Espa?a" lo construyeron los del otro bando, trabajando en un r¨¦gimen de redenci¨®n de penas pr¨¢cticamente esclavista.
Tambi¨¦n se reclama la "se?alizaci¨®n de todas las obras p¨²blicas o privadas construidas por presos pol¨ªticos as¨ª como la previsi¨®n de indemnizaciones a los supervivientes a las que deber¨ªan contribuir todas aquellas empresas privadas que se vieron enriquecidas por el trabajo de una mano de obra forzada".
Porque no s¨®lo Franco utiliz¨® a estos esclavos, tambi¨¦n dej¨® que los usaran los empresarios m¨¢s cercanos al r¨¦gimen. Para ver el dolor que causan los s¨ªmbolos franquistas, basta recordar a Mari Carmen Ponce, de Orbe (A Coru?a). Su padre, un guerrillero, fue asesinado cuando ella ten¨ªa cinco a?os. La mujer sigue en el mismo pueblo, en la misma casa. A¨²n hoy, su calle se llama del General¨ªsimo.
- Gran acto p¨²blico y Comisi¨®n de la Verdad. Es algo que nunca se hizo en Espa?a. S¨®lo la ARMH y un grupo de artistas, por su cuenta y riesgo, organizaron este verano en Rivas-Vaciamadrid, gobernado por IU con apoyo del PSOE, un gran acto de reconocimiento a los que lucharon por preservar la II Rep¨²blica, el r¨¦gimen constitucional. Ni el Estado, oficialmente, ni el Gobierno han hecho ning¨²n homenaje. Tambi¨¦n eso piden. Y una Comisi¨®n de la Verdad, como en Argentina, que haga una gran investigaci¨®n de la Guerra Civil y asiente una verdad ¨²nica, aprobada por el Parlamento, para evitar las "tesis revisionistas" que han tenido ¨¦xito editorial ¨²ltimamente, como la de P¨ªo Moa.
Tambi¨¦n exigen que en los colegios espa?oles se d¨¦ m¨¢s importancia al periodo de la represi¨®n en los programas de historia que siguen los ni?os. Y que se cree un museo de la Guerra Civil.
El equipo Nizkor concluye: "Ninguna sociedad puede sobrevivir al desconocimiento de su propia historia, por horrible que esta sea".
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