Piden 22 a?os de c¨¢rcel para dos acusados de matar a una anciana
Asesinaron a la mujer para conseguir alhajas valoradas en 110 euros
El fiscal solicita una pena de 22 y 20 a?os de prisi¨®n para Marcelino L. M., de 40 a?os, y Julio Fern¨¢ndez, S. D., de 50, respectivamente. Est¨¢n acusados de matar a Pilar S. P., de 64, en su domicilio del barrio de Vallecas.
Ambos individuos asestaron varios golpes a la v¨ªctima en la cabeza con un martillo y una llave, y, finalmente, la asfixiaron. Para ello utilizaron una cuerda y varios cables que le colocaron alrededor del cuello. El asalto fue tan brutal que se rompi¨® el mango del martillo, seg¨²n informa el fiscal.
Todo para conseguir un bot¨ªn en el que se inclu¨ªan varias joyas que guardaba en una caja de caudales, entre las que se encontraban varias esclavas, una alianza, una pulsera y una gargantilla valoradas en 110 euros. Tambi¨¦n le sustrajeron una cartilla de ahorros con 1.803 euros.
Los dos hombres ya fueron condenados en un primer juicio que se celebr¨® en junio de 2002 por un jurado popular, que les declar¨® culpables de un delito de asesinato y otro de robo. Pero el juicio fue anulado por el Tribunal Supremo al considerar que el veredicto del jurado no estaba suficientemente motivado. Por este motivo orden¨® su repetici¨®n.
Los hechos ocurrieron el 26 de octubre de 1999. El Ministerio Fiscal explica que los dos acusados se dirigieron al domicilio de la v¨ªctima. All¨ª se apoderaron de un martillo y una llave que encontraron en la vivienda. Despu¨¦s de golpearla en la cabeza, la mujer qued¨® tendida en el suelo, inconsciente. Despu¨¦s la asfixiaron.
Por otra parte, el fiscal pide 24 a?os de c¨¢rcel para tres hermanos, que pertenecen al clan de etnia gitana La Milagro. Est¨¢n acusados de asesinar a tiros a Alejandro M. J. y a su yerno, Jaime B. B., ambos del clan Los Gallegos. El suceso ocurri¨® en mayo de 2002 en el poblado de Las Mimbreras, en Alcorc¨®n.
El tiroteo se produjo tras una discusi¨®n por la adquisici¨®n de una vivienda prefabricada.
Los acusados quer¨ªan adquirir, supuestamente, la casa para dedicarse a la venta de droga. Pero no llegaron a un acuerdo y se produjo una reyerta. Uno de los asesinados dispar¨® al aire. Los acusados se marcharon.
Pero poco despu¨¦s regresaron y comenz¨® el tiroteo, que acab¨® con dos muertes. Los investigadores de la polic¨ªa encontraron unos ochenta casquillos de bala en el poblado.
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