La defensa del cazador acusado de disparar a un marroqu¨ª busca contradicciones en la identificaci¨®n
El inmigrante se?ala dos veces al supuesto agresor en el primer d¨ªa de juicio
El acusado, natural de Tolox (M¨¢laga), asegur¨® ayer que la tarde de los hechos (el 18 de noviembre de 2000) la pas¨® sulfatando la hierba de su finca. "Estuve en casa desde despu¨¦s de almorzar hasta las seis y media y no me cruc¨¦ con nadie", asegur¨® en tono tranquilo y sin perder los papeles en la primera sesi¨®n del juicio. Durante el interrogatorio, Sebasti¨¢n permaneci¨® serio, aparentemente seguro.
A 10 kil¨®metros de la finca, el mismo 18 de noviembre de 2000, tres hombres ataviados con ropas de caza se burlaron y dispararon tres tiros a Addya A., un inmigrante de 24 a?os. Addya llevaba un mes en Espa?a y vagaba por la zona de La Caur¨ªa, en las inmediaciones de la Sierra de las Nieves (M¨¢laga). El marroqu¨ª volvi¨® ayer a identificar sin vacilaci¨®n a Sebasti¨¢n en dos ocasiones. Lo hab¨ªa hecho antes por fotograf¨ªa y en una rueda de reconocimiento.
"Hac¨ªa mucho que no sal¨ªa de cacer¨ªa, por lo menos desde 1998". Sebasti¨¢n, de 31 a?os y alba?il de profesi¨®n, se defini¨® como una persona "no agresiva" que no se ha visto envuelta en hecho violento alguno. La Guardia Civil encontr¨® en su casa una escopeta de ca?ones paralelos, un cinto con cartuchos, dos chaquetas militares y un par de pasamonta?as. Sebasti¨¢n ha pasado cinco meses en la c¨¢rcel. "La ¨²ltima vez que fui por La Caur¨ªa fue con un primo", cont¨®, "nos tomamos una cerveza de litro".
Addya cont¨® que aquella tarde vio dos motos aparcadas en una puerta de hierro casi al mismo tiempo en que sinti¨® un disparo en la espalda. "Me volv¨ª y vi la cara de los tres hombres", cont¨® en el juicio. Escuch¨® risas y sinti¨® que se burlaban de ¨¦l. Apenas hablaba espa?ol y alcanz¨® a suplicarles que no volvieran a disparar. Tras el segundo disparo, que le alcanz¨® una pierna, cay¨® al suelo y perdi¨® el conocimiento.
El abogado del cazador, Mario Ruiz, puso en discusi¨®n de forma insistente si los hechos ocurrieron el 18 de noviembre o antes. Ruiz esgrimi¨® dos partes m¨¦dicos que afirman que las heridas se hab¨ªan producido al menos 24 horas antes de lo relatado por Addya. "El nexo inicial de la investigaci¨®n, que es la fecha, ya no concordar¨ªa", arguy¨® Ruiz. "Creo que los disparos los ha recibido, pero tambi¨¦n insisto en que ha podido errar en la identificaci¨®n y que por ello, Sebasti¨¢n est¨¢ acusado de un delito muy grave".
El letrado asegur¨® que los m¨®viles racistas, que apunta la fiscal¨ªa "no existen" y que la actuaci¨®n no puede considerarse propia de un grupo organizado. El abogado lleg¨® incluso a preguntar al marroqu¨ª c¨®mo hab¨ªa regularizado su situaci¨®n en Espa?a [fue gracias a la colaboraci¨®n con la justicia]. El presidente de la sala le pidi¨® que no siguiese por ese camino.
El ministerio fiscal solicita 14 de prisi¨®n por un delito de tentativa de homicidio, mientras que la acusaci¨®n particular eleva la petici¨®n a 18 a?os. Hoy tendr¨¢ lugar la segunda sesi¨®n de este juicio en el que prestar¨¢n declaraci¨®n 27 testigos.
Carlos B., el due?o de una finca cercana, testific¨® que encontr¨® a Addya la ma?ana siguiente. "Me indic¨® por se?as que le hab¨ªan disparado y le llev¨¦ a la Guardia Civil", narr¨®. Observ¨® que ten¨ªa incrustadas balas de plomo y le pareci¨® que no eran recientes. "Tambi¨¦n encontr¨¦ algo de sangre, pero poca cantidad".
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