Aliviar el Alzheimer

El reconocimiento como discapacitado de quien padece Alzheimer, la mejora de una atenci¨®n sanitaria espec¨ªfica o la ayuda a los cuidadores y, en definitiva, la necesidad de elaborar un plan nacional son muy justas reclamaciones que plantean en Espa?a desde hace tiempo las asociaciones de familiares de v¨ªctimas de este mal. La centenaria "oscura enfermedad" neurodegenerativa, principal causa de demencia en los pa¨ªses desarrollados y contra la que a¨²n no existen remedios, afecta a unos 800.000 espa?oles -aunque s¨®lo 600.000 est¨¢n diagnosticados- y se estima que ser¨¢n 1.200.000 en 2025.

Esas estad¨ªsticas son parecidas a las de los dem¨¢s pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. Sin embargo, Espa?a no se ha distinguido ni mucho menos por la aplicaci¨®n de pol¨ªticas nacionales integradoras, a diferencia de otros socios vecinos como Francia, y ha considerado en muchas ocasiones a sus v¨ªctimas como enfermos aislados, sin apenas derechos y con la ¨²nica ayuda de sus cuidadores, que no son otros que los familiares (en un 95% esposas, hijas o hermanas).

Bien est¨¢ que con ocasi¨®n de la Jornada Mundial del Alzheimer el Gobierno haya anunciado acciones para mitigar el mal, que no es s¨®lo una dolencia de ancianos -aunque azote fundamentalmente a las personas mayores-, empezando por el reconocimiento a trav¨¦s de una pr¨®xima ley de la enfermedad como una discapacidad, lo cual debe comportar en principio mayor acceso a servicios y cuidados sociales espec¨ªficos para aliviar el elevado coste de un mal de larga duraci¨®n. A ello se suman la creaci¨®n en Salamanca de un centro estatal de referencia para la atenci¨®n e investigaci¨®n del Alzheimer y otro en Madrid para la atenci¨®n de enfermos y formaci¨®n de cuidadores. Al menos es algo m¨¢s que campa?as de compasi¨®n paternalista.