Con el BNG
Toda la oposici¨®n vot¨® el martes en el Congreso una moci¨®n del Bloque Nacionalista Galego (BNG) contra los planes del Gobierno para afrontar la crisis de los astilleros. La moci¨®n es una receta pormenorizada de lo que, seg¨²n el BNG y todos los dem¨¢s partidos, hay que hacer, no c¨®mo, pero s¨ª qu¨¦, para salvar los astilleros y que resume en que el Gobierno haga lo que tenga que hacer para que se garantice el mantenimiento de las plantillas, la capacidad productiva y los centros que existen. Tambi¨¦n pide que se negocie con Bruselas, es razonable puesto que es con Bruselas con quien hay que hablar para conseguir el retraso del pago de la multaza que la Comisi¨®n ha impuesto a Espa?a, por culpa de unas ayudas de cuya ilegalidad esa misma Comisi¨®n avis¨® a tiempo, en 1997 nada menos, al Gobierno del PP. Tambi¨¦n ped¨ªa el BNG en su moci¨®n que se recurra el expediente de la UE, una idea que aport¨® el PP, raz¨®n por la cual no tuvo el m¨¢s m¨ªnimo inconveniente en votar de tan ins¨®lita manera o en tan ins¨®lita compa?¨ªa. Las sorpresas son la sal de la vida pol¨ªtica.
Aunque algunas cosas de las que pasan son de verdad tan de aurora boreal como las exhibiciones del alcalde de Puerto Real, don Jos¨¦ Antonio Barroso, que ya que todos apoyan al BNG en este hist¨®rico momento, ¨¦l est¨¢ dispuesto a no quedarse atr¨¢s y as¨ª asegura, en declaraciones a un peri¨®dico gallego, que cree que El Ferrol debe ser el referente de la construcci¨®n militar naval, dicho lo cual no se sabe si se qued¨® tan tranquilo o se ha preocupado algo, teniendo en cuenta que ese apoyo a los astilleros de El Ferrol ser¨ªa en contra de los intereses de Puerto Real, cuyo astillero, como los propios trabajadores saben, no tendr¨ªa futuro como astillero civil, es m¨¢s, situarse de ese modo en este momento es acaso poner en peligro el proyecto de construcci¨®n de un barco de la Armada espa?ola que garantizar¨ªa trabajo en Puerto Real para cuatro a?os.
Seguro que no quiere eso el se?or alcalde, seguro que es s¨®lo un exceso verbal irreflexivo. Y sin embargo est¨¢ dicho, como tantas otras irreflexivas cosas que se est¨¢n diciendo estos d¨ªas a prop¨®sito de una crisis que necesita menos palabras y m¨¢s di¨¢logo, que no es lo mismo.
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