Fern¨¢ndez Armero intercambia parejas y mentiras en 'El juego de la verdad'
Act¨²an Trist¨¢n Ulloa, Natalia Verbeke, Mar¨ªa Esteve y ?scar Jaenada
Q u¨¦ pasar¨ªa si alguien a quien le quedan pocos meses de vida plantea como ¨²ltimo deseo acostarse con la mujer de su mejor amigo? ?sta es la pregunta con trampa alrededor de la cual gira El juego de la verdad, la comedia de ?lvaro Fern¨¢ndez Armero (Madrid, 1969) que se estrena hoy en toda Espa?a. Una historia de enredos con Trist¨¢n Ulloa, Natalia Verbeke, Mar¨ªa Esteve y ?scar Jaenada, que se desarrolla esencialmente en dos escenarios: un supermercado ("un microcosmos estimulante", para el director) y un canal televisivo ("met¨¢fora de la vida moderna").
Algunas cosas estuvieron claras desde el comienzo. "Sab¨ªa que quer¨ªa contar la historia de dos parejas y que la enfermedad y la muerte ser¨ªan los disparadores", dijo el director en la presentaci¨®n de su quinta pel¨ªcula ante la prensa.
Con un gui¨®n escrito por el propio Armero y Roberto Santiago, El juego de la verdad cuenta la vida de dos parejas de amigos. Alberto (Jaenada) y Susana (Verbeke) son triunfadores, guapos, con planes de boda y sin problemas de dinero. ?l es subdirector del supermercado de su familia y ella, la presentadora sexy de un informativo. Ernesto (Ulloa) y Lea (Esteve) son algo as¨ª como el lado oscuro de la Luna: ¨¦l repite por megafon¨ªa las ofertas del supermercado que regenta Alberto y ella finge ser sordomuda y traduce por signos el noticiario de Susana; ambos est¨¢n a un paso del despido. Todo se sacude cuando a Ernesto le diagnostican un c¨¢ncer y salen a la luz las opiniones y deseos ocultos del cuarteto. "Bueno, antes de morir me gustar¨ªa acostarme con Susana...", lanza el moribundo.
"Yo he hecho poca comedia en cine y ¨¦sta me ha dado la oportunidad de re¨ªrme de m¨ª mismo", dijo Ulloa, para quien el g¨¦nero encierra complejidades ("la comedia es un engranaje perfecto, que tiene mucho de m¨²sica y de matem¨¢tica") y pone a prueba el "trabajo de equipo".
Esteve y Verbeke, que hab¨ªan coincidido ya en El otro lado de la cama y D¨ªas de f¨²tbol, celebraron volver a trabajar juntas. "Ha sido un lujo asi¨¢tico", dijo Esteve. "Nos queremos mucho como personas y nos respetamos mucho como actrices". Entre sonrisas, reparto y director trazaron una l¨ªnea clara entre ficci¨®n y realidad: "A veces hablas de lo que m¨¢s miedo te da. El intercambio de parejas y el juego de la verdad a m¨ª me aterran, por eso las encuentro ideas poderosas y fascinantes", se?al¨® Fern¨¢ndez Armero. "Lo divertido de hacer cine", sostuvo Verbeke, "es imaginar para la pantalla cosas que no vives ni vivir¨ªas".
Las relaciones personales y sus conflictos no son un tema nuevo para el director de Nada en la nevera (1998). En esta pel¨ªcula, sin embargo, percibe "cambios". "El primero es un esp¨ªritu m¨¢s optimista. Aunque siga existiendo una carga c¨ªnica hay una tendencia al optimismo y al final feliz", explic¨®. El paso del tiempo tambi¨¦n ha impuesto su marca, tanto en los personajes ("ya no son veinta?eros; rondan los 30, como yo, que ya voy por los 35") como en lo formal: "Ha habido un aprendizaje. He intentado hacer una historia m¨¢s internacional, menos localista, una ciudad abstracta, no reconocible, y eso se traduce en una imagen m¨¢s sofisticada y m¨¢s limpia".
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