John Sayles present¨® 'Silver City', un estupendo 'thriller' repleto de iron¨ªa
'Sumas y restas', del colombiano V¨ªctor Gaviria, muestra el v¨¦rtigo de la coca¨ªna en Medell¨ªn
Tom DiCillo, jurado de la secci¨®n oficial del certamen, lo tiene claro: "Ya no hay diferencia entre el cine independiente y el de Hollywood. La clave est¨¢ en que el concepto de ¨¦xito sea el mismo para ambos. Si un largometraje independiente de bajo presupuesto se estrena en Nueva York y a los tres d¨ªas no ha tenido el suficiente ¨¦xito en la taquilla, se acab¨®. No tiene futuro. Los cineastas deben reaccionar, por supuesto, pero el p¨²blico debe aprender a apreciar pel¨ªculas donde no explote una bomba cada 20 segundos. Debe disociar los conceptos entretenimiento y lobotom¨ªa".
A ello cabe a?adir que desde hace tiempo las grandes productoras de Hollywood tienen empresas subsidiarias o colaterales dedicadas a un tipo de producci¨®n cinematogr¨¢fica que se asemeja al llamado cine independiente, producciones de bajo coste y en las que el realizador tiene un control mayor sobre el producto final. ?xitos de taquilla tan importantes como los que obtuvieron El graduado o Easy Rider, producciones realizadas al margen del poder cinematogr¨¢fico establecido, removieron el ambiente y las butacas de los ejecutivos, y con el pragmatismo que caracteriza a la industria estadounidense decidieron asimilar sus ense?anzas en lugar de declarar la guerra abierta.
"El que narcotrafica es un fantasma para sus hijos, para su esposa, para el pr¨®jimo"
Silver City es el ¨²ltimo filme de John Sayles, uno de los representantes m¨¢s cualificados del llamado cine independiente. Ayer se proyect¨® a concurso en el festival y todo parece indicar que puede optar a uno de los premios y, lo que es m¨¢s importante siguiendo a DiCillo, a un apreciable ¨¦xito en la taquilla.
Sayles ha realizado un buen filme en el que la s¨¢tira pol¨ªtica se integra en un ortodoxo relato de novela negra. Un thriller en el que la iron¨ªa predomina sobre la sangre y en el que respetan escrupulosamente todos los ingredientes del g¨¦nero: detectives privados, pol¨ªticos corruptos, financieros codiciosos y sin escr¨²pulos, un cad¨¢ver, asesores de campa?a, rubias peligrosas, inmigrantes sin papeles y un candidato a las elecciones para gobernador de Colorado magistralmente interpretado por Chris Cooper y del que hasta el propio George Bush, si viera la pel¨ªcula, se dar¨ªa cuenta de que es ¨¦l mismo, es decir, un candidato torpe, inculto y f¨¢cilmente manejable por las pira?as financieras. La aparici¨®n del cad¨¢ver de un trabajador mexicano ilegal es el punto de partida para que un investigador privado (Danny Huston) vaya desvelando paulatinamente la corrupci¨®n pol¨ªtico-econ¨®mica del Estado, la manipulaci¨®n y control de los medios de comunicaci¨®n, el submundo de los cabecillas mafiosos que trafican con los espaldas mojadas, la decadencia sin paraca¨ªdas de las hijas de los poderosos y la relativa eficacia de las webs marginales y alternativas. Y todo narrado con un estilo cinematogr¨¢fico que recuerda al de los buenos artesanos del cine de los a?os cuarenta y cincuenta, capaces de filmar un buen melodrama o un espl¨¦ndido thriller sin m¨¢s pretensiones que demostrar el dominio del oficio. Silver City no tiene la brillante realizaci¨®n de Chinatown o Muerte entre las flores, por ejemplo, pero es un excelente relato cinematogr¨¢fico basado en un similar gui¨®n y con un reparto colectivo de altura. Nombres como los de Richard Dreyfus, Daryl Hannah, Miguel Ferrer, Tim Roth o Kris Kristofferson comparten con los citados Cooper y Huston un rutilante casting que difumina a¨²n m¨¢s la ya de por s¨ª borrosa frontera entre lo independiente y Hollywood.
Un ¨²ltimo dato para el posible esclarecimiento de la cuesti¨®n industrial: Silver City, con el apoyo leg¨ªtimo de ese espl¨¦ndido reparto y el no menos leg¨ªtimo derecho que le otorga su calidad, tiene asegurada una distribuci¨®n internacional potente. Omagh, el extraordinario filme brit¨¢nico-irland¨¦s de Peter Travis, no hab¨ªa sido comprada, al menos hasta el pasado martes, por ninguna distribuidora espa?ola.
El segundo largometraje presentado ayer a concurso, Sumas y restas, del colombiano V¨ªctor Gaviria y coproducci¨®n colombiano-espa?ola, es un correcto y duro filme sobre la vida y la muerte de quienes trafican con la coca¨ªna en Medell¨ªn, sobre las relaciones de los llamados traquetos (nombre que proviene del ruido que producen las ametralladoras al disparar) y la ciudadan¨ªa antioque?a, una conexi¨®n entre quienes manejan millones de d¨®lares en met¨¢lico y quienes son incapaces de resistir la inmediata facilidad de los beneficios. Un mundo intenso, arrollador, en el que la vida humana no vale nada. "El narcotr¨¢fico nos ha convertido en fantasmas en un pa¨ªs donde tenemos que estar escondidos", explica V¨ªctor Gaviria. "Una persona que narcotrafique es un fantasma para sus hijos, para su esposa, para el pr¨®jimo. No es posible hacer democracia sobre la base de un negocio clandestino. No podemos hacer un pa¨ªs en la clandestinidad".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.