El Supremo de Florida autoriza la eutanasia de Terri Schiavo

El Tribunal Supremo de Florida ha autorizado la eutanasia de Terri Schiavo. Los magistrados declararon ayer inconstitucional la ley en la que se hab¨ªa amparado el gobernador Jeb Bush para impedir que el marido la retirara las sondas de alimento que la mantienen artificialmente viva desde 1990. Bush, al que respaldan los padres de Terri, puede recurrir la decisi¨®n al propio tribunal de Florida o al Supremo de Estados Unidos.

Los jueces reconocieron que fue una decisi¨®n dif¨ªcil en la que tuvieron que dejar a un lado las emociones. "Nuestros corazones pueden comprender la gran pena que ha mostrado la familia de Theresa, pero nuestros corazones no son la ley. La Constituci¨®n debe anteponerse siempre a las emociones. Esta es una naci¨®n de leyes y las leyes deben gobernar siempre nuestras decisiones", escribi¨® en el dictamen la presidenta del tribunal, Barbara Pariente.

Los magistrados fallaron un¨¢nimemente que la llamada "ley Terri" viola el principio de la separaci¨®n de poderes del Estado. El Congreso de Florida (Legislatura) convoc¨® una sesi¨®n de urgencia el pasado octubre y en menos de 24 horas aprob¨® una ley para que el gobernador pudiera detener el proceso de eutanasia. Terri llevaba ya seis d¨ªas desconectada de las sondas.

Bush declar¨® ayer que "respetaba la decisi¨®n del Supremo" pero al mismo tiempo reiter¨® que "cre¨ªa de todo coraz¨®n que hab¨ªa actuado de forma correcta". El gobernador dijo que estudiar¨ªan las opciones para recurrir el fallo.

La legislaci¨®n de urgencia aprobada en 2003 s¨®lo se refer¨ªa a casos en que el paciente no haya expresado su voluntad por escrito, se encuentre en estado vegetativo y un familiar se oponga a que le retiren las sondas de alimentaci¨®n. Exactamente la situaci¨®n de Terri. La mujer de 40 a?os no hab¨ªa hecho testamento y cuando cay¨® en coma a los 26, el marido, Michael Schiavo, era el ¨²nico que legalmente pod¨ªa tomar decisiones m¨¦dicas.

Durante los primeros a?os Schiavo estuvo de acuerdo con sus suegros, Robert y Mary Schindler, en tratar de rehabilitarla, pero cambi¨® de opini¨®n al ganar una indemnizaci¨®n por negligencia m¨¦dica. Poco despu¨¦s de que los tribunales le concedieran un mill¨®n de d¨®lares para que cuidara de Terri, Michael Schiavo dijo que Terri le hab¨ªa dejado un testamento oral, en el que le dijo que nunca la mantuviera viva artificialmente si ten¨ªa un accidente". Desde entonces no han cesado los pleitos judiciales entre ambas ramas de la familia.

La amarga saga familiar se ha ido dirimiendo tanto en los tribunales como en la opini¨®n p¨²blica, dividida sobre la eutanasia. Pero al intervenir el gobernador Bush, el debate tom¨® un cariz pol¨ªtico. La pregunta central es si la eutanasia debe ser un asunto de familia, o puede inmiscurse el gobierno cuando el enfermo no ha dejado constancia de su voluntad.

La respuesta comenz¨® ayer a aclararse con el fallo de los jueces, pero no es ni mucho menos la ¨²ltima palabra. Por una parte, Bush puede solicitar una revisi¨®n al propio Supremo de Florida en diez d¨ªas o apelar al Supremo de EE UU, y por otra est¨¢ sin resolverse una demanda en los juzgados de primera instancia en la que los padres solicitan que anulen el derecho legal de custodia al marido.