Residencia deficiente
Soy una se?ora de 87 a?os y, a pesar de mi edad, estoy en pleno uso de mis facultades. Quiero contarles mi experiencia de agosto en una residencia privada. Quise pasar un mes de descanso en una residencia, recordando la experiencia del pasado a?o, que fue muy buena. Con la ayuda de mis hijos buscamos alguna en la sierra, hasta que me decid¨ª por una que me pareci¨® buena: era un edificio moderno construido hace un a?o, un gran chal¨¦ con terrazas y jard¨ªn con vistas a la sierra, y parec¨ªa que iba a estar bien; la gente parec¨ªa amable y simp¨¢tica.
Ingres¨¦ el 28 de julio, pensando estar hasta el 28 de agosto. Me dieron una habitaci¨®n con dos camas para m¨ª sola y, al principio, me encontr¨¦ muy bien, tomando mucho el aire y muy descansada. Una vez ingresada y seg¨²n pasaban los d¨ªas, empec¨¦ a notar las deficiencias.
1. Hab¨ªa muchos ingresados (m¨¢s de cincuenta), cada vez m¨¢s, y con deficiencias f¨ªsicas y mentales importantes, hasta el punto de que me encontr¨¦ que no hab¨ªa casi nadie con quien poder entablar conversaci¨®n.
2. El personal para atender a los ingresados era escaso y realizaba todo tipo de funciones, tanto de limpieza como repartir la comida y la propia atenci¨®n a los internos, que en muchas ocasiones era deficiente debido a esta falta de personal suficiente.
3. La alimentaci¨®n era cada vez m¨¢s deficiente, de peor calidad y escasa.
4. Las actividades de ocio que hab¨ªa eran escasas por la falta de material y formaci¨®n.
El colmo fue que la noche de 22 al 23 de agosto, al levantarme al ba?o a las cuatro de la madrugada, me escurr¨ª y ca¨ª al suelo, produci¨¦ndome hematomas en el brazo, en la cadera y el pie derecho y fuertes dolores en toda la zona lumbar, teniendo que arrastrarme como pude para llegar a la perilla, pues no pod¨ªa levantarme sola. Al cabo de 20 minutos apareci¨® una se?ora que, de muy malas maneras, me dijo que qu¨¦ me pasaba que no me levantaba. La contest¨¦ que para qu¨¦ cre¨ªa que la hab¨ªa llamado. Intent¨® ayudarme y, al no poder sola conmigo, la dije que llamara a alguien, y me dijo que estaba sola. ?Una sola persona para atender a m¨¢s de cincuenta internos!
A las ocho de la ma?ana empec¨¦ a llamar otra vez para que vinieran a atenderme y, como no me hac¨ªan caso hasta las 9.00, dije que me dejaran llamar a mi familia. Vino la encargada a ver qu¨¦ hab¨ªa pasado. No se hab¨ªa enterado porque la de la noche no hab¨ªa dejado escrito nada. Por fin llamaron al m¨¦dico. Finalmente vino mi familia y me fui a mi casa, sin que se me devolviera el importe de la semana que no he estado all¨ª, y 15 d¨ªas despu¨¦s sigo con los dolores y los hematomas y tomando la medicaci¨®n para el dolor y un relajante muscular.
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