Liberadas

Pocas veces llegan buenas noticias de Irak. Pero la liberaci¨®n de las dos cooperantes italianas, Simona Pari y Simona Torretta, secuestradas desde el 7 de septiembre y de las que varios comunicados hab¨ªan anunciado su asesinato, ha llenado de alivio no s¨®lo a los italianos, sino tambi¨¦n a Europa y al mundo. Ahora bien, tanto su rapto y el de una veintena de personas, en la sede de la ONG para la que trabajaban en proyectos educativos y sanitarios en Bagdad, como el posible precio por su liberaci¨®n, junto a dos iraqu¨ªes que tambi¨¦n fueron soltados ayer, est¨¢n envueltos en un espeso misterio, subrayado por la referencia de Berlusconi a "tantos caminos recorridos" para obtener la liberaci¨®n. Si se ha logrado ha sido tambi¨¦n gracias a mediaciones en las que han intervenido diversos Gobiernos, empezando por el jordano.

La situaci¨®n de caos que reina en muchas partes de Irak ha convertido estos secuestros en parte de la vida cotidiana. Desde marzo de 2003 un centenar de extranjeros han sido secuestrados, de los que 27 han sido ejecutados. Ni siquiera los iraqu¨ªes escapan a esta amenaza propia del caos. Un sinn¨²mero de ellos han sido tambi¨¦n v¨ªctimas. A menudo, poco tiene que ver con la nacionalidad. El lunes fue liberado un diplom¨¢tico iran¨ª y ayer tuvieron igual suerte tres contratistas egipcios. Pero sigue sin saberse el destino del brit¨¢nico Ken Bigley, cuya sombra sobrevuela la conferencia del Partido Laborista. Sus dos compa?eros norteamericanos secuestrados con ¨¦l s¨ª fueron asesinados de una forma atroz, grabada en v¨ªdeo difundido por Internet. De los dos periodistas franceses, Christian Chenoy y Georges Malbrunot, nada se sabe.

La liberaci¨®n de las dos italianas ha hecho recobrar esperanzas respecto a todos estos casos, aunque ser¨ªa iluso pensar que los secuestradores han cedido ante la movilizaci¨®n popular de una Italia unida en su indignaci¨®n. Los diversos secuestradores se mueven por sus propias agendas y objetivos. En este caso, sin embargo, un mensaje del secuestro estaba claro: mostrar que Irak se ha vuelto no s¨®lo ingobernable, sino que hasta su reconstrucci¨®n es una tarea imposible en las actuales circunstancias, y asustar a las ONG que intentan ayudar a mejorar la vida en este castigado pa¨ªs.