Kerry pasa a la ofensiva
El dem¨®crata trata de aprovechar el impulso del primer debate, mientras Bush recrudece sus ataques
John Kerry, que logr¨® poner a la defensiva a George W. Bush en el primer debate electoral, reanud¨® ayer la campa?a con la energ¨ªa que necesitaba para estrechar el cerco en torno al presidente. "Bush tiene ¨²nicamente un plan de cuatro palabras: m¨¢s de lo mismo", dijo ayer en Florida, un Estado vital para ambos. Pero el presidente tambi¨¦n ha subido el tono y ampliado el abanico de ataques: en Ohio, otro lugar clave el 2 de noviembre, afirm¨® que ¨¦l trabaja con la comunidad internacional para resolver los problemas, pero que "las decisiones se toman en el Despacho Oval, no en las capitales de otros pa¨ªses".
A un mes de las elecciones, la campa?a se pone al rojo vivo y los candidatos no pueden permitirse un minuto de descanso. En los pr¨®ximos diez d¨ªas la temperatura pol¨ªtica no har¨¢ sino subir. La expectaci¨®n no se va a apagar despu¨¦s del primer debate -que vieron m¨¢s de 60 millones de personas-, como habr¨ªa ocurrido si Kerry no hubiera resucitado. Ahora, de los tres debates que quedan, es tan interesante el primero -el que enfrenta el pr¨®ximo martes a los vicepresidentes, un apasionante duelo entre Dick Cheney y John Edwards: imposible pensar en dos polos m¨¢s opuestos- como los dos restantes entre Kerry y Bush, el de Saint Louis, el d¨ªa 8 de octubre, con preguntas de la audiencia, y el de Phoenix, el 13, sobre econom¨ªa y pol¨ªtica nacional.
"Kerry ha decidido confiar en la sabidur¨ªa de la Administraci¨®n; yo siempre confiar¨¦ en la sabidur¨ªa de los norteamericanos", dijo Bush en su visita n¨²mero 27 a Ohio, criticando los planes del dem¨®crata en econom¨ªa, impuestos y salud y defendiendo sus propuestas de privatizar en parte el sistema de pensiones, transformar el seguro m¨¦dico de los ancianos y mantener los recortes fiscales. En Florida, Kerry tambi¨¦n se centr¨® en asuntos internos y dijo que en los dos ¨²ltimos a?os no ha hecho m¨¢s que o¨ªr historias "de gente luchando para llegar a fin de mes" y que ha compartido "su frustraci¨®n ante la continua negaci¨®n de la evidencia de este Gobierno".
Guerra sobre la guerra
El giro hacia la econom¨ªa y la pol¨ªtica nacional no evit¨® la guerra sobre la guerra. Kerry quiere convencer a los electores de que no es m¨¢s d¨¦bil que Bush, el punto en el que necesita mejorar: Nadie habla de irse de Irak, nadie duda o vacila. Hablamos de ganar y de cumplir la misi¨®n". Bush le acus¨® de "contradicciones confusas", y aunque Kerry defendi¨® los ataques preventivos, el presidente ridiculiz¨® su afirmaci¨®n de que ¨¦stos tienen que pasar "un examen internacional de legitimidad: "Nunca someter¨¦ la seguridad de EE UU a un examen internacional. El uso de tropas para defender Am¨¦rica nunca debe someterse al veto de pa¨ªses como Francia. Lo que tiene que hacer un presidente no es un examen internacional; su trabajo es defender Am¨¦rica".
Hasta ahora, estos mensajes simples han resonado bien en el electorado; y hay que recordar que el norteamericano medio reacciona de forma distinta a pol¨ªticos, expertos y periodistas, que dieron como ganador a Kerry en el debate. Pero tambi¨¦n puede ocurrir que muchos votantes empiecen a ver que un mensaje sencillo no es lo mismo que un mensaje plano o hueco, y repetir mil veces las mismas frases -como Bush hizo en el debate y hace en la campa?a- sin a?adir m¨¢s sustancia puede resultar insuficiente. Si se enfr¨ªa la ret¨®rica guerrera -algo que no es sencillo, por razones objetivas y porque la campa?a de propaganda tiene a¨²n cuatro intensas semanas por delante-, la sociedad retirar¨¢ su apoyo a un presidente que ha cometido tantos errores en tan poco tiempo sin reconocer ninguno.
Kerry tampoco est¨¢ libre de peligros en su ofensiva. Necesita mantener en pie a la base m¨¢s militante, para que vote, sin alejar a los potenciales moderados, como ocurrir¨¢ si el dem¨®crata adopta un claro tono antiguerra con los soldados en el frente. La base militante fue inflamada por la ret¨®rica de Howard Dean, hace un a?o, y es la que aplaude cuando el senador habla de "la guerra inapropiada en el lugar y el momento equivocados" y denuncia "un catastr¨®fico error de colosales dimensiones". Pero esa base puede desanimarse cuando Kerry rechaza que est¨¦ pensando en la retirada, aboga por la victoria y niega, como hizo el jueves, que los soldados "est¨¢n muriendo por un error"; y tiene que negarlo, porque ¨¦l vot¨® para dar a la Casa Blanca luz verde en el uso de la fuerza. Tanto esa base como los votantes indecisos necesitan m¨¢s detalles sobre "el plan para ganar esta guerra" que sean diferentes a lo que propone Bush, que no hace m¨¢s que repetir lo mismo sin tener en cuenta la realidad.
Lo que ninguno de los dos candidatos, en todo caso, est¨¢ aportando -en un momento en el que la situaci¨®n en Irak es particularmente confusa y peligrosa y cuando hay, en marcha o planeadas, importantes ofensivas militares- son alternativas y opciones que vayan m¨¢s all¨¢ de la palabrer¨ªa de campa?a y que respondan a las grandes preguntas: cu¨¢l es la situaci¨®n real en Irak, es posible ganar esta guerra y c¨®mo y cu¨¢ndo van a volver los soldados.
'Newsweek' da una ventaja de tres puntos al aspirante
Los efectos del debate ya han comenzado a notarse. Un sondeo publicado ayer por el semanario Newsweek otorga a John Kerry una ventaja de tres puntos sobre George W. Bush. Seg¨²n se?ala la agencia France Presse, el dem¨®crata obtendr¨ªa un 49% de los votos, por un 46% el republicano y actual presidente. Kerry aventaja a Bush, incluso teniendo en cuenta la candidatura del independiente Ralph Nader, que suele dividir al voto dem¨®crata.
La encuesta confirma los sondeos inmediatos posteriores al debate, los cuales ya indicaron que Kerry lo gan¨®, aunque los estrategas republicanos aseguran que fue una victoria de estilo, no de sustancia, y que el presidente mantuvo intacto el mensaje que le interesa, el de que es m¨¢s de fiar que el dem¨®crata para librar la guerra contra el terrorismo y proteger la seguridad nacional. En todo caso, seg¨²n Xavier de Souza Briggs, profesor de la Escuela de Gobierno John Kennedy de la Universidad de Harvard, "no hay duda de que Kerry logr¨® recordar a la audiencia los errores cometidos por la Casa Blanca en Irak". En su opini¨®n, "los dem¨®cratas han comprobado que Bush tiene puntos muy vulnerables relacionados con la guerra, y van a presionar en eso", aunque tambi¨¦n Kerry "tendr¨¢ que dar m¨¢s detalles sobre sus planes". ?Mantendr¨¢ Bush el discurso que tacha de chaquetero a Kerry? "Sin duda, le seguir¨¢ acusando de incoherencia y de apostar por una cosa y la contraria, porque tiene datos para hacerlo y porque sabe que eso da?a enormemente al adversario".
?El salto adelante garantiza algo a Kerry? No. Era necesario, pero no suficiente. El dem¨®crata, seg¨²n otro analista con acceso a las direcciones de los dos partidos, "hizo lo que Bush hab¨ªa conseguido con la convenci¨®n de Nueva York: recuperar a sus votantes, confusos tras sus errores de agosto, sobre todo cuando dijo que, sabiendo lo que ahora sabe, volver¨ªa a apoyar la guerra". Con las dos bases electorales ya reafirmadas, a?ade este analista, "ahora es cuando empieza la aut¨¦ntica competici¨®n". Una de las claves del ¨¦xito es movilizar a las bases; la otra, conquistar indecisos. "Es demasiado pronto para saber si Kerry avanz¨® significativamente en este campo", dice De Souza Briggs.
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