Que la globalizaci¨®n funcione para todos
Cuando los l¨ªderes del mundo eval¨²en los avances logrados en la aplicaci¨®n de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, un conjunto de ambiciosos objetivos para ayudar a los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo a escapar de la pobreza, el hambre, la enfermedad y el analfabetismo, una propuesta del canciller brit¨¢nico Gordon Brown podr¨ªa proporcionar el cambio necesario para alcanzar estos objetivos.
La globalizaci¨®n ofrece a todas las personas la oportunidad de escapar de la pobreza extrema, pero no est¨¢ funcionando en muchas partes del mundo en desarrollo. Mientras que China e India crecen r¨¢pidamente, la mayor parte de ?frica se est¨¢ quedando estancada, y partes de Iberoam¨¦rica y Asia Central est¨¢n experimentando un aumento de los niveles de pobreza en vez de un descenso. Las historias de ¨¦xito econ¨®mico0 de hoy son lugares como Shanghai, es decir, ciudades portuarias con f¨¢cil acceso a los mercados mundiales. La mayor falta de desarrollo tiende a darse en las ¨¢reas rurales lejanas a la costa, como se aprecia en los casos de Bolivia, Afganist¨¢n, Etiop¨ªa o Burkina Faso. Otros problemas son la sequ¨ªa y enfermedades mortales como la malaria o el dengue.
Brown tiene raz¨®n: pongamos a ?frica y a otras regiones empobrecidas en la senda del crecimiento, concentrando la ayuda antes de 2015
Estos problemas tienen soluci¨®n, pero no se est¨¢n solucionando en muchas partes del mundo. En lugar de o¨ªr m¨¢s conferencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el recorte de presupuestos, los pa¨ªses pobres necesitan presupuestos m¨¢s amplios para financiar las inversiones requeridas -carreteras, suministro de energ¨ªa, puertos, escuelas y cl¨ªnicas de salud- y dejar que arranque el crecimiento econ¨®mico. Hace 35 a?os, los pa¨ªses ricos prometieron dar el 0,7% de su producto interior bruto a los pa¨ªses pobres a modo de ayuda al desarrollo. Sin embargo, est¨¢n dando un 0,25%, una disminuci¨®n de 120.000 millones de d¨®lares al a?o.
Si Estados Unidos cumpliera su promesa de dar el 0,7 del PIB en donaciones, proporcionar¨ªa 75.000 millones de d¨®lares anuales en ayuda. En realidad, aporta unos 15.000 millones. El Gobierno de Bush dio 250.000 d¨®lares anuales en deducciones fiscales a los estadounidenses m¨¢s ricos, aument¨® el gasto militar en 150.000 millones de d¨®lares al a?o y despu¨¦s se dirigi¨® a los m¨¢s pobres del mundo y les dijo que no hay presupuesto disponible para cumplir la promesa del pa¨ªs.
Nada de esto tiene sentido. El subdesarrollo en los Andes, Asia Central y ?frica contribuye a la inestabilidad mundial, las insurrecciones locales y la violencia, el tr¨¢fico de drogas y las bases para el terrorismo. La fuerza militar por s¨ª sola no funcionar¨¢, porque la ra¨ªz del problema es la vulnerabilidad de los pobres y de los hambrientos ante los profetas del odio. Si los donantes siguen dando s¨®lo un poco de ayuda, pero no lo suficiente para solucionar los problemas de los pa¨ªses m¨¢s pobres, ¨¦stos nunca escapar¨¢n de la pobreza. Pero si financian un nivel mucho m¨¢s elevado de inversi¨®n en los pr¨®ximos a?os, los pa¨ªses ricos dar¨ªan a los pobres la oportunidad de impulsar su crecimiento econ¨®mico, lo cual augurar¨ªa el fin de las ayudas.
Eso es lo que hace la propuesta del canciller Brown, denominada Servicio de Financiaci¨®n Internacional (IFF, siglas de International Finance Facility). El IFF pretende garantizar que los pa¨ªses donantes doblen sus niveles de ayuda a lo largo de la siguiente d¨¦cada, para que los pa¨ªses pobres bien gobernados hagan las inversiones que necesitan. Brown tiene raz¨®n: pongamos a ?frica y a otras regiones empobrecidas en la senda del crecimiento econ¨®mico, concentrando la ayuda en el periodo anterior a 2015.
El presidente franc¨¦s Jacques Chirac se ha unido al primer ministro brit¨¢nico Tony Blair y al canciller Gordon Brown en un audaz llamamiento a los pa¨ªses ricos para que cumplan las promesas hechas a los pobres. Los pa¨ªses m¨¢s ricos -Estados Unidos, Alemania y Jap¨®n- deben unirse a esta iniciativa vital. Construir un mundo m¨¢s pac¨ªfico y pr¨®spero redundar¨¢ en el bien de todos.
Jeffrey D. Sachs es catedr¨¢tico de Econom¨ªa y director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia. Traducci¨®n de News Clips.
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