"El nacionalismo no es incompatible con la democracia"

Ricardo de la Encina (Bilbao, 1962), doctor en Sociolog¨ªa por la Universidad de Deusto, acaba de publicar el ensayo Poder y Comunidad (Pamiela, 2004) en el que reivindica expl¨ªcitamente la "dimensi¨®n pol¨ªtica democr¨¢tica" de los nacionalismos.

Pregunta. ?C¨®mo explica la identificaci¨®n negativa del concepto "nacionalista" existente en la actualidad?

Respuesta. Es un tema actual pero recurrente. Las naciones actuales son fruto de la modernidad hist¨®rica que dio lugar a Estados nacionales. ?stos han intentado a lo largo del tiempo homogeneizar a todos los grupos ¨¦tnicos que conviven en su seno. Unos quedaron asimilados y otros no. Los que no se llegaron a asimilar forjaron sus propios mitos nacionales, sus propias ¨¦lites intelectuales como reacci¨®n. Son casos que perviven en varios estados la propia Europa actual. Hay grupos que se siguen negando a aceptar determinados mitos fundacionales o im¨¢genes culturales.

P. ?Es el nacionalismo un fen¨®meno obsoleto?

R. Todo lo contrario. La complejidad nacional de la Uni¨®n Europea reci¨¦n ampliada lo demuestra.

P. ?Qu¨¦ incidencia ha tenido sobre los nacionalismos el fen¨®meno de la violencia?

R. Ha da?ado la imagen de un concepto que no tiene vinculaci¨®n alguna con ella. Sin embargo, se equipara constantemente nacionalismo con violencia e incluso con terrorismo: el Estado representa un nacionalismo c¨ªvico frente al otro nacionalismo, al de la llamada de la sangre y el ¨ªdolo de la tribu. Eso no es real. No se puede asociar al nacionalismo en s¨ª, como movimiento democr¨¢tico, de participaci¨®n social, de b¨²squeda de estructuras de poder para defender una cultura y mantener una identidad, con determinados partidos o grupos nacionalistas que ejerciten la violencia.