El alumno aventajado de Gal¨ª

Militar de la Escuela de la Generalitat, impulsor de Quaderns de l'Exili, dinamizador del movimiento scout cat¨®lico y maestro de pol¨ªticos. Raimon Gal¨ª ha sido todo eso en su calidad de agitador de conciencias. Y el cuadro de honor de sus disc¨ªpulos est¨¢ presidido por un alumno de excepci¨®n: Jordi Pujol. El ex presidente present¨® ayer Mem¨°ries, que acaba de publicar la editoral barcelonesa Proa.

Pujol habl¨® de su maestro como del hombre que sent¨ªa aversi¨®n a seguir las ideolog¨ªas predominantes en la sociedad . Profundamente creyente, Gal¨ª vivi¨® a contracorriente en la Catalu?a cenetista y a¨²n peor en la franquista. Habr¨ªa sido un exponente de la llamada tercera v¨ªa -como los Manuel Carrasco i Formiguera y el general Batet-, si no hubiera optado por combatir con las armas en la mano a los sublevados del 18 de julio. Las modas dominantes, est¨¢ claro, nunca fueron con ¨¦l: fue cat¨®lico en d¨ªas de revoluci¨®n, progresista durante la dictadura militar de Franco y siempre un patriota catal¨¢n con ra¨ªces hundidas en la trascendencia religiosa.

Como Pujol, Gal¨ª opina que el marxismo ha sido una moda nociva para Catalu?a. As¨ª, en sus Mem¨°ries escribe: "Las universidades catalanas fueron gobernadas por profesores marxistas de val¨ªa, como Manuel Sacrist¨¢n o Pierre Vilar, que durante muchas generaciones permitieron triturar nuestra memoria hist¨®rica e impidieron a la juventud catalana ver y juzgar rectamente su pasado".

Franco, a juicio de Gal¨ª, supo enfrentar -emulando la t¨¢ctica que utiliz¨® en la sierra de P¨¤ndols con los catalanes de su bando y los del republicano- "el viejo catalanismo de la Renaixen?a, con un nuevo catalanismo de tipo marxista e izquierdista".

Pujol no ha sido nunca tentado por el marxismo, pues como Gal¨ª opina que el hombre es la medida de todas las cosas frente al desenfreno colectivista. "?l nos dio el mensaje potente de car¨¢cter espiritual y eso se necesitaba en aquella Catalu?a desballestada; adem¨¢s ¨¦l hablaba de sentido del honor, ese concepto que no est¨¢ de moda y que hace que uno no se averg¨¹ence de s¨ª mismo". Fue ¨¦se el Gal¨ª que inspir¨® Des dels turons a l'altra banda del riu, el ensayo de Pujol entre la trascendencia, el cuaderno de c¨¢rcel y el compromiso patri¨®tico.

En el terreno religioso, Gal¨ª frena su recorrido por el cristianismo al llegar a Emmanuel Mounier y prefiere recrearse en P¨¦guy. El catolicismo de Pujol es de m¨¢s amplio espectro.

"A veces no he sido fiel a mi maestro; no s¨¦ si he sido buen disc¨ªpulo", subrayaba ayer un Pujol que, al contrario que Gal¨ª, ha tocado el poder pol¨ªtico y ha sabido que hasta los hombres con honor, en ocasiones, deben hacer de la necesidad virtud y ceder al implacable tacticismo.