La patronal italiana se enfrenta a Berlusconi por los Presupuestos

El Gobierno conservador de Silvio Berlusconi parece haberse situado a la derecha del empresariado italiano. El presidente de la patronal Confindustria, Luca Cordero di Montezemolo, ha criticado el presupuesto presentado el pasado jueves, ha exigido medidas de liberalizaci¨®n y, a la vez, de relanzamiento industrial. "Este Gobierno parece m¨¢s pendiente de algunos intereses concretos que del inter¨¦s general del pa¨ªs", indic¨®. Seg¨²n Montezemolo, el proyecto berlusconiano de reducci¨®n de impuestos "carece de realismo".

La influencia de Montezemolo no es la habitual de un presidente de los empresarios. Est¨¢ muy por encima de eso. Primero, porque Montezemolo es presidente de Fiat, la sociedad m¨¢s emblem¨¢tica del pa¨ªs. Segundo, porque es a la vez presidente de Ferrari, que simboliza la capacidad de competici¨®n de la industria italiana. Y tercero, porque se trata de un personaje carism¨¢tico, con una alt¨ªsima cota de popularidad (s¨®lo el presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglio Ciampi, amigo personal de Montezemolo, tiene una popularidad comparable) y al que se atribuye, pese a sus desmentidos, un inevitable porvenir pol¨ªtico.

Luca Cordero de Montezemolo se reuni¨® el pasado viernes con un grupo de corresponsales extranjeros y expres¨® su descontento con la pol¨ªtica econ¨®mica. Dej¨® claro, por ejemplo, que el en¨¦simo plan de salvamento de Alitalia le parec¨ªa un derroche de dinero en una medida proteccionista e in¨²til ("si no hubiera periodistas delante, dir¨ªa claramente si estoy a favor de la quiebra de Alitalia", manifest¨®), y que la prometida reducci¨®n del impuesto sobre la renta era inviable porque se corr¨ªa el riesgo de agravar el d¨¦ficit p¨²blico y el endeudamiento sin aumentar el crecimiento econ¨®mico. "No se dan las condiciones para bajar los impuestos, salvo en las franjas salariales m¨¢s bajas", dijo.

Objetivos fiscales

El s¨¢bado, en Capri, ante un auditorio de j¨®venes empresarios, se?al¨® que el presupuesto reci¨¦n presentado ante el Parlamento era "restrictivo" pero no aportaba ninguna soluci¨®n a los problemas del pa¨ªs. El presupuesto del ministro de Finanzas, Domenico Siniscalco, es, en realidad, un cascar¨®n vac¨ªo, a la espera de un futuro collegato, o ley adjunta, que debe marcar objetivos fiscales y de crecimiento. "Esperamos encontrar en esa ley adjunta medidas para el fomento de la competitividad, medidas para liberalizar el sector bancario, medidas para apoyar la inversi¨®n en el sur y una buena ley de quiebras antes de que, en diciembre, se cumpla un a?o de la crisis de Parmalat", declar¨®.

Sus cr¨ªticas se extendieron a los ejes fundamentales de la pol¨ªtica econ¨®mica, social y territorial del Gobierno de Berlusconi. Se quej¨®, por ejemplo, de la restrictiva ley de inmigraci¨®n impuesta por los sectores m¨¢s derechistas y xen¨®fobos de la coalici¨®n berlusconiana: "Gracias a la inmigraci¨®n podemos mantener determinadas actividades industriales", dijo, y agreg¨® que aunque no existieran obvios beneficios econ¨®micos, Italia, por razones morales, deb¨ªa "acoger a la masa de inmigrantes que la historia nos asigna". Tambi¨¦n se declar¨® preocupado ante una reforma federalista impulsada sin ning¨²n debate, con el peligro de aumentar el gasto p¨²blico y la complejidad administrativa sin mejorar los servicios al ciudadano.