Piedras preciosas contra demonios
Durante una historia de acci¨®n y rol hay que devolver la tranquilidad a los Reinos Olvidados, un territorio de espl¨¦ndidos paisajes
El Se?or de Los Anillos: Las Dos Torres, lanzado por Electronic Arts el a?o pasado y desarrollado por Stormfront Studios, marca una senda muy correcta de c¨®mo se puede desarrollar un juego de acci¨®n con pinceladas de rol contando una historia que permite desfilar por paisajes preciosistas en tres dimensiones. Atari no ha dudado en contratar al mismo estudio para llevar a cabo un clon ambientado en los Reinos Olvidados, haciendo uso de la licencia de Dragones y Mazmorras, que ha adquirido para la ocasi¨®n. Dado que en definitiva lo que hay que hacer es repartir mandobles a orcos, trols y todo tipo de criaturas mitol¨®gicas, se han contratado los servicios del reconocido escritor de literatura fant¨¢stica y periodista de The New York Times
'Demon Stone'
Desarrolla: Stormfront
Distribuye: Atari
Plataformas: PS 2, Xbox
G¨¦nero: Acci¨®n y Rol
Edad recomendada: Mayores de 13 a?os
Precio: 60 euros
Internet: www.demonstone.com
R. A. Salvatore para dotar la experiencia de un argumento cercano al de una pel¨ªcula. El resultado es una aventura lineal en la que suceden peque?os acontecimientos que dan sentido al derroche de magia y violencia.
Veloz como el primer descenso de una monta?a rusa, el disco se mete de cabeza en la historia, con una breve introducci¨®n de v¨ªdeo que cuenta c¨®mo el mago Khelban encerr¨® a los dos demonios que luchaban por dominar la tierra en sendas gemas, y c¨®mo, por error, han sido liberados. Inmediatamente se est¨¢ a los mandos de Rannek, el guerrero rebanando cuellos en mitad de una batalla donde, entre otras cosas, hay que intentar no morir achicharrado bajo el aliento de los dragones. A pocos metros se halla presa en una jaula la ladrona Zhair, una semi-Drow que hace malabares con sus dagas. Tras liberarse -ella sola se basta y se sobra-, se une a Rannek. Al rato hace lo mismo Illius, el joven y apuesto mago. Los tres forman el equipo que el usuario puede controlar para abrirse paso por los bonitos escenarios inspirados en los Reinos Olvidados, como las minas de gemas o las junglas de Chult.
Una ¨²nica pulsaci¨®n de la cruceta de direcci¨®n basta para pasar de repartir estopa con el acero a lanzar dagas o conjurar hechizos, haciendo uso de los tres protagonistas. El jugador no puede encari?arse s¨®lo de uno, porque mientras se lucha, los otros dos pueden resultar seriamente heridos y es menester tomar el control del que peor est¨¢ de salud para impedir que el viaje termine antes de lo deseado. Tambi¨¦n se da el caso de que en determinadas situaciones hay que echar mano de las caracter¨ªsticas ¨²nicas de cada personaje, ya sea para hacer un ataque desde la infiltraci¨®n sin ser detectado, que s¨®lo puede realizar la ladrona, o para abrirse paso a trav¨¦s de una pared mediante un conjuro del mago.
Amontonando cad¨¢veres se consiguen puntos de h¨¦roe. Llenando el contenedor de estos puntos es posible hacer un ataque especial que fulmina a varios enemigos. Si los tres h¨¦roes est¨¢n en disposici¨®n de ejecutar un ataque especial, entonces pueden hacer una acci¨®n de equipo que limpia de una forma espectacular todos los trasgos, wargos y cuantas criaturas peludas hayan en la pantalla.
Hasta aqu¨ª la acci¨®n. Ahora llega la parte rolera. Entre cada cap¨ªtulo -hay 10-, se reparten los puntos de experiencia y se compran nuevas armas y objetos m¨¢gicos. Hay que administrar bien los recursos o los h¨¦roes tendr¨¢n poco futuro. Es esencial comprar capas o armaduras para hacerles m¨¢s resistentes a los ataques. Tambi¨¦n aprender las habilidades y ataques especiales permitir¨¢n acabar con los jefes del final de cada cap¨ªtulo. Si el usuario no tiene muy claro en qu¨¦ invertir sus puntos y monedas, se pulsa en la opci¨®n de compra autom¨¢tica y el propio juego se encarga de hacerlo por ¨¦l, asegurando de esta manera que al llegar a determinado punto no le va a faltar un ataque imprescindible. Es cierto, el rol es un pretexto, un argumento de venta, y har¨¢ que los puristas critiquen este disco, pero el resultado final es divertido. La forma de jugar se parece a un Double Dragon, la recreativa de Taito de 1987, pero es mucho m¨¢s bonito y en tres dimensiones.
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