Derrota para los violentos
Que la tinta indeleble se haya convertido en el principal tema de discusi¨®n tras las elecciones presidenciales en Afganist¨¢n indica que los talibanes no han logrado lo que pretend¨ªan. Porque, a pesar de las terribles amenazas de ataques suicidas que te?ir¨ªan de sangre las primeras elecciones democr¨¢ticas del pa¨ªs, la violencia se ha limitado a peque?as escaramuzas y algunos ataques en zonas aisladas.
Las autoridades afganas y los expertos internacionales afirman que todav¨ªa es pronto para dar por desaparecido al islamismo extremista y, seg¨²n ellos, los insurgentes seguir¨¢n tratando de boicotear los intentos de reconstrucci¨®n del pa¨ªs, especialmente en el sur y el suroeste. Mullah Obaidulah, ex ministro de Defensa talib¨¢n, dijo antes de las elecciones que los talibanes estaban aqu¨ª para quedarse: "Nuestra yihad continuar¨¢ tras las elecciones".
Pero muchos creen en Afganist¨¢n que, tras los comicios, en los que se pudo ver que tanto los hombres como las mujeres ignoraban las amenazas y acud¨ªan a votar, incluso en las zonas m¨¢s inseguras, los talibanes han recibido un duro golpe en su ideolog¨ªa y en su forma de actuar. "No creo que tengan ya el apoyo de mucha gente", asegur¨® Rahimullah Yusufzai, periodista y experto en los talibanes. "Los afganos saben muy bien que si los talibanes regresan al poder, el pa¨ªs se quedar¨¢ aislado otra vez".
Muchos de los rebeldes que act¨²an en Afganist¨¢n llegaron desde Pakist¨¢n, que apoyaba a las milicias hasta que el 11-S oblig¨® a Islamabad a volverse en contra del movimiento que protege a Osama Bin Laden. Hasta hace muy poco, se culpaba a Pakist¨¢n de hacer caso omiso al problema de los talibanes. Pero ahora la estrecha relaci¨®n que existi¨® una vez entre ambos se ha debilitado, seg¨²n los expertos, quienes aseguran que los insurgentes tienen cada vez m¨¢s dif¨ªcil obtener financiaci¨®n, atraer adeptos a la causa y planear ataques en la frontera.
Todo ello, unido a los esfuerzos internacionales para la reconstrucci¨®n de Afganist¨¢n y la incapacidad de los talibanes para mostrar sus palabras con hechos, estar¨ªa perjudicando su imagen, incluso entre los j¨®venes estudiantes de religi¨®n de los que reciben el nombre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.