Deriva de tensi¨®n
Se multiplican a ojos vistas los signos de un peligroso aumento de la tensi¨®n en las relaciones entre el Gobierno socialista salido de las urnas el 14 de marzo y el Consejo del Poder Judicial, de mayor¨ªa conservadora, af¨ªn al PP, elegido por el Parlamento en 2001. El detonante m¨¢s pr¨®ximo de tal deriva hay que situarlo en el acaparamiento por candidatos de esa mayor¨ªa de los altos cargos judiciales -magistrados del Supremo y presidentes de tribunales superiores y de audiencias- nombrados el pasado 21 de julio, rompiendo la tendencia a que dichos nombramientos reflejen el equilibrio interno del Consejo y, en definitiva, el pluralismo existente en la carrera judicial.
La decisi¨®n del Gobierno de proponer una reforma de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial para que esos nombramientos de car¨¢cter discreccional se efect¨²en por una mayor¨ªa de tres quintos de vocales -13 sobre 21- en lugar de simple, como hasta ahora, ha sido sentida o presentada como una agresi¨®n por el sector conservador del Consejo. Desde fuera, el PP ha optado por atizar el fuego, acusando al Gobierno de "romper las reglas de juego", y por amenazar, a modo de represalia, con el boicoteo de la renovaci¨®n de los cargos en otras instituciones. Por su parte, el Gobierno tampoco se ha privado de tensar a¨²n m¨¢s la cuerda con su decisi¨®n harto discutible -quiz¨¢s acorde con la letra de la ley, pero no con su esp¨ªritu- de no enviar a informe del Consejo el anteproyecto de reforma del C¨®digo Civil sobre el matrimonio homosexual.
El ¨²ltimo salto en esta irresponsable escalada de la tensi¨®n lo ha dado la comisi¨®n de estudios del CGPJ, cuya mayor¨ªa conservadora se ha atrevido a tachar de inconstitucional la reforma del sistema de nombramientos judiciales, extralimit¨¢ndose en el control de legalidad, y no de constitucionalidad, que cabe atribuir a los informes del Consejo. Una acusaci¨®n que vocales del mismo sector no han ahorrado extender tambi¨¦n a la reforma sobre el matrimonio homosexual. Caben muchas opiniones sobre el cambio de mayor¨ªa para los nombramientos judiciales, pero dif¨ªcilmente que es inconstitucional. ?En qu¨¦ violenta la Constituci¨®n que los altos cargos judiciales se nombren con la misma mayor¨ªa que los vocales del Consejo por el Parlamento? Este sistema de nombramientos es materia de ley org¨¢nica y corresponde al Gobierno adoptar las iniciativas legislativas pertinentes, y al Parlamento, aprobarlas o rechazarlas.
En este clima es oportuna la comparecencia en el Congreso del presidente del Consejo, Francisco Jos¨¦ Hernando, solicitada por el PSOE, para informar sobre los mecanismos de designaci¨®n de los altos magistrados. Puede ser una buena ocasi¨®n para suavizar tensiones e insistir en la necesidad de que los nombramientos respondan, m¨¢s all¨¢ de la adscripci¨®n asociativa e ideol¨®gica de los candidatos, a principios de m¨¦rito, capacidad e igualdad de g¨¦nero. Resulta escandaloso que la mujer siga siendo una excepci¨®n en la c¨²pula judicial cuando el 67% de los jueces son mujeres.
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