A la conquista del 'corredor del cactus'
Arizona, Nuevo M¨¦xico y Nevada, con pocos habitantes pero de gran vitalidad econ¨®mica, son un bot¨ªn codiciado
Son s¨®lo tres Estados, su poblaci¨®n suma nueve millones de habitantes y su fuerza electoral es peque?a: aportan 20 votos a un colegio electoral en el que hacen falta al menos 270 para ser presidente. Pero Nuevo M¨¦xico, Nevada y Arizona se han convertido en lugares claves, en los sitios m¨¢s bombardeados por la publicidad y visitados por los candidatos -junto a Ohio, Pensilvania y Florida-, y en los que m¨¢s esfuerzo est¨¢n haciendo los ej¨¦rcitos de voluntarios dedicados a registrar a nuevos votantes. No hay pr¨¢cticamente campa?a en Nueva York o en Tejas; dem¨®cratas y republicanos no gastan tiempo ni dinero en sus feudos. Las batallas se libran s¨®lo en la cuarta parte del pa¨ªs, en lugares como el corredor del cactus.
El corredor del cactus -estrictamente, las cien millas que separan Tucson de Phoenix, aunque la denominaci¨®n sirve para Arizona, Nevada y Nuevo M¨¦xico- es una zona de r¨¢pido crecimiento econ¨®mico y demogr¨¢fico. Nevada, con un 82% de aumento, y Arizona, con un 50%, son los dos lugares de EE UU que m¨¢s han crecido en poblaci¨®n en los ¨²ltimos 14 a?os; Nuevo M¨¦xico ocupa el sexto lugar. Al este del Misisip¨ª, los viejos Estados industriales como Michigan, Ohio y Pensilvania pierden poblaci¨®n y fuelle econ¨®mico; al oeste, la din¨¢mica es inversa. A corto plazo, los republicanos se benefician, porque el oeste -m¨¢s individualista, m¨¢s conservador, m¨¢s religioso- gana peso: si Bush consiguiera dentro de 19 d¨ªas el mismo apoyo popular que en 2000, sus votos en el colegio electoral pasar¨ªan de los 271 que logr¨® a 278.
La poblaci¨®n aumenta en el oeste porque la gente va detr¨¢s de las oportunidades, y las oportunidades dependen del crecimiento. "El porcentaje de empresas nuevas que eligen el corredor del cactus para empezar es doble que el promedio nacional. Hay universidades importantes y hay un clima econ¨®mico que ha permitido un fuerte desarrollo en nuevos sectores", se?ala Francine Hardaway, de la direcci¨®n de un grupo de Phoenix que asesora a nuevas empresas. El corredor es una de las tres patas que decidir¨¢n el 2 de noviembre, junto a Florida y al cintur¨®n oxidado compuesto por los Estados de econom¨ªa tradicional.
El desempleo en Arizona es del 4,4%, un punto por debajo de la media, aunque el crecimiento va acompa?ado de numerosos problemas: la colonizaci¨®n voraz del desierto, la contaminaci¨®n y la demanda excesiva de agua. Y "tambi¨¦n aqu¨ª se ha notado la recesi¨®n, a pesar de ser una de las zonas de mayor crecimiento", seg¨²n Paul Ringer, presidente del Consejo Econ¨®mico del Gran Phoenix.
El Gran Phoenix es uno de los centros neur¨¢lgicos del corredor. Tiene 3,4 millones de habitantes, que ser¨¢n 4,2 en 2010. Sus industrias punteras est¨¢n en los servicios, las telecomunicaciones, el sector aeroespacial, la biotecnolog¨ªa y alta tecnolog¨ªa. "Arizona se afianz¨® en la nueva econom¨ªa en el a?o 2000, cuando estall¨® la burbuja en Silicon Valley. Fue cuando nos tomamos en serio la creaci¨®n de un clima propicio para las inversiones y los nuevos proyectos. A¨²n pesa demasiado el turismo y hay demasiados empleos en servicios, lo que no est¨¢ mal, pero necesitamos apostar m¨¢s por las nuevas tecnolog¨ªas", dice Hardaway, que valora positivamente la celebraci¨®n del debate presidencial. "Es una muestra de que Arizona ha cambiado. Lo t¨ªpico de este Estado ser¨ªa luchar por ser la sede de la final del campeonato de b¨¦isbol o de f¨²tbol americano".
Los sondeos favorecen a Bush en Arizona y Nevada, y el presidente y Kerry est¨¢n empatados en Nuevo M¨¦xico, en donde Gore gan¨® en 2000 por 366 votos. En esta situaci¨®n, el voto latino va a ser clave. En Nuevo M¨¦xico, la poblaci¨®n hispana alcanza el 42%, en Arizona supera el 25% y en Nevada roza el 20% (la media de hispanos en EE UU est¨¢ en torno al 13% de la poblaci¨®n). El gobernador de Nuevo M¨¦xico, el dem¨®crata Bill Richardson, afirma que en su Estado y en el corredor del cactus "son los hispanos los que van a decidir el resultado".
Los hispanos tienden a votar dem¨®crata en una proporci¨®n de dos a uno. Pero su participaci¨®n es baja, a pesar de los esfuerzos de diversas agrupaciones. Seg¨²n Naleo, uno de esos grupos, en Arizona habr¨¢ este a?o 70.000 nuevos votantes hispanos. En el a?o 2000, Bush logr¨® un importante respaldo hispano, un tercio de los votos a escala nacional. Las predicciones son arriesgadas, porque la comunidad es vol¨¢til, poco previsible, seg¨²n Earl de Berge, director de investigaci¨®n del Centro de Comportamiento de Phoenix: "Bush ha perdido mucha credibilidad entre los hispanos por lo que ha ocurrido en Irak. Pero tampoco las j¨®venes generaciones latinas, atra¨ªdas por las iglesias evang¨¦licas y con modelos basados en el triunfo individual, son ya bastiones dem¨®cratas como lo eran las anteriores generaciones".
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