Del gen al lenguaje
ENTRE EL 30 de septiembre y el 6 de octubre, se ha celebrado en San Sebasti¨¢n el VI Congreso Internacional de Ontolog¨ªa centrado esta vez en el tema: "Logos, del gen al lenguaje". Los organizadores del mismo nos recuerdan que, desde su primera edici¨®n en 1993, el Congreso Internacional de Ontolog¨ªa ha tenido como objetivo el establecimiento del estado de la cuesti¨®n respecto a las interrogaciones clave de la filosof¨ªa fundamental, contempladas a la luz de la reflexi¨®n contempor¨¢nea. De ah¨ª que en su Comit¨¦ Cient¨ªfico Internacional Permanente figuren, junto a fil¨®sofos, eminentes representantes de la ciencia: as¨ª, los premios Nobel W. Lamb e I. Prigogine (desgraciadamente fallecido), el f¨ªsico franc¨¦s Alain Aspect (cuyo "experimento" cargado de implicaciones filos¨®ficas ha sido considerado un hito en la historia de la f¨ªsica) o el genetista Francisco J. Ayala. Es tambi¨¦n singular que, trat¨¢ndose de una instituci¨®n filos¨®fica, el arte haya estado representado desde el primer momento en el comit¨¦ cient¨ªfico por Eduardo Chillida, habi¨¦ndose incorporado recientemente el compositor Tom¨¢s Marco. Todos han participado, en una u otra ocasi¨®n, en el congreso, adem¨¢s de otras personalidades, como el premio Nobel Christian de Duve o el fallecido medalla Fields de Matem¨¢ticas y fundador de la "Teor¨ªa de las cat¨¢strofes" Ren¨¦ Thom. No es as¨ª extra?o que varias de las ediciones del congreso hayan merecido el patrocinio de la Unesco.
Al contemplar el historial de este congreso llama la atenci¨®n la densidad filos¨®fica y la estricta actualidad de los temas contemplados. As¨ª, dos de las ediciones se centraron en el concepto de Physis (naturaleza). Al leer las actas se constata que, desde la emergencia del concepto en los textos presocr¨¢ticos hasta la subversi¨®n que, para nuestras representaciones de la Physis, ha supuesto la mec¨¢nica cu¨¢ntica, todos los ¨¢ngulos de abordaje fueron considerados.
En la pen¨²ltima edici¨®n del congreso (octubre de 2002), el concepto central fue el de la vida que, sin olvidar la perspectiva hist¨®rica, fue contemplado desde la investigaci¨®n contempor¨¢nea de punta. Ling¨¹istas y semi¨®ticos se sumaron a los bi¨®logos a fin de que los fil¨®sofos dispusieran de nuevas armas conceptuales para establecer el estado de la cuesti¨®n. No falt¨® entonces la referencia a la ¨¦tica y la est¨¦tica, entendidas bajo el prisma de una radical interrogaci¨®n de orden kantiano (?hay o no un horizonte de fines que, en el seno de lo viviente, singulariza "transcendentalmente" a lo humano?).
En esta edici¨®n del congreso se ha profundizado en la reflexi¨®n anterior dando, sin embargo, el definitivo paso a la ling¨¹¨ªstica. El t¨ªtulo es ya perfectamente indicativo del proyecto: dar cuenta del lazo entre gen y logos. En la presentaci¨®n de la tem¨¢tica, el coordinador del congreso, V¨ªctor G¨®mez Pin alude al hecho de que, en el marco de un art¨ªculo rigurosamente t¨¦cnico, el eminente matem¨¢tico David Hilbert sosten¨ªa que "en la elucidaci¨®n matem¨¢tica de la cuesti¨®n del infinito se halla en juego la dignidad misma del esp¨ªritu humano". Pues bien, escribe G¨®mez Pin, "entre las cuestiones rigurosamente cient¨ªficas que a nuestra ¨¦poca le ha tocado elucidar se encuentra la siguiente: ?hay o no alg¨²n rasgo que diferencia a los humanos con tal grado de singularidad que crea entre ellos y los dem¨¢s seres (minerales o plantas, pero tambi¨¦n p¨¢jaros o bonobos) una frontera que, por el momento, puede considerarse infranqueable?". Pues bien, esta problem¨¢tica se condens¨®, cabr¨ªa decir que casi espectacularmente, en el singular¨ªsimo encuentro entre Steven Pinker e Hilary Putnam.
Los organizadores nos sorprendieron con la elecci¨®n de estos nombres emblem¨¢ticos, pues si Putnam (profesor en Harvard e indiscutiblemente uno de los m¨¢s grandes y creativos fil¨®sofos vivos) fue el presidente de honor del congreso, la conferencia inaugural fue pronunciada por Pinker, cuyos trabajos (en la intersecci¨®n de la gen¨¦tica y la ling¨¹¨ªstica) sobre el aprendizaje de la lengua por los ni?os han producido enorme impacto y constituyen quiz¨¢ un hito no ya en la historia de la ling¨¹¨ªstica sino de la antropolog¨ªa y, en consecuencia, de la filosof¨ªa.
Ortega y Gasset sosten¨ªa que el hombre, lejos de tener naturaleza, es ¨²nicamente un producto de la cultura. Esta tesis, a veces esgrimida como un t¨®pico, resume el problema central del debate al que aludimos. Steven Pinker reivindica de manera absolutamente radical que el hombre, al igual que todas las dem¨¢s especies animales, tiene una naturaleza que es la que determina las posibles construcciones culturales. Esta naturaleza no es otra que el lenguaje, pero lenguaje concebido no como plasmaci¨®n de un verbo trascendente, sino como pura expresi¨®n del registro gen¨¦tico. Nosotros tendr¨ªamos un instinto del lenguaje, como la ara?a tiene una inclinaci¨®n a hacer su tela; instinto que exige, sin duda, un contexto cultural para plasmarse (nadie aprende a hablar s¨®lo), pero que no se reduce a ¨¦l. El lenguaje, as¨ª, a la vez que nos inserta en el orden natural, nos singulariza plenamente como especie. Hay evidentes v¨ªnculos entre esta tesis de Pinker y la conocida tesis chomskyana de la existencia de una gram¨¢tica profunda que determinar¨ªa las gram¨¢ticas de las diferentes lenguas, y que ser¨ªa innata en nuestra especie.
La tesis de Pinker aspira a un alto grado de cientificidad, cientificidad que contesta Hilary Putnam, quien, al parecer, llega a utilizar al respecto la expresi¨®n ciencia-ficci¨®n. As¨ª, al argumento de que la universalidad del lenguaje, su presencia en todos los pueblos, es indicio de su innatismo (lo cual autorizar¨ªa a referirse al evocado instinto del lenguaje) Hilary Putnam objetar¨ªa que tambi¨¦n es universal comer con las manos, y no con los pies, pero a nadie se le ocurre hablar de un instinto de comer con las manos.
Este congreso remit¨ªa, en suma, a una pregunta esencial: ?ser¨ªa loquens atributo m¨¢s adecuado que sapiens para referirse a nuestra condici¨®n?, ?habr¨ªa el conocimiento simplemente usurpado el lugar que de hecho corresponder¨ªa a la palabra? La cuesti¨®n se ha revelado dif¨ªcil y permanece abierta, pero es ciertamente un honor para la filosof¨ªa espa?ola el abordarla bas¨¢ndose en lo que el pensamiento m¨¢s l¨²cido de la actualidad puede aportar. Se cont¨® para ello con fil¨®sofos, m¨²sicos (hubo una sesi¨®n especial dedicada a la relaci¨®n entre la m¨²sica y el lenguaje), antrop¨®logos, paleont¨®logos y cognitivistas de m¨²ltiples pa¨ªses. El pensamiento en lengua castellana se hallaba representado, entre otros, por paleont¨®logos como Eudald Carbonell (codirector de Atapuerca), fil¨®sofos como Javier Echeverr¨ªa, Jes¨²s Moster¨ªn, Tom¨¢s Calvo
..., bi¨®logos como Andr¨¦s Moya o el director del Museo de la Ciencia de Barcelona, Jorge Wagensberg. En funci¨®n de la problem¨¢tica del congreso se ha realizado una selecci¨®n de obras del escultor Eduardo Chillida ( quien hasta su fallecimiento realiz¨® siempre un cartel original para el congreso) que se hallan expuestas en Chillida-Leku bajo el t¨ªtulo Espacio de la palabra.
Dado lo que antecede, es absolutamente prometedor el tema que se nos propone para la pr¨®xima edici¨®n del congreso en 2007: De la caverna Plat¨®nica a Internet: lo real y lo virtual.
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