Distintas sensaciones

Si los triunfos han de medirse por el n¨²mero de trofeos, ayer empataron en Ja¨¦n El Cordob¨¦s y El Cid, los dos por la puerta grande. Pero si el toreo se analiza por sensaciones, el triunfador de ayer en Ja¨¦n fue el torero sevillano de Salteras, que sustituy¨® en el cartel a El Fandi, corneado en un brazo en la corrida del pasado viernes.

El Cid dej¨® los mejores destellos de la tarde, sobre todo en su primero, un toro noble con el que hilvan¨® el toreo m¨¢s ortodoxo y con mayor carga de profundidad de lo visto hasta ahora en la feria de San Lucas. L¨¢stima que echara por tierra, por su obsesi¨®n con la espada, una faena de ensue?o donde altern¨® varias series de derechazos, naturales y circulares de espalda con cambio de mano. Mat¨® de dos pinchazos y una estocada y cort¨® una oreja. Como ten¨ªa una deuda pendiente con la afici¨®n y consigo mismo, El Cid luch¨® lo indecible en el sexto para salir por la puerta grande. Y no lo tuvo f¨¢cil ante un toro manso muy complicado con el que no pudo lucirse pero al que, a base de constancia y valent¨ªa, sac¨® varias tandas de muletazos que fueron agradecidos por el p¨²blico. Mat¨® de pinchazo y estocada y obtuvo el trofeo que le faltaba para salir a hombros. Justo premio.

El contraste lo puso Manuel D¨ªaz, El Cordob¨¦s, a quien le salv¨® su toreo populista y, sobre todo, su estocada impecable al quinto, un toro muy bien presentado del hierro de Salvador Domeq, aunque perteneciente a la camada adquirida por Victoriano del R¨ªo. Pues bien, el el¨¦ctrico toro de Domeq estuvo varios cuerpos por encima de El Cordob¨¦s, desarbolado y al que le cost¨® dios y ayuda sacarle varios derechazos. Superado por el animal, el diestro intent¨® ganarse al p¨²blico con su patentado "salto de la rana" y su entrega, con la que disimul¨® otras carencias. Al final, una estocada impecable, las ganas de fiesta del p¨²blico y la generosidad del presidente le dieron dos trofeos m¨¢s que cuestionados. Tendr¨¢ hoy una nueva oportunidad en la ¨²ltima de la feria de Ja¨¦n.

Con mucha m¨¢s indiferencia pas¨® Finito de C¨®rdoba, a quien le tocaron en suerte dos toros mansos y sin ¨ªmpetu, pero con los que no se emple¨® demasiado. En su primero fue de m¨¢s a menos, pero apenas dej¨® varios derechazos a media altura como destellos. Mat¨® de tres pinchazos y un bajonazo y recibi¨® un aviso. En el cuarto se emple¨® con varios derechazos templados, pero excesivamente superficiales y sin emoci¨®n. Mat¨® de estocada honda y descabello. Lo dicho, sin rastro del toreo est¨¦tico del diestro cordob¨¦s.