"Si siguen as¨ª, Madrid se convertir¨¢ en una ciudad invivible"
El urbanista y ge¨®grafo catal¨¢n Jordi Borja considera que dejar el desarrollo urban¨ªstico de la ciudad en manos del mercado, lo que denomina "ciudad negocio", es dejar que se "destruya". Borja, director del m¨¢ster La gesti¨®n de las ciudades en el siglo XXI, ofrecido por la Universidad Oberta de Catalunya y autor del ensayo La ciudad conquistada (Alianza Editorial, 2003), resume los efectos de la actual gesti¨®n urban¨ªstica en la capital: "Si siguen as¨ª, Madrid se convertir¨¢ en una ciudad invivible".
Pregunta. Los planes generales de urbanismo, aunque motivados por necesidades inmediatas, se dejan sentir en el futuro. ?C¨®mo valora el Plan General de Madrid de 1997, actualmente en vigor?
"Es un disparate inundar el mercado con viviendas para que baje su precio"
Respuesta. Estamos viviendo un desarrollo de ciudad que niega el propio concepto de ciudad. Es decir, el desarrollo en el ¨¢rea metropolitana de Madrid [que incluye las ciudades de la periferia] tiende a aumentar el desequilibrio, ya existente desde siempre, entre el norte y el sur. Por ejemplo, en el norte se prima el sector terciario y viviendas caras y de lujo. Es el caso de la Operaci¨®n Chamart¨ªn. Esto genera empleos en servicios relacionados con la nueva econom¨ªa, frente al concepto de ciudad dormitorio en el sur. Consecuencia: en el norte hay dos empleos por cada persona que trabaja, mientras que en el sur s¨®lo se ofrece uno por cada dos personas.
P. ?Qu¨¦ consecuencias tiene este desequilibrio para la ciudad?
R. Aumenta la segregaci¨®n social, derivada por la diferente calidad de vida. Se generan as¨ª m¨¢s tensiones, ya que la oferta de la ciudad se va reduciendo a sectores sociales medios-altos. Esto se agrava por la mercantilizaci¨®n de los servicios p¨²blicos con la creaci¨®n de cada vez m¨¢s centros comerciales, a los que hay que acceder generalmente en coche, y que se han convertido en lugares para pasar y no para estar. La gente acaba por quedarse en casa y as¨ª surgen barrios cerrados, guetos, tambi¨¦n de la clase alta. Esto supone la negaci¨®n de la ciudad, entendida como una mezcla de gente, ya que all¨ª s¨®lo viven personas del mismo tipo. As¨ª no se hace ciudad, se tribaliza.
P. El plan general y las administraciones parece que se limitan a declarar la mayor cantidad de suelo como urbanizable, y dejar su gesti¨®n a los promotores privados. ?Qu¨¦ efectos tiene este planteamiento?
R. La administraci¨®n liberaliza demasiado suelo, pensando que as¨ª se abarata, pero luego se ofrece con un precio por encima de una demanda solvente. La consecuencia es que la gente busca lugares m¨¢s alejados y m¨¢s baratos para vivir. Esto tiene un efecto: la ciudad se dispersa, lo que constituye un despilfarro de tiempo gastado en movilidad, y de espacio. Un ejemplo, en los ¨²ltimos 40 a?os la poblaci¨®n del ¨¢rea metropolitana de Madrid se ha duplicado y el suelo urbanizable se ha multiplicado por cinco. Adem¨¢s, pensar que poner m¨¢s cemento es progreso es una barbaridad y no es necesario. Es m¨¢s importante la calidad de vida que la cantidad de cemento.
P. Un ejemplo lo tenemos en los Programas de Actuaci¨®n Urban¨ªstica (PAU) que, en total, prev¨¦n la construcci¨®n de m¨¢s de 200.000 viviendas.
R. Se pensaba que inundando el mercado con viviendas su precio iba a bajar. Esto es un disparate. El suelo no es m¨¢s barato, ha subido hasta un 50% y existe una sobreproducci¨®n de viviendas porque no corresponden a la demanda solvente.
P. Usted titul¨® el cap¨ªtulo de un libro como Madrid. La burgues¨ªa cementera toma el poder.
R. El caso de Madrid es como el de la mayor¨ªa de ciudades, s¨®lo que m¨¢s exagerado. Pero los bancos se est¨¢n convirtiendo cada vez m¨¢s en las mayores promotoras: en los ¨²ltimos 20 a?os han comprado 400 millones de metros cuadrados. Se est¨¢ haciendo un uso abusivo de las promotoras en los desarrollos urban¨ªsticos, y esto propicia las operaciones especulativas y el encarecimiento del suelo.
P. ?Comparar¨ªa el Plan General de 1997 con el de 1985?
R. El plan de 1985 estaba bien. Ten¨ªa tres ventajas: ofrec¨ªa un referente simb¨®lico de d¨®nde se viv¨ªa; ten¨ªa una visi¨®n inteligente de la recalificaci¨®n del suelo, m¨¢s del suficiente para el crecimiento de Madrid; e impon¨ªa condiciones al mercado que garantizaban la compensaci¨®n de los desequilibrios heredados [la remodelaci¨®n de los distritos del sur, por ejemplo]. En definitiva, no se trataba de un plan de urbanismo como el actual, en el que la administraci¨®n se sit¨²a por detr¨¢s del mercado, sino que iba por delante de ¨¦l.
P. ?Qu¨¦ futuro le augura al desarrollo urban¨ªstico de Madrid?
R. Si siguen as¨ª, Madrid se convertir¨¢ en una ciudad invivible. Pero una ciudad no se muere casi nunca del todo, siempre hay energ¨ªas, fuerzas sociales y morales que la hacen resurgir por encima del mercado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.