Una retirada preparada con dos a?os de antelaci¨®n

En diciembre pasado, Luis Valls empez¨® a mover fichas que han sido clave para culminar con ¨¦xito el paso dado ayer. En esa fecha, el Popular aliger¨® su consejo para dejarlo en 19 miembros, 10 menos de los que ten¨ªa hasta entonces. La excusa fue la adaptaci¨®n a las normas de buen gobierno. Valls dej¨® un consejo m¨¢s manejable, en el que no estaban ni Gabriel Gancedo, el ¨²nico vicepresidente de la entidad, ni Jes¨²s Platero, secretario del consejo. Los dos hab¨ªan perdido la confianza de los presidentes y, posteriormente, protagonizaron una operaci¨®n de acoso al Popular desde la Mutua Madrile?a, que adquiri¨® el 4% del banco con unas intenciones que los Valls consideraron hostiles.

Mientras se quitaba problemas, tambi¨¦n se preocup¨® por blindar el consejo. Su hermano Javier se encrag¨® de buscar refuerzos y logr¨® el acuerdo con la aseguradora Allianz, que controla el 9,08% del capital y est¨¢ considerada la principal defensora en caso de posibles operaciones hostiles. La aseguradora ha vivido desencuentros con los Valls porque no le permitieron pasar de uno a dos consejeros cuando doblaron su participaci¨®n.

Tambi¨¦n fue Javier el encargado de encontrar un socio portugu¨¦s, Am¨¦rico Amorim, que vendi¨® su banco, el Banco Nacional de Cr¨¦dito, a cambio del 4,78% del Popular. Con estos dos socios, y el control de la Sindicatura de Accionistas, que posee el 11,36%, el consejo y el banco est¨¢n controlados.

Enfrentamientos y fusiones

El primer movimiento de Luis Valls para cambiar de rumbo de la entidad, y quiz¨¢ el m¨¢s sonado, fue el enfrentamiento que tuvo, en marzo de 2002, con Fulgencio Garc¨ªa Cu¨¦llar, al que destituy¨® como consejero delegado tras mantener fuertes discrepancias sobre la forma de gestionar la entidad.

Mientras tanto, Valls transmit¨ªa que no le obsesionaba el tama?o ni le preocupaban las fusiones, OPA, aventuras latinoamericanas e inversiones por Internet. Fue tentado por varios bancos, pero se enroc¨® con eficacia. Al final, se qued¨® en tierra de nadie: es el tercero en discordia, pero muy lejos de los dos grandes, Santander y BBVA. En privado presume de ser "el banquero m¨¢s audaz porque sin hacer nada he pasado de ser el s¨¦ptimo al tercero en el r¨¢nking".

Lo cierto es que desbarat¨® un intento de compra por parte del Santander en julio de 1991 denunci¨¢ndolo en p¨²blico, aunque tampoco consigui¨® crecer comprando entidades medianas ni alcanz¨® un acuerdo con el Sabadell por discrepancias con Josep Oliu. Su marcha puede abrir el apetito a entidades que consideren el banco m¨¢s vulnerable sin su presencia.