Cui?a seguir¨¢ en la ejecutiva del PP gallego por designaci¨®n de Fraga

El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, intentar¨¢ mantener la paz interna en el PP gallego hasta las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas con un dif¨ªcil equilibrio de poderes en el partido entre las figuras m¨¢s significadas de los dos sectores enfrentados. Fraga anunci¨® ayer la lista de la ejecutiva que propondr¨¢ al congreso regional del partido, que se inicia ma?ana, con concesiones para todos los gustos y la continuidad de Cui?a.

Al sector enfrentado a la direcci¨®n nacional del partido se le satisface con la continuidad de Xos¨¦ Cui?a, el principal adversario de Mariano Rajoy, que mantendr¨¢ su puesto en la direcci¨®n dentro del cupo de miembros de designaci¨®n directa del presidente de la Xunta.

La facci¨®n fiel a Rajoy mantendr¨¢ a un hombre de su confianza, Xes¨²s Palmou, en la secretar¨ªa general. Y al mismo tiempo se garantiza la cuota territorial del presidente provincial de Ourense, Jos¨¦ Luis Baltar, quien hace un mes provoc¨® la mayor crisis interna del PP gallego en los 15 a?os de mandato de Fraga tras amenazar con su abandono del partido.

La candidatura que se someter¨¢ al refrendo del congreso fue anunciada por Fraga tras reunirse con los l¨ªderes del partido en las cuatro provincias gallegas. La lista intenta conciliar las posturas enfrentadas en el PP gallego con un ejercicio de equilibrio que pretende dejar sitio para todos. En la ejecutiva se sentar¨¢n juntos desde Cui?a y algunos alcaldes de su confianza, hasta el consejero de Pesca de la Xunta, Enrique L¨®pez Veiga, quien en los peores d¨ªas de la reciente crisis acus¨® a los rebeldes de "enriquecerse en paralelo a la pol¨ªtica".

Cui?a, a quien desde el sector oficial se acus¨® de ser el instigador de la crisis, no tendr¨¢ ning¨²n cargo en la direcci¨®n, pero obtiene el refrendo directo del presidente al figurar en el cupo de miembros de la ejecutiva que Fraga tiene la potestad de designar. El antiguo delf¨ªn de Fraga fue destituido de la Xunta hace casi dos a?os tras distanciarse de las actuaciones del Gobierno central durante la crisis del Prestige. Desde entonces, sus partidarios se hab¨ªan fijado como objetivo la ca¨ªda del secretario regional, Xes¨²s Palmou, a quien acusaban de provocar, de acuerdo con Rajoy, la ca¨ªda de Cui?a. Palmou, sin embargo, conservar¨¢ el cargo, con la novedad de estar acompa?ado por cuatro vicesecretarios, uno por cada provincia. El de Ourense ser¨¢ Roberto Castro, uno de los cinco diputados auton¨®micos que amenazaban con secundar la escisi¨®n de Baltar y dejar a Fraga en minor¨ªa en el Parlamento gallego. La vicesecretar¨ªa de Pontevedra corresponde a Jos¨¦ Crespo, alcalde de Lal¨ªn (Pontevedra), el pueblo de Cui?a, quien ha apadrinado su carrera pol¨ªtica.

La lista de la futura ejecutiva revela, por primera vez, los hasta ahora desconocidos acuerdos que hab¨ªan alcanzado Fraga y Baltar para que el presidente del PP de Ourense desistiese de sus prop¨®sitos de abandonar el partido. Baltar consigue colocar a cinco hombres de su total confianza en la nueva direcci¨®n. Para compensarlo, Fraga, en otro gesto de equilibrista, incluye en el cupo de los miembros de designaci¨®n directa al alcalde de Ourense, Manuel Cabezas, el mayor rival de Baltar en la provincia.

Con ese reparto de concesiones, Fraga espera que la paz interna no vuelva a quebrarse hasta las elecciones auton¨®micas previstas para el oto?o de 2005.