Erasmus sale de Europa

Ropa rigurosamente informal (salvo entre profesores), gafas de sol, pantalones vaqueros y acentos de toda Europa se mezclaron ayer en el edificio hist¨®rico de la Universidad de Oviedo (primero, en el patio, y luego, en el paraninfo), cuando estudiantes del programa Erasmus -veteranos y reci¨¦n estrenados, con apenas tres semanas de clases y beca en la piel- se reunieron para festejar por anticipado el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Cooperaci¨®n Internacional, que recibir¨¢ hoy esta iniciativa nacida en 1987.

La finalidad del programa Erasmus (que debe su nombre a Erasmo de Rotterdam, humanista del renacimiento a quien se reconoce el haber sido el primer pensador europeo con conciencia de tal) es apoyar las actividades de las instituciones de ense?anza superior y promover el intercambio de profesores y estudiantes universitarios de la UE.

"En aquellos primeros tiempos, los estudiantes espa?oles no ten¨ªan costumbre de viajar y uno ten¨ªa la sensaci¨®n de ser un emigrante cultural, que sal¨ªa -casi con una maleta de cart¨®n como quienes lo hac¨ªan en la d¨¦cada de los sesenta- a buscar Europa, a convertirse en ciudadano europeo", record¨® emocionado Juan V¨¢zquez, rector de la Universidad de Oviedo y anfitri¨®n de un acto en el cual se mezclaron saludos grabados en v¨ªdeo desde los rincones m¨¢s rec¨®nditos de ex estudiantes y profesores que han participado del programa ("hola desde Singapur", "felicitaciones Erasmus desde Grecia", "?Enhorabuena desde Alemania!"), intervenciones del coro universitario, sonrisas y an¨¦cdotas multicolores.

En el programa participan actualmente 30 pa¨ªses y 2.000 universidades. Casi dos millones de estudiantes han disfrutado de esta beca, con la cual tambi¨¦n han podido completar su formaci¨®n en el extranjero 17.000 docentes. Y el futuro promete m¨¢s: el objetivo es llegar en 2011 a tres millones de estudiantes y saltar desde Europa a todo el planisferio ("cruzar m¨¢s fronteras y algunos mares", en palabras de Marta Ferreira, de la Unidad de Ense?anza Superior de la Comisi¨®n Europea), gracias a Erasmus Mundus, una iniciativa aprobada por el Parlamento Europeo en 2003. Este programa conceder¨¢, entre 2004 y 2008, 4.200 becas a estudiantes y profesores del tercer ciclo no europeos, para que puedan estudiar dos cursos en la UE. "Queremos una Europa que est¨¦ a la cabeza de la sociedad del conocimiento a nivel mundial. Programas como ¨¦ste son esenciales para cortar la hemorragia de cerebros hacia EE UU", afirm¨® el europarlamentario Enrique Bar¨®n.

Pero no hubo s¨®lo rosas. "Recuerdo a una compa?era que en una oportunidad aloj¨® a 20 ucranios reci¨¦n llegados en su casa. Esos gestos no figuran en los curr¨ªculos, pero demuestran el entusiasmo y la dedicaci¨®n de todos los que hemos trabajado en el programa convencidos de que merece la pena", sostuvo la profesora Isabel Carrera. "Eran tiempos de mucha paciencia, negociaci¨®n y mano izquierda para lograr las convalidaciones y el reconocimiento entre distintas universidades de los estudios cursados en el extranjero", hoy una realidad gracias al ECTS (Sistema Europeo de Transferencia de Cr¨¦ditos).

Nostalgia y risas fueron ayer una combinaci¨®n ganadora. "Me dais una envidia terrible. Quisiera volver a estar sentada donde est¨¢is vosotros. Ha sido la experiencia m¨¢s enriquecedora de mi vida universitaria y la que m¨¢s ha influido en mi futuro. Erasmus ense?a que al llegar a otro pa¨ªs somos representantes del nuestro, pero al volver nos convertimos tambi¨¦n en embajadores de los pa¨ªses que nos han acogido", record¨® Patricia Mart¨ªnez, que viaj¨® de Oviedo a Sheffield con una beca en el curso 1996-1997. "Me fui con una bandera de Asturias firmada por mis amigos y familiares. La colgu¨¦ en mi cuarto y mirarla me ayudaba a recordar qui¨¦n era yo. Cuando volv¨ª mis amigos ingleses firmaron el reverso. Al mirarla hoy recuerdo qui¨¦n soy ahora y por qu¨¦ estoy aqu¨ª. Erasmus se es toda la vida", sostuvo. "Eleg¨ª Oviedo porque quer¨ªa aprender espa?ol", cont¨® Ana Gistolizzi, italiana y erasmus 1992-93, para quien la dicci¨®n fue la asignatura m¨¢s dif¨ªcil: "No sab¨¦is la cantidad de ces y zetas que hay en una fabada asturiana: cazuela, chorizo...", un comentario festejado por carcajadas generales.

El Premio de Cooperaci¨®n Internacional que recibir¨¢ hoy Viviane Reding, comisaria europea de Educaci¨®n y Cultura, es vivido como un triunfo y una demostraci¨®n de respeto a la "alta calidad del programa". "Es el premio que ha conseguido m¨¢s r¨¢pidamente la unanimidad del jurado y eso es significativo", destac¨® Enrique Bar¨®n.

"Erasmus form¨® parte del proyecto de la Europa de los ciudadanos", record¨® ayer Manuel Mar¨ªn, comisario europeo de Educaci¨®n en 1987 y actual presidente del Congreso de los Diputados. "Nos inspiramos en la Edad Media, en esa ¨¦poca hab¨ªa entre las universidades europeas m¨¢s intercambio de estudiantes que en los a?os ochenta y advertimos entonces que una verdadera uni¨®n requer¨ªa libre circulaci¨®n universitaria".