El lastre Buttiglione
Al decidir no soltar el lastre que le supone el comisario
designado italiano, Rocco Buttiglione, el presidente de la pr¨®xima Comisi¨®n Europea, Dur?o Barroso, se enfrenta a una mala alternativa: o que su colegio no sea aprobado por el Parlamento Europeo, o que inicie su andadura debilitado. Es lo que menos necesita esta Uni¨®n Europea cuando est¨¢ a punto de firmar, el pr¨®ximo viernes en Roma, el Tratado de una Constituci¨®n para Europa, y a iniciar los procesos de su ratificaci¨®n por los parlamentos nacionales o, en algunos casos, como el de Espa?a, en refer¨¦ndum.
Socialistas, liberales, verdes y otros han reaccionado contra Buttiglione no s¨®lo por sus pronunciamientos sobre la homosexualidad ("pecado"), el matrimonio (s¨®lo para que las mujeres tengan hijos bajo la protecci¨®n de sus maridos), o contra las madres solteras; sino porque quien as¨ª opinaba se iba a encargar de la cartera de Derechos Humanos y No Discriminaci¨®n, adem¨¢s de la de Justicia, Libertad y Seguridad. Para no dar su brazo a torcer, Barroso ha decidido asumir personalmente las primeras competencias.
Las reglas del juego establecen que los comisarios sean nombrados por cada uno de los 25 Gobiernos, pero el reparto de carteras corresponde al presidente. En esta Uni¨®n Europea, en la que hay divisi¨®n de poderes aunque no sea la tradicional de Montesquieu, el Parlamento Europeo, tras examinar a los comisarios sobre su idoneidad para el cargo, no se pronuncia sobre cada uno de ellos, sino sobre el Colegio en su conjunto. Pero el correspondiente comit¨¦ de la Euroc¨¢mara s¨ª vot¨® en contra de la idoneidad de Buttiglione para este cargo, y ha expresado serias dudas sobre otros. Tras la falta de cintura y de sentido democr¨¢tico mostrada por Barroso, el presidente del Parlamento, Josep Borrell, no se atrevi¨® ayer a pronosticar el sentido de la votaci¨®n en el plenario del pr¨®ximo mi¨¦rcoles.
Buttiglione, cat¨®lico tradicionalista, puede tener las creencias que quiera, pero la Uni¨®n Europea es un espacio laico que no puede encargar la promoci¨®n de pol¨ªticas de igualdad y no discriminaci¨®n a quien disiente p¨²blicamente de ellas. Lo ocurrido puede, adem¨¢s, restar capacidad al comisario a la hora de desempe?ar sus otras funciones en materia de Justicia e Interior, como la crucial lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. ?ste se ha convertido ya en uno de los campos de mayor visibilidad y de ¨¦l se ha ocupado hasta ahora con resultado sobresaliente el portugu¨¦s Ant¨®nio Vitorino. Buttiglione llega, adem¨¢s, designado por un Berlusconi que en este terreno mostr¨® en su d¨ªa serias resistencias para protegerse a s¨ª mismo frente a la adopci¨®n de la orden europea de detenci¨®n, aunque el designado la defienda.
Roma, en v¨ªsperas de la firma de la Constituci¨®n europea, mandar¨ªa una se?al de europe¨ªsmo si lograra que Buttiglione se retirase voluntariamente para nombrar en su lugar a alguien que suscite mayor consenso. La Comisi¨®n no debe ser un ¨¢mbito ideologizado. La permanencia de Buttiglione le restar¨¢ autoridad frente al Parlamento Europeo y, en todo caso, frente a una opini¨®n p¨²blica a la que la UE no debe dar la espalda.
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